En medio de un clima político tenso por las divisiones internas tanto en el oficialismo como en el kirchnerismo, el académico Manuel García-Mansilla enfrenta este miércoles una prueba crucial al presentarse ante la Comisión de Acuerdos del Senado. Propuesto por el presidente Javier Milei para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia, García-Mansilla llega con un perfil más académico y conservador, lo que anticipa un debate menos “aguerrido” en comparación con la audiencia de su colega, el juez federal Ariel Lijo, quien expuso la semana pasada.

García-Mansilla, de 53 años, es un reconocido jurista con una sólida formación en derecho constitucional y una destacada carrera académica. Actualmente, se desempeña como decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, y ha sido autor de numerosos artículos sobre la interpretación constitucional. Sin embargo, su perfil conservador, especialmente su postura en contra del aborto legal, ha generado resistencias en algunos sectores del Senado, lo que podría complicar su camino hacia la confirmación.

Durante su disertación, García-Mansilla destacó su compromiso con la independencia judicial y subrayó la importancia de que los jueces se mantengan al margen de sus convicciones personales al tomar decisiones. “Los magistrados deben resolver causas concretas respetando siempre el texto y la estructura de la Constitución Nacional, sin aplicar sus preferencias personales”, afirmó. También remarcó su aspiración de ser recordado como un juez que cumplió con sus deberes constitucionales con integridad e imparcialidad.

A pesar de su destacada trayectoria, García-Mansilla llega a la audiencia con menos apoyos que Lijo. El académico enfrenta un escenario complicado, no solo por las impugnaciones que ha recibido, sino también por la ausencia de respaldo explícito de sectores clave dentro del Senado. A diferencia de Lijo, cuya audiencia se centró en su idoneidad moral, la de García-Mansilla podría derivar en un debate más ideológico, especialmente en temas como los derechos reproductivos y la interpretación de los tratados internacionales con rango constitucional.

La ausencia del bloque de Unión por la Patria al inicio de la audiencia marcó el tono de la jornada. Aunque algunos de sus referentes, como Anabel Fernández Sagasti, vicepresidenta de la Comisión de Acuerdos, llegaron tarde a la presentación, la falta de apoyo del kirchnerismo es un claro indicio de la resistencia que genera su candidatura. José Mayans, jefe del bloque kirchnerista, se ausentó de la audiencia, lo que refleja las tensiones internas en el oficialismo respecto a la designación de los nuevos miembros de la Corte.

El académico también tendrá que defender su concepción originalista del derecho, que aboga por interpretar la Constitución según el espíritu del legislador y la época en que fue sancionada. Esta postura ha sido criticada por algunos sectores que consideran que no toma en cuenta las evoluciones sociales y legales que han ocurrido desde entonces. En particular, su posición en contra de la interrupción legal del embarazo ya ha sido motivo de cuestionamientos por parte del kirchnerismo, lo que podría derivar en un enfrentamiento durante la audiencia.

Finalmente, el desenlace de la audiencia será determinante para el futuro de García-Mansilla en la Corte. Mientras el Gobierno sostiene la teoría de “los dos o ninguno” en referencia a las candidaturas de Lijo y García-Mansilla, el jurista deberá sortear no solo la resistencia de algunos sectores políticos, sino también demostrar que puede desempeñar un rol imparcial y ajustado a la Constitución en el máximo tribunal del país.