Luego de horas de debates e intensas negociaciones, finalmente la Cámara de Senadores resolvió la expulsión de Edgardo Kueider, el legislador detenido en Paraguay luego de intentar entrar a ese país con 200 mil dólares no declarados.

Hasta último momento, La Libertad Avanza insistió con la suspensión de Kueider, pero no estaban los números para ello. Incluso se vivieron momentos de tensión en la previa de la votación con el presidente del bloque, Ezquiel Atauche, pasando por las sillas de sus compañeros de bancada para intentar persuadirlos.

La decisión contó con 61 votos a favor, 5 en contra y sola una abstención. Luego de no lograr lo que se quería negociar, el Gobierno votó con el kirchnerismo y con el grueso de los senadores que votaron por la expulsión del legislador entrerriano.

La novedad fueron los votos negativos. De esos cinco, cuatro corresponden al PRO y uno a la Unión Cívica Radical. Por el partido amarillo, se opusieron Alfredo De Angeli (quien votó y no se quedó en su silla para esperar el resultado), Enrique Goerling Lara, Andrea Marcela Cristina y Carmen Álvarez Rivero; por el radicalismo no acompañó el bonaerense Maximiliano Abad.

La trastienda de los cinco senadores que votaron en contra de la expulsión de Edgardo Kueider

Fuentes parlamentarias confirman a Data Clave que los senadores llegaron al recinto sin haber logrado consenso. Incluso había una división perfecta del 50% entre la parte que pedía por la expulsión de Kueider (impulsada por el peronismo) y los dialoguistas que planteaban suspenderlo sin goce de sueldo hasta que la Justicia tome una decisión.

Esta discusión empezó a decantar en favor del peronismo cuando la jueza Sandra Arroyo Salgado pidió el desafuero y detención del senador, oficio que fue enviado a la presidenta del cuerpo, Victoria Villarruel,  previo al inicio de la sesión.

El pedido surge en el marco de una investigación que apunta al senador por intentar cruzar desde Brasil a Paraguay con 211 mil dólares y 600 mil pesos argentinos sin declarar. Este hecho agravó la situación de Kueider, quien ya era investigado por manejos irregulares durante su gestión como Secretario General de Entre Ríos. Según fuentes judiciales, la causa también salpica a Guinsel Costa, quien podría haber actuado como testaferro del legislador.

Esta situación cambió radicalmente la postura de la mayoría de los senadores radicales y del PRO, quienes planteaban la postura de suspenderlo. Esta postura, impulsada por el oficialismo, quedó confirmada en la boca del propio senador Atauche, quien lo confirmó en su última intervención en el recinto. No somos nosotros los que debemos juzgar, pero sí la Justicia”, argumentó.

Dirigentes políticos que conocen el mundo legislativo aseguran que la expulsión de Kueider puede dejar un precedente peligroso para el futuro, teniendo en cuenta que está atravesando una investigación sin condena firme. Algunos lo emparentan con lo que pasó con Julio de Vido en 2017, donde la Cámara de Diputados votó por su desafuero. En ese entonces, los jueces federales Luis Rodríguez y Claudio Bonadio pedían por su detención, en el marco de una causa por corrupción por el fraude contra el Estado de $ 265 millones de la mina de carbón de Río Turbio.

Esta situación generó que se planteara un cuarto intermedio previo a la votación, algo que ya había sido acordado previamente ante las dudas de los senadores. El oficialismo, consciente de que no tenía los votos para bloquear los dos tercios, hizo control de daños y votó con el peronismo para expulsar a Kueider.

El senador Atauche, buscando convencer senadores en el medio de la votación

Esta situación generó mucho enojo de los legisladores dialoguistas hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel y el Gobierno, ya que ven una doble vara para hacer política. Mientras en redes sociales muchos funcionarios condenaban a Kueider y la corrupción, por lo bajo pedían los votos para lograr su suspensión y evitar su salida.

La salida de Kueider es una victoria para Unión por la Patria, en especial para La Cámpora. Esto se debe a que su reemplazante será Stefanía Cora, actual diputada provincial, que acompañó en 2019 al senador ahora detenido en Paraguay. El bloque peronista pasará a tener 34 senadores en una Cámara que se torna cada vez más difícil de manejar para el oficialismo.