Bolsas con dinero sin declarar y la trastienda de las cenas de recaudación que tienen a Milei al borde del delito
Entre 2021 y 2023 el líder libertario fue la figura convocante de cenas organizadas por Nicolás Posse, Darío Wasserman y Pilar Ramírez por las que se cobraban veinte mil dólares que Karina Milei guardaba "en una bolsa". Ese dinero jamás se declaró como parte del patrimonio del entonces diputado ni como aporte de campaña, por lo que podría considerarse como evasión fiscal en el mejor de los casos o, en el peor, como cohecho, enriquecimiento ilícito o abuso de autoridad y debería derivar en una causa penal. Posse fue Jefe de Gabinete y despedido poco tiempo después. Wasserman y Ramírez tienen cada vez más poder dentro del círculo íntimo del presidente. Esta semana fueron denunciados públicamente por posible extorsión.
En 2021 Javier Milei fue electo diputado y, como todos sabemos, en diciembre de 2023 asumió como presidente. Durante los dos años cumplidos en que fue parte de la Cámara, y ahora como jefe de Estado, del mismo modo que todos sus integrantes o cualquier funcionario público de acuerdo a la Ley de Ética Pública, no puede recibir donaciones ni prestar servicios, tal como es una "asesoría", a empresas o personas que tienen o pueden tener contratos con el Estado o actividades reguladas por el mismo.
De igual modo, los funcionarios están obligados a presentar sus declaraciones juradas en donde deben informar, entre otras cosas, sus ingresos. En 2023 y antes de asumir como presidente, Milei declaró un inmueble a su nombre en Capital Federal que fue un donativo de su padre; y dos autos de alta gama (una Mercedez Benz Sprinter y un Peugeot RCZ) también regalos paternos. Declaró también la existencia de dos cuentas bancarias: una en pesos y otra en dólares. En la primera, dijo tener 2.766.860 pesos divididos en tres cajas; sobre la moneda extranjera registró 20.000 dólares, que implicaban 3.539.200 pesos. Entre sus inmuebles, sus vehículos y las cuentas bancarias, su fortuna en 2023 era de 21 millones de pesos.
En la declaración jurada que presentó a fines de 2024, a solo minutos del límite establecido para hacerlo, Milei declaró la misma casa en Capital Federal pero por el doble de su valor: si en 2023 estaba cotizada en seis millones de pesos, en 2024 pasó a valer trece (una ganga, de todos modos, para un piso de más de cien metros en la zona de Abasto). Los autos, que año a año suelen degradarse por el uso y el tiempo, pasaron por el mismo tamiz favorecedor y en doce meses pasaron a valer cuatro veces más.
Con la cuenta en pesos pasó algo parecido y cuadruplicó el rendimiento, y lo mejor sucedió con su cuenta en dólares: no solo figuran los veinte mil del año anterior sino que mágicamente apareció otra cuenta con sesenta y cinco mil inexplicables dólares; sobre todo teniendo en cuenta que precisamente en campaña sus gastos personales aumentaron muchísimo, por citar solo un ejemplo, el pago de su estadía de meses en el Hotel Libertador de su amigo Eduardo Elsztain, que juró haber pagado de su bolsillo, del mismo modo que los viajes a Estados Unido antes de asumir.
Pagar tanto para que no haya salmón
El portal Bloomberg publicó una nota de investigación en la que detalló que Milei cobraba veinte mil dólares a los asistentes a las cenas privadas que organizaba, entre otros, Darío Wasserman, hoy directivo del Banco Nación, en el piso que comparte en la Torre Le Parc de la Avenida Figueroa Alcorta al 3500 junto con su esposa, María del Pilar Ramírez, hoy mano derecha de Karina Milei y presidenta del bloque de legisladores de LLA en Caba como también del partido en el mismo distrito.
Cuando cada comensal se sentaba en derredor de la mesa, los veinte mil dólares per cápita ya descansaban, envueltos en fajos, en una bolsa que llevaba Karina para tal menester. Un evento mensual al que no asistían menos de diez personas en el que Milei exponía el plan económico que llevaría adelante en caso de ser elegido presidente, y que en mayor o menor medida era conveniente a los intereses de cada uno de los asistentes. Las cenas eran frugales, con un menú básico, un aprendizaje para los organizadores luego de la experiencia fallida de la primera cena: en esa ocasión cuando entró la mucama con una enorme bandeja con salmón glaseado y Karina, desorbitada, se paró y frenó el avance de la mujer que ya estaba sirviendo a los primeros comensales: "Saquen esto de acá! Javier es alérgico!". Desde ese momento el menú fue bife de chorizo con ensalada, teniendo en cuenta también la aversión del presidente a las papas fritas.
Lo importante, de todos modos, no es tanto el menú sino lo que se cobró por él. No hay registro oficial de esos pagos, aunque Milei siempre habló de esos eventos por los que cobraba. Al mismo sitio Bloomberg dijo en su momento que eran "asesorías" como consultor económico, y agregó: “Mi tiempo vale. Yo no vivo de la política”, señaló en una entrevista de febrero de 2023. “Si vos querés hablar conmigo, te tenés que sentar, vos querés una charla conmigo, tenés que pagar”. El asunto es, tanto entonces como ahora, la legalidad de esa práctica.
Si fueron consultorías, debería haber un registro oficial del pago por esos servicios no vinculados a su función como diputado; pero sin esa documentación de acreditación, la cuestión se vuelve ilegal por dos razones: porque son ingresos en negro que no figuran en su DDJJ, y porque alguno de los ejecutivos "asesorados" podría haber tenido tratos comerciales relacionados con los temas acerca de los que luego Milei, como diputado, votó a favor o en contra, lo que podría considerarse un soborno.
Esos aportes, que no se registraron como ingresos personales, podrían haberse dejado asentados como aportes de campaña; pero tampoco fue la opción elegida para su blanqueo porque el informe de financiamiento de La Libertad Avanza para la candidatura presidencial de Javier Milei tampoco dan cuenta de ellos, de hecho ese informe solo enumera a tres particulares que ni siquiera parece que hayan asistido a esas cenas.
Quizá con la pretensión de reflejarse en lo que es método de financiamiento de campaña en Estados Unidos hizo que organizaran estas costosas cenas, con la diferencia que mientras acá el dinero iba directo a la faltriquera de Karina sin que se conozca jamás su uso posterior, en el país de Trump se generan informes públicos que enumeran cuánto donaron los asistentes a la campaña o al partido del anfitrión, por caso como sucedió este jueves cuando Milei asistió a una cena de premiación en Mar A Lago y donó miles de dólares a los bomberos de Miami. Los miembros del Congreso estadounidense tienen prohibido, además, aceptar obsequios en efectivo para uso personal.
Mientras fue diputado Javier Milei, mes a mes, hacía un acto que transmitía por Youtube en el que sorteaba su sueldo. Considerando su Declaración Jurada en la que no tenía otros ingresos, la pregunta se cae de madura: ¿De qué vivía?
“Ella maneja mis números”, decía Milei en una entrevista televisiva en 2022 y en referencia a su hermana Karina. “Y cuando gasto mucho tiempo a la política, me dice: ‘Los números no cierran. Andá a trabajar, da charlas, porque los números no cierran’”. De "charlas" no hay registro alguno, de asesorías tampoco. Pero tampoco hay registro en su declaración de los ingresos que habría tenido promocionando empresas en sus cuentas de redes sociales, como por ejemplo N&W Professional Traders, la empresa de Mauricio Novelli que derivó en la estafa $Libra en febrero de este año y en las que también aparece Karina como recaudadora.
Suponiendo que esas cenas fueron efectivamente servicios de consultoría que no declaró y por las que no tributó, el caso podría derivar en evasión fiscal, y abre un nuevo conflicto: el organismo competente para investigarlo sería ARCA, que depende del Poder Ejecutivo. Si fueron fondos de campaña no declarados, cabría una infracción a la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos (Ley 26.215), y la jurisdicción recaería en la Justicia Electoral, una rama del Poder Judicial. Si se comprobara que los aportes influyeron en sus decisiones como diputado, sería un eventual delito de cohecho, enriquecimiento ilícito o abuso de autoridad y debería derivar en una causa penal.
Los anfitriones: Darío Wasserman y María del Pilar Ramírez
La investigación de Ignacio Olivera Doll para Bloomberg da cuenta de que dos de los organizadores más destacados fueron Nicolás Posse y Darío Wasserman. Posse, como se sabe, fue ejecutivo de Corporación América, donde conoció a Javier Milei y forjaron una amistad, y que le sirvió luego para ocupar brevemente -hasta ser eyectado por Karina- el cargo de Jefe de Gabinete durante la presidencia libertaria. Darío Wasserman es no solo un directivo del Banco Nación, es el poder en las sombras detrás del armado de la lista de La Libertad Avanza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Antes de eso tuvo vinculo directo con el macrismo, cuando estuvo al frente de "Garantizar", la aseguradora de las aseguradoras. Además, como desarrollador inmobiliario, fue socio de Francisco Cabrera y de Ignacio Pérez Riba y fue en esa época en la que amasó una fortuna considerable. Conoció personalmente a Milei en 2021, un par de meses antes de que jure como diputado y cuando ya soñaba con la presidencia; pero Milei ya sabía de la existencia de Wasserman desde que éste era presidente de "Consolidar", la sociedad de garantía recíproca de mayor envergadura del país.
Ese mismo año Wasserman consiguió un convenio urbanístico con el gobierno macrista de la ciudad de Buenos Aires que le permitió duplicar la superficie constructiva de una torre en Arcos al 1800. Una estimación conservadora indica que ganó casi diez millones de dólares con la maniobra.
Los vínculos de Wasserman con el universo político no se limitaban a Cabrera y otras figuras del macrismo: también tenía trato con Sergio Massa, con algunos sindicalistas, especialmente de la UTA, y con empresarios del sector. Junto a Lule Menem, también un amigo de muchos años y en la actualidad de enorme ascendiente sobre Karina Milei, Wasserman intentó continuar en el mundo de los seguros, un negociado que cruza todas las ideologías y que se frustró por la denuncia que hizo Osvaldo Giordano antes de que lo eyecten del gobierno.
Se alineó con el entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien también había organizado algunas cenas de recaudación con Javier Milei entre 2021 y 2023. Su buena llegada al macrismo hizo que Javier Milei y Karina le confiaran la relación con el oficialismo porteño que no se limitaría a solo cuestiones políticas o legislativas pero además, lo nombraron vicepresidente del Banco Nación, desde donde maneja una enorme caja publicitaria.
Carlos Pagni, en nota de "La Nación", sostiene que "Wasserman habría negociado con Jorge Macri una cantidad de renovaciones de contratos de distintos sectores con el gobierno porteño a cambio de algunas promesas de Jorge Macri —Wasserman como desarrollador de real estate—que no se cumplieron. Esto, que es bastante oscuro, muy “casta”, parece estar en el trasfondo del enojo de La Libertad Avanza—Karina Milei, Pilar Ramírez y Wasserman—contra Jorge Macri. Amistades que se rompieron en un terreno que es el menos presentable habitualmente en la política: el del dinero, el terreno crematístico."
Las cenas recaudatorias hicieron que Javier y Karina no solo traben amistad con Darío Wasserman, sino con su esposa, María del Pilar Ramírez que antes de casarse con él, fue su secretaria. Abogada por la Universidad de El Salvador, con un posgrado en Políticas Públicas de Flacso, Ramírez nació en Zárate hace 47 años, donde su padre tenía una inmobiliaria y su madre era maestra. Con Wasserman tiene dos pequeños hijos.
Ramírez ingresó a la política como asesora de María Eugenia Leguizamón, que acababa de ingresar a la Legislatura porteña por Encuentro por la Ciudad, el frente conformado por Gustavo Beliz y Domingo Cavallo; allí trabajó junto a Federico Salvai, años después jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, y su esposa, Carolina Stanley, futura ministra de Desarrollo Social de Mauricio Macri.
Con los nuevos aires que soplaron en 2003, Pilar -como la conocen- se sumó al equipo del secretario de justicia Abel Ortiz de Fleitas, exjuez federal, exfuncionario menemista y exlegislador porteño por el cavallismo; luego retomó labores con Leguizamón cuando esta entró al Senado. En 2006 asumió la gerencia de Asuntos Institucionales de Provincia Seguros, cuando Daniel Scioli asumió como gobernador y ella tenía buen vínculo con Florencio Randazzo. De 2008 a 2016 fue personal de Aerolíneas Argentinas, convocada por Julio Alak, como ella misma reconoció, "porque era buena laburando", y agrega: "Siempre trabajé en las segundas o terceras líneas. Estuve en todo el rebranding de la compañía, en el ingreso a Sky Team. Nunca milité: coincidí con La Cámpora”, se defiende la libertaria.
En la "orga" coinciden con ella: “Tuvo un rol técnico, nunca militó ni tuvo participación política alguna en nuestro espacio”, sentenció una fuente que trabajó codo a codo con Recalde en la firma y la agrupación al portal "La Política Online". Con el gobierno macrista ella mantuvo su puesto, aunque la despidieron en julio de 2016 por manejos irregulares de la pauta publicitaria, aunque la empresa nunca ratificó ni formalizó denuncia alguna. En 2023 Ramírez le ganó un juicio a la Aerolínea por calumnias e injurias, además del juicio por despido.
Cuando organizaba las cenas en su casa, sin salmón y con bifes de chorizo, Ramírez trabajaba en el gobierno de Alberto Fernández, más precisamente en el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, el organismo que Luis Caputo anunció que cerraría por ser un "antro de corrupción".
Con el recambio legislativo y por orden de Karina, Ramírez reemplazó a Ramiro Marra, quien fue expulsado también por orden de la hermana presidencial; y por acuerdo con Macri los libertarios se quedaron con la Comisión de Planeamiento, por donde pasa la discusión del Código Urbanístico, tan del interés de Wasserman, que quiere construír una torre en un enorme garage de Avenida Córdoba y Reconquista y que necesita pase el filtro, hasta ahora negado.
María del Pilar Ramírez hoy no solo es la presidenta de La Libertad Avanza en CABA, sino la presidenta del bloque de legisladores porteños, y junto a su marido la responsable del armado de la lista en vistas a las próximas elecciones y la directora de campaña. Precisamente para uno de los actos de Karina, se usaron camionetas del Banco Nación que mandó Wasserman.
¿Una denuncia por extorsión?
El 3 de abril el comunicador Augusto Grinner, conocido en las redes sociales como "Depe", publicó lo siguiente en su cuenta de X:
Mis fuentes me pasaron una información interesante de por qué @KarinaMileiOk le da tanto poder a @PilarRamirezmpr, por qué le permite armar las listas como le parece.
¿Se acuerdan del caso K de "La Rosadita", el video donde se los ve contando guita de orígenes oscuros? Resulta que Darío Wasserman (esposo de Pilar Ramírez) le dio MUCHA guita a LLA para la campaña de 2023, por eso entra Pilar Ramírez, y esto es un hecho.
Y según parece, el origen de esos fondos es OSCURO; ¿y cuál es el problema?, que parece que Wasserman tiene un video de la propia KARINA MILEI símil "La Rosadita", contando esa guita en efectivo.
Es decir, esto sería: un grupo de kirchneristas tienen atada a Karina y a @JMilei con un video, los tendrían EXTORSIONADOS.
Por eso arman listas traicionando a toda la militancia, y llenándola de kirchos y larretistas que Pilar Ramírez y Darío Wasserman piden que pongan. Porque, de no hacerlo, publicarían el video de Karina.
Pero aún más interesante:
@JMilei NO SABE DE LA EXISTENCIA DE ESTE VIDEO, KARINA SE LO OCULTÓ. Y como yo no soy un sorete arrastrado, quiero que el Presidente esté al tanto, así que pueden ayudarme arrobándolo mil veces, así le llega la información.