Mauricio Macri rompió el silencio y expuso su rechazo al pliego propuesto por el gobierno. El PRO, su aliado más cercano, algunos radicales y hasta un senador libertario rechazan la designación que debe conseguir dos tercios de los votos en el recinto. La casta peronista, radicales dialoguistas y bloques provinciales con la chance de darle a Javier Milei dos bancas en la Corte.

“No estoy de acuerdo con la postulación de Ariel Lijo, se lo dije a Milei. Lo más importante es la confianza. Que cuestionen la Corte Suprema no está bueno”, dijo el ex presidente y líder del PRO en su reaparición pública de esta semana. La frase retumba en el Senado en el mismo mes en que comenzarán las audiencias públicas con los dos candidatos del Gobierno, Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.

“El PRO va a votar en contra, la mayoría, aunque hay algunos que están pensando de otra manera”, aseguró el ex presidente y se sumó al rechazo de la vicepresidenta Victoria Villarruel que en una entrevista con TN también había dejado en claro su rechazo y hasta criticó el rol de Lijo en la causa de su asesora Claudia Rucci.

A la vice, también se sumó un senador de La Libertad Avanza que desde el primer día de gestión avisó que iba a ser un libre pensador. El formoseño Francisco Paoltroni apuntó contra el actual juez federal por su conexión política con Gildo Insfran. Lijo apartó de la causa Ciccone al gobernador de Formosa y envió una parte al fuero provincial.

Además de estos, ya es conocida la postura de la radical Carolina Losada que en reiterados posteos en sus redes comentó su negativa al pliego que envió el Gobierno. Además, podrían sumarse otros correligionarios como el patagónico Pablo Blanco. Los otros 11 senadores, aún mantienen expectativa y deben definir internamente como responderá el bloque.

De quién depende entonces

La designación de un juez de la Corte Suprema debe pasar por audiencias públicas en la comisión de Acuerdos que conduce la larretista Guadalupe Tagliaferri, tanto Ariel Lijo como Manuel García Mansilla cumplirán este paso el 21 y 28 de este mes.

Luego, con el dictamen de la comisión, deberían obtener los dos tercios de los votos en el recinto. Es decir, un mínimo de 48 votos del total de 72 senadores que componen la Cámara alta.

De las 6 bancas del PRO, 5 responderán con seguridad al llamado de Mauricio Macri y resta saber qué hará Tagliaferri que ya mostró autonomía hasta último momento en la discusión por Ley Bases. A estos, hay que sumar al libertario Paoltroni y a los dos díscolos radicales. Un total de 10 votos si sumamos a la cordobesa Alejandra Vigo que ya expresó su rechazo a que no se respete un cupo femenino en la propuesta oficialista.

En el bolillero quedan 62 votos para alcanzar los 48 necesarios. Pero, más de la mitad son de un solo bloque: Unión por la Patria. Sin el apoyo de un número importante de los 33 peronistas, ninguno de los dos nombramientos avanzará. Por eso, en el oficialismo no hace mella la presión macrista.

En el bloque que conduce el formoseño José Mayans, repiten que aún no hay decisión sobre el tema. Mantienen en absoluta reserva el accionar de cara a lo que se viene. Cada vez que un senador se expresa en público repite que no han hablado internamente. En off, todos repiten que el oficialismo esta cerca de tener los votos. 

Además, el Gobierno viene de mantener buena sintonía con los peronistas ex Frente de Todos, Edgardo Kueider y “Camau” Espinola, con los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, con la rionegrina Monica Silva y la tucumana Beatriz Avila. Todos votaron a favor Ley Bases y recibieron en las últimas semanas guiños en distintas áreas, la última fue Silva con la planta de GNL para Rio Negro.

Son 6 bancas a las que habría que sumar a los aliados federales que conduce el salteño Juan Carlos Romero. Nueve firmas en total para sumarse a las seis libertarias, un total de 15 que si hay un pronunciamiento afirmativo de UxP habrá match para los candidatos a la Corte.

Por eso, más allá de las definiciones si el Gobierno mantiene la muñeca dialoguista con los gobernadores como mostró y sigue firme en su postura de negociar con el peronismo y hacer oído sordo a las criticas de los ex Juntos por el Cambio, se puede quedar con lo que quiere. En Casa Rosada no se hacen eco de lo que dijo Macri con la certeza que la calculadora en la mano les da motivos para seguir por el mismo camino.