La Cámara de Senadores de la Nación aprobó la movilidad jubilatoria gracias al apoyo del PRO. La medida significó un nuevo golpe para el Gobierno de Javier Milei, tras el rechazo en Diputados al proyecto que le otorgaba fondos para la SIDE. La iniciativa plantea la combinación entre el IPC y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), con un ingreso extra del 8,1% para jubilados. Desde el gobierno anticiparon en junio que, de aprobarse la Ley, la van a vetar. En ese momento, el mandatario llamó “degenerados fiscales” a los legisladores. 

Todo lo que vaya en contra del equilibrio fiscal y de las cuentas públicas, que es nuestra columna vertebral, se va, por supuesto, a vetar, afirmó el vocero presidencial Manuel Adorni durante su conferencia de prensa de hoy. Mientras tanto, el presidente Javier Milei replicó una publicación del subsecretario de prensa Javier Lanari, en donde señaló: “El equilibrio fiscal es la columna vertebral del plan económico. Todo lo que ataque eso se va a vetar”, y agregó: El ‘costo político’ no lo va a pagar el que avisó que lo iba a vetar. Lo van a pagar los degenerados fiscales”.

X de Javier Lanari

Qué implica el veto presidencial

El veto es una herramienta constitucional que permite al Poder Ejecutivo impedir la promulgación de una ley aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Nación. Una vez aprobada una ley, el presidente tiene varias opciones dentro de los diez días hábiles de su sanción. Por un lado, puede promulgar la ley a través de un decreto o la “promulgación de hecho”, que se realiza automáticamente al cumplirse el lapso de diez días hábiles estipulado. En ambos casos, la norma se publica en el Boletín Oficial y entra en vigencia. 

En tanto, el presidente tiene también la posibilidad de vetar la ley en forma parcial o total. En el primer caso, puede promulgar parcialmente la parte no vetada, siempre y cuando no desvirtúe el espíritu de la iniciativa sancionada en el Congreso. En caso de optar por esta opción, el proyecto debe volver al Congreso, que decidirá su futuro. 

Una vez que la iniciativa regresa al Legislativo, las cámaras deben decidir si aceptan el veto presidencial y no vuelven a tratar el proyecto, o si insisten y vuelven a votar sobre el proyecto. En caso de que se logren los dos tercios en ambas cámaras para anular el veto, la ley se promulgará incluso sin la aprobación del presidente. Para alcanzar esto se requiere una mayoría especial muy exigente, que necesita de un importante consenso legislativo. 

Según el artículo 83 de la Constitución Nacional, “Las votaciones de ambas cámaras serán en este caso nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes como las objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de aquel año”.

Los presidentes con más vetos 

Desde el regreso de la democracia en 1983 se vetaron más de 300 leyes. El presidente que hizo uso más veces de esta herramienta fue Carlos Saúl Menem, con 195 leyes vetadas, sobre un total de 1.548 sancionadas durante sus dos mandatos. En segundo lugar se ubica el radical Raúl Alfonsín, quien llegó a vetar 49 leyes sobre 645 normas sancionadas durante su período como presidente. El podio lo completa Fernando de la Rúa, quien, a pesar de su corto mandato, vetó 46 normas sobre un total de 325 sancionadas. 

En el caso de Eduardo Duhalde, quien ocupó el cargo entre enero de 2002 y mayo del 2023, vetó 37 leyes, sobre un total de 181 sancionadas. Luego sigue Néstor Kirchner, quien vetó 38 leyes sobre un total de 600 sancionadas. Cristina Fernández de Kirchner, en sus dos mandatos, utilizó el veto en 21 oportunidades sobre 909 leyes sancionadas. 

Durante el mandato de Mauricio Macri fueron vetados siete proyectos que habían sido aprobados en el Congreso. Por último, Alberto Fernández utilizó el veto en una sola oportunidad en 2019, a poco de haber asumido la presidencia, luego de que se decretara la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. 

Si Milei decide vetar la reforma de la movilidad jubilatoria aprobada en el Senado, será la primera vez que utilice esta herramienta constitucional. En medio de los cruces entre el Gobierno nacional con el PRO y el expresidente Mauricio Macri, habrá que esperar si logran acordar entre los distintos bloques opositores para alcanzar los dos tercios necesarios en ambas cámaras y anular el eventual veto presidencial