La tentación de modificar la integración de la Corte Suprema de Justicia la han tenido todos los gobiernos desde el regreso a la democracia. Incluso, la cantidad de miembros del Máximo Tribunal ha variado justamente a lo largo de los años debido a los vaivenes y necesidades de la política. En ese sentido, durante las últimas semanas, el oficialismo jugó a través de trascendidos con la posibilidad de ampliar la escueta integración actual.

Sin embargo, Guillermo Francos afirmó esta semana que "no está en análisis la ampliación de la Corte Suprema", negando los rumores que circulaban sobre posibles negociaciones con el kirchnerismo para modificar la composición del máximo tribunal. En una entrevista en el programa A Dos Voces, el funcionario desestimó la posibilidad de que el gobierno esté trabajando en un acuerdo político para sumar más jueces a cambio de la aprobación del pliego del juez Ariel Lijo como integrante de la Corte.

No obstante, el jefe de Gabinete aclaró que esto no significa que el tema esté completamente fuera de la agenda a largo plazo, señalando que "es un tema que se ha abordado muchas veces y que puede retomarse paso a paso". De esta forma, dejó abierta la puerta a una eventual discusión futura sobre la composición de la Corte.

El debate sobre la ampliación del tribunal supremo no es nuevo en la política argentina. En 2022, durante la presidencia de Alberto Fernández, se presentó un proyecto impulsado por gobernadores peronistas que proponía llevar el número de jueces de la Corte a 25, uno por cada provincia. Aunque esa propuesta fue finalmente modificada y reducida a 15 jueces, no logró avanzar en la Cámara de Diputados. Este antecedente es clave en el contexto actual, donde la cuestión sigue generando tensiones entre las distintas fuerzas políticas.

Actualmente la Corte Suprema tiene cuatro integrantes: Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz. La quinta vocalía está vacante desde la jubilación de Elena Highton de Nolasco, durante la presidencia de Alberto Fernández, que nunca propuso ni siquiera una candidata. Cabe resaltar que Milei propuso para ese puesto a Lijo mientras García Mansilla ocuparía el lugar de Maqueda, que en diciembre de este año cumple 75 años.

¿Cómo llegaron los actuales integrantes a la Corte Suprema?

Diciembre de 2015. Apenas cuatro días después de haber asumido la presidencia, Mauricio Macri dictó el decreto 83/2015, donde designó “en comisión” a los por entonces candidatos Rosenkrantz y Rosatti. La decisión generó malestar incluso dentro de los aliados al PRO y fue rechazada por la oposición. Una semana después, incluso hubo una cautelar que suspendía los efectos del decreto.

Finalmente y tras la polémica, ambos fueron al Senado para cumplir con el trámite constitucional. Rosatti juró como miembro de la Corte el 29 de junio de 2016, tras haber conseguido 60 votos afirmativos. Rosenkrantz lo hizo el 22 de agosto del mismo año, con el apoyo de 58 votos.

Rosatti y Rosenkratz se convirtieron luego en presidentes de la Corte, terminando con lo que fue más de una década de gestión de Lorenzetti. Rosatti fue considerado como Macri como un error y tildado de populista. Tampoco hubo “buena onda” con el gobierno de Alberto Fernández y no la hay con la gestión mileista: Javier Milei ya se ha enfrentado con el actual presidente, al que considera parte de “la casta”.

El supremo que supo ser presidente de la Corte por 11 años llegó en medio de lo que fue la renovación del Máximo Tribunal llevada adelante por el gobierno de Néstor Kirchner para dejar atrás la Corte de la mayoría automática. En diciembre de 2004, el acuerdo de Lorenzetti fue aprobado por 50 senadores de todas las bancadas y solamente el voto en contra de José Luis Zavalía, de la UCR de Santiago del Estero.

Idoneidad, transparencia, independencia judicial fueron algunas de las frases y lugares comunes que se repitieron durante la votación. La única gran contra que había recibido venía desde dos organizaciones católicas: la Asociación Civil Portal de Belén y Mujeres por la Vida de Córdoba, que lo acusaban de “pro-abortista”, al igual que lo habían hecho con Carmen Argibay y Elena Highton de Nolasco. Las dos organizaciones siguen vigentes e incluso judicializaron la ley de interrupción legal del embarazo.

Ante esos cuestionamientos, Lorenzetti se declaró en 2004 como “claramente a favor de la vida humana”. “La Constitución y todos los tratados internacionales a los que adhirió la Argentina son muy claros al considerar que la vida humana empieza desde la concepción”, dijo el por entonces abogado. Lorenzetti fue después parte de la mayoría que firmó el fallo F.A.L que convalidó la legalidad del aborto por la causal violación.

Actualmente, el supremo es quien más diálogo tiene con el gobierno libertario. En Tribunales están seguros de que la candidatura de Ariel Lijo vino directamente como sugerencia de Lorenzetti.

Maqueda, el más antiguo

En 1973, un joven y todavía no abogado Juan Carlos Maqueda ingresó al Poder Judicial de Córdoba. En 1977, se recibió en la Universidad Católica de Córdoba bajo la especialización en Derecho Constitucional y Ciencia Política.

A partir de ahí, Maqueda se volcó a la política: fue diputado provincial durante los 80 y luego  diputado nacional entre diciembre de 1991 y julio de 1999. También formó parte de la histórica reforma constitucional: fue convencional constituyente entre mayo y agosto de 1994.

Su recorrido legislativo político lo llevó a ser senador nacional desde diciembre de 2001 a diciembre de 2002 y específicamente presidente provisional del Senado de la Nación entre enero y diciembre de 2002. En ese mes, y a propuesta de Eduardo Duhalde, llegó a la Corte Suprema. De estricto bajo perfil, transitó más de 20 años conformando mayorías y consolidando una postura jurídica ante todo “dialoguista”.

Maqueda cumple 75 años el 29 de diciembre de 2024. Sin una llamada previa, un mensaje, un aviso, el Gobierno lo despidió con un comunicado en redes. En tribunales resaltan que las formas son importantes y que al supremo aún le quedan nueve meses en el máximo tribunal, con varias causas claves para resolver.