Cajas chinas: el entramado de empresas de Edgardo Kueider con las que lavaría dinero
Edgardo Kueider fue inicialmente acusado de contrabando al ser apresado in fraganti al entrar a Paraguay con 220mil dólares y una llave de criptomonedas que bien podría tener tres veces ese valor en dinero virtual. La investigación, sin embargo, podría derivar en comprobar el delito de "lavado de activos"; si se tiene en cuenta la enorme trama de empresas fantasma en Argentina y en Paraguay en la que el ahora ex senador tendría participación. El detalle de cada una, sus registros, los socios, y la coincidencia no solo de que ninguna tiene actividad ni balances, sino que hay entrecruzamientos societarios de empresas que, además, funcionan en casas abandonadas.
El ahora ex senador Edgardo Kueider usó el nombre de una empresa fantasma como pantalla para comprar varios departamentos. Ese hallazgo abrió una caja de pandora de una multiplicidad de empresas imbricadas, registradas en Argentina y Paraguay, sin ninguna actividad y con domicilios registrados en casas abandonadas.
La primera empresa que aparece a nombre de Kueider es Betail S.A, una agropecuaria que no tuvo ventas ni operaciones comerciales según los balances que presentó de 2019, 2020 y 2021 en la Inspección General de Justicia de la Capital Federal, según datos recabados por la periodista Mariel Fitzpatrick. Luego de esos años, ni un aporte más.
Creada en 2018 con un capital inicial de cien mil pesos, sus primeros socios fueron dos vecinos de San Fernando del que debemos retener los nombres porque volveremos a leerlos: Pascual Jorge Quintero, nacido en 1957, y Pablo Fernando Leonel Beltrán, que nació en 1995. Los dos solteros y comerciantes menores, de un día a otro decidieron dedicarse a la “venta de ganado bovino en pie” y “producción de semillas de cultivos agrícolas”, según el registro en la ex AFIP. Desde entonces y a pesar de registrar “cero ventas” y “cero costos por la compra de mercadería”, mantuvieron la sede de la empresa, muy lejos de San Fernando, en la calle Ercilla 6288 en el barrio porteño de Liniers.
En diciembre de 2019 aparece Kueider en Betail S.A. Es cuando compra el 50% de la empresa, asociado con su amigo y puntero político de Concordia, además empleado de planta permanente de la Biblioteca del Congreso, Rodolfo Daniel González quien, cuando Kueider asumió como senador, pasó a trabajar en su despacho. Pero González, quizá por exceso de actividades, no retuvo la sociedad sino que poco después vendió su parte a un primo de Kueider que por entonces vivía en España y se dedicaba a la albañilería.
Decimos exceso de actividades porque González también es presidente de la empresa Iceler SA, creada en junio del 2023, e inscripta en la Ciudad de Buenos Aires para la explotación de servicios de comunicación audiovisual y radiodifusión, y de tecnologías de la información (TICs); y aparece también en otras dos sociedades: NEOPOP SA, una agencia de promotoras publicitarias donde fue designado presidente en 2019, y en la Arrocera Los Colonos, que constituyó en 2010.
Ernesto Javier Rubel, el primo que como el hijo pródigo volvió a la Argentina, pasó del fratacho a firmar los balances de la empresa, como responsable del 50% de Betail y fungido como presidente hasta comienzos de este año, cuando una denuncia por abuso sexual puso fin a la sociedad y su mitad volvió a ser comprada por Rodolfo Daniel González. Curioso pasamanos para una empresa que jamás funcionó.
Sin embargo, y a pesar de no tener ingresos ni egresos, Betail S.A es dueña de tres departamentos y dos cocheras en el edificio "Live", de Santiago del Estero 511 de Paraná. La firma posee tres unidades: el 6toD, el 6toE y el 13A. Hasta hace unos pocos meses las expensas llegaban a nombre de Betail, aunque luego pasaron a figurar a nombre de Iara Guinsel Costa, la secretaria o pareja de Edgardo Kueider y que cayó presa con él en Paraguay.
El edificio es propiedad de Claudio Tortul, un empresario que estuvo preso por una investigación sobre el presunto pago de sobornos a empresas y organismos públicos por parte de la firma de seguridad Securitas para obtener contratos de vigilancia privada.
Tortul es vecino de Kueider, ya que es dueño de la Unidad del 13 ″B”, frente a uno de los departamentos propiedad de Betail SA, así como de otro en el 10 “B” de ese mismo edificio, y de otras dos cocheras.
¿Cómo justificaron que una empresa sin rentabilidad pudiera comprar propiedades? Por un “préstamo” de los socios y de un acreedor no identificado para invertir en en "Fideicomiso Santiago Tejeiro", la constructora de Paraná que construyó el edificio "Live" donde están los departamentos.
Por estas propiedades, Betail S.A. y Kueider están siendo investigados por la Justicia de Concordia en un expediente que impulsa el fiscal José Arias; y por la Justicia Federal, en otras causa que tramita en el Juzgado de San Isidro, a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado.
Mientras tanto la esposa de Kueider, Liliana Rosa Di Lello, promocionaba en sus redes sociales departamentos para alquiler temporario en el edificio "Pancho Ramírez", en Concordia, que se sumarían a la larga lista de propiedades del matrimonio para su venta o alquiler.
Con su hijo Haidar Iván, Edgardo Kueider fundó el 5 de diciembre de 2022 Edekom S.A, una empresa de desarrollo de software, e-comerce y plataformas virtuales, con sede en una oficina de la Avenida Cerrito de Capital Federal, aunque ambos declaran domicilios en Concordia.
Pero retomemos la conformación societaria de Betail y la dirección de la empresa. Originalmente de Quintero y Beltrán, este último se mantiene en el directorio junto a González hasta 2020, cuando finalmente asumen Kueider y Rubel. La dirección de la empresa siempre fue la misma desde su creación: Ercilla 6288 en el barrio de Liniers que lejos está de parecer un sitio de oficinas, o de al menos algo que funcione allí: es una casa abandonada que está en venta desde que los dos hermanos que la habitaron durante toda su vida, uno de ellos chapista de oficio, fallecieron.
Pablo Federico Leonel Beltrán, el comerciante sanfernandino que en 2018 fundó Betail, creó también en 2019 otra empresa, esta vez de servicios de salud, Belfar S.A, junto a un amigo de Virreyes, Pablo Javier Farías. La sede de la empresa también está en una vieja casa abandonada de Liniers, en la calle El Carpintero 6815. Belfar S.A no tiene registrada ninguna actividad desde su creación.
La casa abandonada de Ercilla 6288 donde funciona Betail, la empresa del ex senador, también es sede de otras empresas. Una de ellas es Distriber 365 S.A, dedicada a la distribución y almacenamiento de todo tipo de productos, desde comestibles a muebles, que es propiedad de también otras dos personas de San Fernando: Claudio David Teliz, nacido en 1983, y Alfredo Enrique Biviani, del 2000. La empresa, por supuesto, tampoco tiene ninguna actividad y fue creada también en octubre de 2019. La otra es Picca Global Tour, una empresa de turismo que no está registrada en AFIP y que solo tiene una página web de promoción de paquetes de viajes, cuya sede está en Ercilla 6288 donde, por supuesto, no podrían atender a nadie.
En Paraguay
Iara Guinsel Costa declaró que el dinero que llevaban en la mochila cuando los atraparon in fraganti era de una empresa constructora, Golsur, con sede en Asunción, de la que ella es accionista desde el 15 de octubre de este año, o sea, hace solo dos meses, justo un día después del último viaje del ex senador a tierras guaraníes.
Y como las del barrio de Liniers, allí también hay empresas fantasma, cuya "venta" parece estar más organizada. En Paraguay se registran nombres de empresas legales amparadas por una arquitectura institucional que permite que a través de ellas se lave dinero. Hay agencias específicas donde se venden registros de empresas inexistentes, por caso "Csap Asesoría", donde en hay un registro de empresas en stock, entre ellas "Golsur", que fue vendida el 7 de abril de 2020, el mismo día de constituída.
Golsur tiene una página web de diseño modesto, pero lo que más se destaca en ella, donde promocionan grandes construcciones viales, desarrollos de edificios inteligentes y diseños de lujosos barrios privados; es que no aparece ninguna referencia a alguna obra realizada, ni dirección de la empresa, ni un teléfono siquiera a donde llamar. Mucho menos quienes son los arquitectos, ingenieros y responsables de la misma. Tímidamente aparece, como único recurso, un correo electrónico en tal "Javier" a secas, que pertenece a otra empresa llamada "Furicor". Cuando buscamos "Furicor" encontramos que también es una empresa fantasma que fue vendida el 16 de febrero de 2021 por Csap Asesoría" y que literalmente no existe.
El responsable de Golsur y que habría sido quien autorizó a Iara Guinsel Costa a operar bienes de la compañía es José Fernando Cousirat, un paraguayo de 33 años del que se ignora trabajo alguno y que en septiembre estuvo con su familia de paseo por Bariloche. Cousirat, además aparece como responsable de dos compañías más además de Golsur: "Sedumar", una exportadora de soja sin actividad desde 2011; y "Exclusiva Py", una inmobiliaria que vende departamentos de pozo que promociona por Facebook e Instagram con tanta precariedad que ni siquiera escribieron bien "Inmobiliarias" en su flyer, sino "Inmobilirias".
Si la justicia investigase este conglomerado de empresas nacionales y extranjeras en las que de uno u otro modo está involucrado Kueider, la imputación bien podría ser la de "lavado de activos", además de las investigaciones por tentativa de contrabando, enriquecimiento ilícito y posible cobro de sobornos. Al haber sido capturado in fraganti delito, los fueros de senador se esfuman inmediatamente, pero con el desafuero legitimado además por su expulsión del Senado, ya no hay obstáculo alguno para que la Justicia pueda desenmarañar este juego de cajas chinas empresariales del que por el momento, parece solo haber asomado una parte.