Como siempre, gran parte de nuestra riqueza depende de la lluvia y el viento, y si en los próximos 15 no se producen lluvias en la zona núcleo, la posibilidad de alcanzar una cosecha total de 143,2 millones de toneladas, casi 10% por encima de la campaña anterior, comienzan a esfumarse.

Un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario dio cuenta que “La sequía sigue avanzado y el área bajo esa condición pasó de un 64 a 72%. Mientras tanto, el trigo atraviesa la etapa más crítica de su ciclo, ya que el 45% de los lotes están espigando” y necesitan de la lluvia. 

Hasta mediados de septiembre “las expectativas de rinde todavía promediaban 39 qq/ha para la región. Por la falta agua, se calcula que ya se perdió al menos un 10% del potencial. En el sudeste cordobés el retroceso podría ser mayor, con hasta un 50% del rinde en los peores lotes”, advirtió la BCR.

“Va a seguir cayendo si no hay una rápido cambio del clima”, advierten los agrónomos consultados por la entidad, y todos concuerdan en señalar que “sin lluvias en el corto plazo la situación se agravará”. 

Esta incipiente sequía “sigue complicando la siembra del maíz temprano” y se se necesitarían “lluvias significativas antes del 15/10 para que muchos productores no se pasen a soja sin lograr finalizar la siembra de maíz temprano”. 

En sus primeras estimaciones, la BCR estimó para la campaña agrícola 2024/25, una producción de 143,2 millones de toneladas de granos, lo que representaría un incremento del 9,3% respecto a la temporada anterior.

A los precios actuales, estas estimaciones “sugieren un ingreso de dólares por exportaciones del agro de US$35.500 millones, superando los niveles de los últimos dos años” que fueron de US$ 30.800 millones y US$ 25.700 millones, respectivamente.