Se impone una agenda de "co-gobierno" en Diputados con el PRO sumando protagonismo
En La Libertad Avanza no ahorran agradecimientos al partido amarillo luego del apoyo en los dos vetos presidenciales. Para evitar futuros roces, el presidente Martín Menem se apoya en Cristian Ritondo para el rumbo de los futuros temas a discutir en la agenda del oficialismo. El bloque PRO marca la cancha a Federico Sturzenegger. Festejos medidos en el tercer tiempo tras la sesión por el financiamiento universitario.
“Quiero AGRADECER EXPRESAMENTE a cada uno de los diputados nacionales del @proargentina @prodiputados que ayer brindaron no solo su apoyo en la ratificación del rumbo del gobierno, sino que también nos respaldaron con propuestas superadoras respecto al presupuesto universitario”, dijo este jueves el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
El mandamás de la Cámara baja hizo lo propio con el diputado fueguino Héctor “tito” Stefani y extendió “el agradecimiento” ya que “no pudo asistir, pero que a través de su equipo nos hizo llegar su apoyo incondicional”. El patagónico se ausentó de la sesión por motivos de salud.
El mensaje del titular de Diputados no es casual, surge tras una semana de tensiones entre el PRO y la Casa Rosada para inaugurar otro momento de la relación política en el parlamento. “Ahora cada tema va a tener que pasar por el aval de Cristian Ritondo”, aseguran fuentes parlamentarias con acceso al principal despacho de la Cámara baja.
La supervisión del bonaerense tiene como objetivo saltear a un funcionario del Gobierno que suele meterse en la agenda del parlamento con sus múltiples y extensas iniciativas. El ministro de Modernización, Federico Sturzenegger, y su ley hojarasca deberá pasar el filtro del titular del bloque PRO.
En concreto, la mesa de trabajo entre La Libertad Avanza y el PRO ya venía funcionando con encuentros los lunes pero las asperezas aparecían cuando funcionarios del Gobierno querían colar temas sin avisar al estratégico aliado en el parlamento y pisaban proyectos de diputados del PRO. “No es un co-gobierno pero si vamos a trabajar en una agenda de co-gobierno”, afirman desde las filas libertarias. La búsqueda es repetir lo que paso con el proyecto de declaración de esencialidad en la educación, iniciativa surgida de la bancada amarilla. El diálogo es permanente.
Aunque el festejo fue medido, una simple reunión de rutina en el salón Bajo Recinto entre los lideres de ambos espacios, la satisfacción por haber conseguido un tercio para frenar la insistencia por la ley de financiamiento universitario no se oculta en LLA. El partido, a diferencia de lo que pasó con la movilidad jubilatoria, arrancó con desventaja en los primeros días pero en un trabajo de hormiga, logró revertir la tendencia. Partido luchado que se gana se disfruta más.
En este contexto, el gran objetivo en el horizonte es el Presupuesto 2025. El rol clave del PRO contrasta con el resto de los bloques de la oposición. El oficialismo sigue contando al bloque UCR como un posible aliado en busca de las firmas y los votos para poder sancionar la “ley de leyes”.
En LLA le pasan factura al bloque Encuentro Federal, y puntualmente a Miguel Pichetto, por la ruptura en el recinto del acuerdo de Labor Parlamentaria que terminó con el emplazamiento de comisiones para discutir una reforma a la ley de DNU. “Si Massot se siente más cerca del kirchnerismo que haga como Massa”, ironizaron por los pasillos del palacio legislativo voces de la bancada libertaria.