Quiénes son los jueces de Comodoro Py que fueron recibidos por el Papa Francisco
El Sumo Pontífice se reunió en una audiencia privada con los magistrados Mariano Borinsky, Daniel Petrone y María Eugenia Capuchetti para abordar temas de relevancia institucional, como la reforma del Código Penal y la implementación del nuevo sistema acusatorio penal en Argentina.
El Papa Francisco recibió en la Biblioteca del Vaticano a tres figuras clave del sistema judicial argentino: Mariano Borinsky, Daniel Petrone y María Eugenia Capuchetti. Los magistrados, que ocupan roles prominentes dentro de la Cámara Federal de Casación Penal y la Comisión de Reforma del Código Penal, se reunieron con el Sumo Pontífice para discutir una serie de temas de gran relevancia para el futuro de la justicia en Argentina.
El encuentro, que duró aproximadamente 45 minutos, se centró en la necesidad de reformar tanto el Código Penal como el Código Procesal Penal Federal. Estas reformas buscan “mejorar la eficacia en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción y otros delitos graves como la trata de personas y el cibercrimen”. El Papa Francisco, quien ha seguido de cerca la situación en Argentina, expresó su acuerdo con la urgencia de estas renovaciones legales.
Mariano Borinsky, presidente de la Cámara Federal de Casación Penal y vicepresidente de la Comisión de Reforma del Código Penal, es una figura destacada en el ámbito judicial argentino. Ha estado a la cabeza de importantes iniciativas destinadas a modernizar el sistema penal del país, y su presencia en esta audiencia subraya la importancia de los temas tratados.
Por su parte, Daniel Petrone, vicepresidente de la Cámara de Casación Federal, también ha tenido un papel fundamental en la implementación del nuevo sistema acusatorio penal. Este sistema, que busca agilizar los procesos judiciales y mejorar la transparencia, es visto como un paso crucial para fortalecer la justicia en Argentina.
María Eugenia Capuchetti, jueza federal y vicepresidenta de la Comisión de Reforma del Código Penal, se unió a la discusión en el Vaticano en medio de un contexto de controversias en su carrera. Capuchetti ha sido objeto de críticas y denuncias, especialmente en relación con su manejo del caso del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El encuentro con el Papa Francisco fue coordinado por el obispo castrense Santiago Olivera, una figura conocida por su postura crítica hacia los juicios de lesa humanidad y su apoyo a los represores detenidos. La participación de Olivera en la organización de esta reunión ha generado especulaciones sobre las posibles implicancias de la audiencia, tanto en términos legales como políticos.
Después de la audiencia con el Papa, los jueces se reunieron con Pablo Beltramino, embajador argentino ante la Santa Sede, en una conversación que mantuvo el tono institucional del encuentro anterior. Además, se programó una mesa de trabajo con Giovanni Tartaglia Policini, Consejero Político del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, para profundizar en las cuestiones tratadas.
Este encuentro en el Vaticano ocurre en un momento de tensiones en Argentina, especialmente en lo que respecta a la revisión de las condenas por crímenes de lesa humanidad. La participación de los magistrados en esta audiencia podría influir en la percepción pública y en el curso de las reformas judiciales propuestas.
La visita de los jueces a Roma, y su recepción por parte del Papa Francisco, marca un hito en las discusiones sobre el futuro del sistema judicial argentino. Con la justicia en el centro del debate político, la reunión podría tener repercusiones significativas en el desarrollo de las reformas y en la protección de los derechos fundamentales en Argentina.