El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, está convencido de que el gobernador Axel Kicillof debe ser el próximo candidato a presidente del peronismo. Así lo hizo (y lo hace) saber cada vez que tiene una oportunidad. Y si no se las busca. El reciente plenario realizado en Lanús, territorio donde manda Julián Álvarez (La Cámpora), reactivó una puja interna que nunca llegó a desactivarse entre los dirigentes que promueven al mandatario provincial y quienes forman parte de la organización que lidera Máximo Kirchner. ¿Pero qué hay más allá de las rencillas internas por la conducción?

Ferraresi está dispuesto a todo en su camino por consolidar a Kicillof como principal referente de la oposición nacional y como conductor del armado interno. Su grupo de apoyo incluye la fuerza de los ministros de Gobierno, Carlos Bianco, y de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Larroque, y de otros intendentes de peso como Fernando Espinoza (La Matanza), Julio Alak (La Plata) y Mario Secco (Ensenada), entre otros. Todos detrás del mismo lema: Kicillof 2027

Qué hay detrás de la pelea entre Ferraresi y Mayra Mendoza: puja por la Provincia y armado 2025

Pero como es sabido no todos piensan lo mismo. Mientras hoy buena parte del peronismo piensa como entonar “nuevas canciones”, a través de un justicialismo que vuelva a las fuentes y que permita mayor apertura hacia otras fuerzas, desde La Cámpora toman el avance como una declaración de guerra interna hacia la figura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La visita de Ferraresi a Lanús profundizó la crisis. Se trata de la segunda vez en una semana que el jefe comunal “pisa” un distrito comandado por La Cámpora y también la segunda oportunidad que realiza un acto en el distrito de Álvarez. La vez anterior fue Quilmes. Y la “osadía” le costó un insulto de parte de la intendenta local, Mayra Mendoza. “Sos un cagón”, fueron las palabras elegidas por la jefa comunal ante su par durante la firma de contratos de leasing con el Banco Provincia para financiar la compra de bienes de capital en 10 municipios.

Mendoza, al igual que sus pares de La Cámpora, está con bronca. Siente que Ferraresi “está jugando mal", como le dijo a este medio un dirigente de Quilmes. “Ferraresi está llevando la unidad a un punto de no retorno”, sostiene. Y agrega: “No es solo con La Cámpora. Ya le hizo lo mismo a Massa cuando fue a San Fernando”, en referencia a la visita que hizo días atrás el jefe comunal al distrito gobernado por el Frente Renovador que provocó el enojo de los massistas.

“Si empezamos a ver al peronismo en partes, corremos el riesgo de balcanizarnos solos”, le dice a Data Clave un diputado bonaerense. Y añade: “Jorge trabaja, como todos, para que Kicillof sea el próximo presidente. Es el dirigente con mejor gestión. ¿Qué vamos a discutir?”.

En las últimas horas, Ferraresi recogió el guante: "Tenemos que volver al gobierno con un modelo que pueda transformar nuevamente la vida del pueblo. Nuestro apoyo al gobernador Kicillof y a su gestión provincial, es fundamental para garantizar ese futuro próspero".

El sillón de Dardo Rocha

La disputa tiene un punto claro: el armado de listas para el 2025. El kicillofismo quiere posicionar parte de su tropa pensando en el 2027. Pero, además, está armando el camino hacia lo que se viene en la Provincia. Pase lo que pase, como es sabido, el gobernador no tiene posibilidad de volver a postularse en Buenos Aires. Y la mirada está puesta en el sillón de Dardo Rocha.

“Si el acuerdo es Kicillof a Nación, Mayra a Provincia y un intendente en el PJ, no estamos viendo lo que está pidiendo la sociedad", aseguró el mismo diputado. Los intendentes están convencidos que con Kicillof como referente nacional por fin les llegará el turno de encabezar la boleta del medio. Algo que se viene postergando desde hace años y que es una cuenta más que pendiente.

Qué hay detrás de la pelea entre Ferraresi y Mayra Mendoza: puja por la Provincia y armado 2025

Ferraresi fue uno de los dirigentes que provocó que Máximo  salga a adelantar las elecciones del PJ provincial. Algo que propios y ajenos explican que no tendrá demasiados cambios y que resolverá Cristina Kirchner. La puja hoy es por lo que viene. El poskicillofismo en PBA. Y ahí Ferraresi, como Julio Alak y hasta Gabriel Katopodis, son parte de los que se mueven con el fin de posicionarse como una opción clara.

Y para contrarrestar la avanzada, La Cámpora cuenta con una de las cartas más fuertes de su armado: la propia Mendoza. La dirigente más reconocida de la organización, quien ya lleva dos mandatos en el distrito sur y que, de no haber cambios en la actual ley, no podrá volver a presentarse a nivel local.