Puja interna por el 2025 desvió atención del PJ de PBA y el llamado a elecciones de Máximo K quedó en el olvido
Los comicios no se llevarán a cabo el 17/11 como había manifestado en mayo pasado el titular del partido y líder de La Cámpora. La mira puesta en la lapicera para las listas de las legislativas. Y por qué la oposición partidaria tampoco quería adelantar.
El próximo 17 de noviembre el PJ bonaerense no renovará sus autoridades tal cómo había propuesto en su momento, el actual titular del partido, Máximo Kirchner. Es un hecho. Los comicios no se llevarán adelante, pero tampoco se presentaron muchas quejas al respecto. Sucede que desde los diferentes sectores internos del justicialismo no quieren desviar la atención de lo que será la puja por el armado para las legislativas del 2025.
El artículo 18 de la Carta Orgánica provincial es claro sobre este tema: “El Consejo de Partido convocará a los afiliados partidarios a elecciones internas para autoridades partidarias de acuerdo con las disposiciones de esta Carta Orgánica y de las reglamentaciones que a esos efectos dicte la Junta Electoral partidaria, con una anticipación de sesenta (60) días por lo menos a los comicios".
Ese plazo ya se venció. Por ende, de no haber cambios, las elecciones volverán a su tiempo ordenado: en diciembre de 2025. Cabe recordar que la intención de Máximo era adelantar un año la realización de los comicios. Algo que, desde las diferentes corrientes, no acompañaron.
En los hechos, el presidente del PJ de PBA buscó “correr” a quienes cuestionaban su rol con la idea de cambiar la fecha. Un plan que también conllevaba la necesidad de renovar las autoridades municipales. Se trató, en concreto, de la forma que encontró el titular del partido de ir por más para intentar detener la fuerte avanzada que se daba desde diversos sectores hacia adentro.
En mayo pasado, el PJ bonaerense emitió un comunicado con la firma de su titular en que anunciaba la convocatoria a elecciones internas para elegir las nuevas autoridades para el próximo 17 de noviembre. “Al asumir la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires por pedido de la inmensa mayoría de los y las intendentes -convalidada por la votación de los congresales-, expresé la intención de que quien me sucediera en la responsabilidad, fuese producto del voto de los afiliados y afiliadas”, aseguró.
Su principal espada en el Conurbano, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se sumó. "Creo que todos los que pidieron elecciones se tienen que presentar", manifestó entonces. “Piden democratizar los ámbitos y cuando está la definición política de hacerlo también se quejan. Son la Gata Flora”, atacó.
Y agregó que “ahora habrá que escuchar a quienes habían pedido conducir el PJ y a quienes habían señalado un montón de cosas al actual presidente. No solamente que manifiesten la voluntad de ser, sino para qué y qué contenido le van a dar a este partido”.
Sin tinta en la lapicera
Sin embargo, todo quedó en la nada. La interna entre los que alientan en favor de colocar al gobernador como principal conductor del peronismo y La Cámpora se llevó los flashes. Y hoy las cartas ya están jugadas para dar comienzo al primer mano a mano entre ambos espacios con el fin de determinar cómo se resolverá el armado de listas para el 2025.
La pelea por la lapicera es concreta. Y ya no hay muchas vueltas a la hora de exponerlo. Como dijo Mario Secco, jefe comunal de Ensenada, “las listas las va a armar el gobernador y su mesa chica”. Se trató, claro, de una declaración sanguínea. De una expresión de deseo que, hoy por hoy, no es real.
Como es sabido, Cristina Fernández está detrás de todo el armado. Y Máximo pretende que eso no cambie. La crítica desde el kicillofismo es contundente. Como ya manifestó el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, “se perdieron 6 de las últimas 8 elecciones” con esa fórmula. Incluso, el ministro de Desarrollo para la Comunidad de PBA, Andrés Larroque, también aclaró que “debilitar a Axel es ser funcional a Milei”.
Lo cierto es que no son los únicos actores comprometidos. Además de aquellos que ya se acomodaron en alianza con algunos de los dos espacios internos como el Movimiento Evita, la dirigencia que responde a Martin Insaurralde o los exreferentes sciolistas desencantados con su exlíder, por nombrar algunos, hay más dirigentes en juego camino al 2025.
“Si Cristina está o no está en una lista es decisión de ella y nadie le puede pedir o reclamar nada. Ahora, poner en discusión el liderazgo y la conducción de la mejor exponente peronista del nuevo siglo es desconocer la historia del movimiento. Y ahora parece que hay algunos que están teniendo problemas de memoria”, le dijo a Data Clave un dirigente bonaerense cercano a Máximo.
Tanto el Frente Renovador de Sergio Massa como aquellos dirigentes que hoy se mantienen dentro del PJ pero que no comulgan con La Cámpora, como los intendentes de Tigre y Esteban Echeverría, Julio Zamora y Fernando Gray, respectivamente, también hacen fuerza para tener incidencia y representación.
Gray no detiene su marcha y sigue tendiendo puentes. En la últimas horas visitó la localidad de General Belgrano en la provincia de Buenos Aires, donde mantuvo una reunión con las autoridades de la Asociación de Fomento Rural. Su intención es recuperar el vínculo del PJ con el campo. "El sector agropecuario es un actor protagónico para la provincia de Buenos Aires y para el país. La producción del campo no solo brinda alimentos a millones de argentinas y argentinos, sino que también, a partir de las exportaciones, genera divisas muy necesarias para una economía que está en crisis”, expresó.
Así las cosas, la pelea por la conducción del partido se pondrá en la mesa de discusión cuando se acuerde o no el armado de las listas. De haber internas, la conducción bonaerense de seguro también seguirá la misma línea. Y sino todo se resolverá, como sucedió en los últimos años, dentro de cuatro paredes.