El emblemático inmueble, ubicado en Cerviño y Ortiz de Ocampo, cuenta con más de 3.000 metros cuadrados cubiertos distribuidos en tres niveles. Actualmente, es sede de áreas claves del INTA como las Direcciones Nacionales de Vinculación Tecnológica y Relaciones Institucionales, además de la Fundación ArgenINTA y el Centro de Investigación de Economía y Prospectiva. En estas oficinas trabajan aproximadamente 140 empleados.

La propiedad del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) fue vendida por USD 18,5 millones en la subasta pública del día de hoy. El precio alcanzado cuadruplicó su base inicial de USD 6,378 millones, marcando un récord histórico en la venta de propiedades estatales.

El remate, gestionado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a través de la plataforma Subast.ar, contó con la participación de 18 oferentes, entre ellos algunos de los principales desarrolladores inmobiliarios del país. Finalmente, la propiedad fue adjudicada a la firma Brukman Mansilla, reconocida por sus proyectos de gran envergadura.

El edificio, con una superficie cubierta de 3.143 metros cuadrados, alberga actualmente oficinas administrativas del INTA y dependencias vinculadas a la innovación tecnológica agropecuaria. La normativa de la subasta establece que el comprador deberá construir al menos el 75% de la superficie edificable, limitada a proyectos residenciales y de oficinas, en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de Buenos Aires.

El inmueble fue valuado inicialmente en USD 5,741 millones por el Tribunal de Tasaciones de la Nación, pero su ubicación en cercanías de Barrio Parque y Palermo Chico despertó un interés masivo. Según datos de Zonaprop, el valor promedio del metro cuadrado en la zona para desarrollos en pozo ronda los USD 3.770, lo que confirma su alta cotización en el mercado inmobiliario.

Entre los oferentes figuraron empresas como IRSA, Consultatio y ABV, reconocidas por su participación en proyectos de lujo en la ciudad. El edificio incluye planta baja, dos pisos superiores, un comedor, cocina y baños en cada nivel. Según la AABE, su edificabilidad alcanza los 10.126 metros cuadrados, permitiendo un desarrollo de gran magnitud.

Mientras tanto, los trabajadores del INTA, junto con gremios y representantes del sector agropecuario, han alzado la voz. “El edificio no es solo un espacio físico, es una pieza clave en el funcionamiento del INTA. Esta decisión afecta nuestras operaciones y pone en riesgo proyectos estratégicos”, señaló un delegado gremial.

El plan de ventas del gobierno, parte del denominado ajuste "motosierra", ha sido justificado por el Ejecutivo bajo el argumento de reducir el déficit fiscal. En el marco del ajuste del gobierno de Milei, otras propiedades también están bajo la lupa para ser subastadas próximamente.