Máxima tensión en Jujuy: destrozos y represión en marcha contra la reforma constitucional
Esta mañana sesionó la Legislatura provincial y aprobó la modificación parcial. Afuera, un grupo de manifestantes intentó ingresar por la fuerza al recinto rompiendo ventanas.
Por estas horas se viven momentos de máxima tensión en Jujuy. Una nueva marcha que congregaba distintos sectores de la sociedad en la capital jujeña fue reprimida cuando se dirigía a la Legislatura para protestar contra la reforma parcial de la Constitución provincial, mientras en su interior se trataba el nuevo texto para su aprobación y jura.
El avance policial se registró poco después de las 11 a unos 200 metros del parlamento provincial, donde el gobernador Gerardo Morales encabezaba la sesión y se disponían a jurar la reforma de la carta magna.
En principio, la jura estaba prevista para esta tarde a las 18.30 en las instalaciones del Teatro Mitre de la Cuidad de San Salvador de Jujuy, pero se adelantó a esta mañana, en medio de un clima de protestas en rutas y calles de la capital y otros puntos de la provincia.
Efectivos de infantería de la policía jujeña se enfrentaron con los manifestantes, arrojando balas de goma y gases lacrimógenos en un clima de tensión en la capital jujeña. En tanto, algunos manifestantes intentaron ingresar al edificio de la Legislatura y prendieron fuego algunas de sus instalaciones.
Mientras tanto, en el interior del edificio, los convencionales constituyentes votaron y juraron el nuevo texto. "Habiendo jurado la nueva Constitución de la provincia de Jujuy, los señores y señoras convencionales y presidentes de los tres poderes del Estado y habiendo sido aprobada la nueva Constitución de la provincia, la misma entra en vigencia partir de su publicación", anunció el gobernador Gerardo Morales.
Los organismos de derechos humanos denunciaron que la nueva Constitución no ha sido consultada con la ciudadanía, que criminaliza el derecho a la protesta e ignora la voz de los pueblos indígenas de la región frente al uso de las tierras.
La reforma cambia el derecho a la manifestación consagrado en la constitución original de la provincia “sin permiso previo” por el derecho “a la paz social y la convivencia democrática” que prohíbe los cortes de calles, rutas y “toda perturbación al derecho a la libre circulación de las personas”.