Cientos de integrantes de las organizaciones sociales se manifestaron esta mañana frente a la puerta del depósito que el Ministerio de Capital Humano posee en la localidad de Villa Martelli, donde se acopian alimentos que son demandados por los comedores populares. Los manifestantes reclamaron que la cartera que encabeza Sandra Pettovello cumple la resolución del juez federal Sebastián Casanello, quien ayer dispuso que se elabore en las próximas 72 horas un plan para distribuir esa comida.

No obstante, esa decisión fue apelada por el gobierno, por lo que en los próximos días será la Cámara Federal quién decida qué pasara con los alimentos. Capital Humano siempre consideró que no se trataba de una “cuestión judicial, sino que es y será una cuestión política”. 

El dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, participó de esta protesta en Martelli y calificó como “una cosa repugnante que haya millones de kilos de alimentos mientras a unos metros las ollas populares están vacías y gente que pasa hambre”.

“Es mentira que los alimentos que están acá son para emergencias y catástrofes climáticas. En las órdenes de compra, dice taxativamente que están comprados para ser entregados en comedores y merenderos. Es decir, se están robando la comida de los comedores y merenderos, sostuvo Grabois. En ese sentido, marcó que no es un derecho de las organizaciones sociales sino que es "un derecho de la gente, es un derecho de los pibes”.

“Por eso lo vamos a pelear hasta la última gota de sangre, de la nuestra, porque nosotros nunca lastimamos a nadie, pero sí estamos dispuestos a dejar nuestra sangre”, remarcó.

Patricia, encargada del Comedor Gauchito Gil, de Olivos, sostuvo en declaraciones a la prensa que no tienen con qué darle de comer a la gente que asiste a ese lugar.Vienen 150 personas por día. Hace 6 meses serían 80. Se duplicó la cantidad”, relató.

La semana pasada, una información periodística reveló –en base a un pedido de información pública—, que en dos depósitos de Capital Humano, uno ubicado en Villa Martelli y otro en Tucumán, se encontraban guardados cinco toneladas de alimentos que se acumulaban desde diciembre pasado.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, reconoció la existencia de esos alimentos, informó habían sido adquiridos “por la gestión anterior”, pero aclaró que no se distribuían porque se estaba investigando la existencia de “comedores fantasmas”.

Pero luego, el secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo de la Torre afirmó que esa comida estaba reservada para ser entregada en caso de “una emergencia climática”.

Casanello libró ayer una orden para que se informe “la cantidad, especie, fecha de vencimiento” y otros datos sobre los cinco millones de kilos de alimentos que se encuentran acopiados. En esa resolución, el magistrado le pidió que Capital Humano presente “en el plazo de tres días un plan de distribución inmediata de dichos alimentos a los sectores que padecen inseguridad alimentaria”.