El próximo jueves, la CTA de los Argentinos y la CTA Autónoma liderarán una nueva jornada de lucha con una marcha hacia Plaza de Mayo. Con la consigna “Argentina sin Hambre, con Paz, Justicia Social y Soberanía”, buscan frenar lo que definieron como las “políticas de ajuste y saqueo” del Gobierno nacional. A la movilización se sumarán gremios como la UTEP, la UOM, la Corriente Federal de Trabajadores y organizaciones sociales y de derechos humanos.

La protesta, que inicialmente fue pensada como un paro nacional, se transformó en una marcha debido a la falta de consenso con la cúpula de la CGT, aunque sindicatos importantes de la central obrera ya confirmaron su participación. “Debemos ponerle un freno a las políticas neoliberales que impone el Gobierno y defender la soberanía nacional”, señalaron desde la organización del evento.

En este contexto, el titular de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, destacó que esta movilización tiene un objetivo mayor: “Lo pensamos como el inicio de la conformación de un bloque de representación de sectores sindicales, sociales y estudiantiles que buscan enfrentarse al modelo nacional. La pregunta es si nos hacemos cargo de quienes esperan una señal en la idea de confrontar o no sumamos a la fila de resignados”.

El clima sindical está marcado también por la reciente renuncia de Pablo Moyano como cosecretario general de la CGT. El referente camionero justificó su decisión en “las discrepancias con la mesa chica”, liderada por Héctor Daer, y por el rechazo a avanzar en un tercer paro general contra la gestión de Javier Milei.

La situación económica es uno de los ejes centrales del malestar. Según un informe reciente de la CTA, el salario mínimo, vital y móvil perdió más de un 28% de su poder adquisitivo desde noviembre de 2023. En términos reales, es casi 40% inferior al de 2019 y un 54% menor al de 2015. Desde la entidad calificaron los aumentos nominales como insuficientes para enfrentar la inflación y los efectos de la devaluación.

Por su parte, el comunicado de las CTA subraya que esta jornada de lucha no es un hecho aislado. Desde el inicio del año, las organizaciones sindicales han protagonizado paros generales, movilizaciones masivas y protestas sectoriales en todo el país, destacando hitos como las manifestaciones por la educación pública y el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

La marcha del jueves busca ser un nuevo punto de inflexión. A pesar de la falta de apoyo oficial de la CGT, la presencia de sindicatos clave y la adhesión de múltiples movimientos sociales apuntan a consolidar un espacio amplio de resistencia frente a las medidas del gobierno de Milei.