La conducción nacional del Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad decidió volver a la protesta ante lo considera como “la ausencia de una oferta salarial” por parte del Gobierno nacional. Como parte de ese reclamo, la organización gremial hará circular mañana las formaciones de todas las líneas del país con “un tope de velocidad de hasta 30 kilómetros por hora”.  

Esta medida de acción directa ocasionará demoras en el servicio, ya que la velocidad habitual es de entre 60 y 80 kilómetros por hora.

El Gremio que encabeza Omar Maturano afirma que debe llevar a cabo esta acción porqueno hubo una recomposición satisfactoria de los salarios” de los empleados del sector.

En un comunicado, el dirigente sindical sostuvo que la paciencia tiene un límite”, por lo que la organización sindical dispuso para mañana, y durante 24 horas, aplicar “un tope de velocidad en todas las formaciones de hasta 30 kilómetros por hora en la circulación de trenes en todo el territorio”.

“La decisión del Secretariado Nacional se fundamentó en la postergación de la medida de fuerza de forma oportuna anunciada para el 4 de junio último, lo que había sido solicitado por el Gobierno, pero luego de cuatro reuniones paritarias consecutivas no hubo acuerdo alguno, a pesar de que el gremio demostró la mejor de las predisposiciones para lograrlo”, aseguró Maturano. 

En ese sentido, el líder de La Fraternidad sostuvo que “la voluntad negociadora del sindicato no fue efectiva, ya que el sector empresario tuvo más de 15 días para mejorar una propuesta salarial que reflejase los índices inflacionarios para mantener el poder adquisitivo alimentario, que está siendo licuado de manera sistemática desde enero de este año”.

“Se agotaron todas las instancias de diálogo, por lo que La Fraternidad retomará desde el martes próximo el plan de lucha gremial que de forma oportuna fue postergado”, concluyó Maturano.

La decisión gremial de La Fraternidad implicará demoras de todas las formaciones nacionales a partir de “la irresoluta decisión de mejorar los salarios de los trabajadores”, explicó la organización.

Se repetirá así la modalidad de protesta que se utilizó el 30 de mayo pasado y que ocasionó inconvenientes a los usuarios. Se calcula que viajan entre un millón y un millón y medio de personas en el AMBA.

En esa oportunidad, el sindicato tenía previsto un paro general para el martes 4 de junio, que se desactivó a último momento por la intervención del jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos.

Un día antes hubo una reunión en la Casa Rosada y Maturano se llevó la promesa de una pronta solución. Algo que no se produjo.

El pasado 13 de junio, el presidente Javier Milei decretó la emergencia ferroviaria por dos años. Esa medida alcanza a la administración, mantenimiento y operación de los servicios, y, además dispuso la asignación de una partida de 1,3 billones de pesos para su funcionamiento. El sistema ferroviario está incluido en la Ley Bases entre las empresas del Estado que se pretenden privatizar.