El Gobierno nacional asignó 100 mil millones de pesos a la Secretaría de Inteligencia del Estado en concepto de fondos reservados con el objetivo de “fortalecer el Sistema de Inteligencia Nacional” (SIN) que el gobierno puso en marcha la semana pasada con la promulgación de dos decretos.

Ahora, con otro decreto, el 656/2024 que se publica hoy en el Boletín Oficial con la firma del presidente Javier Milei, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos y todos los ministros, el Ejecutivo le otorga fondos adicionales a la SIDE en base a la Ley 25520 que rige las actividades de la Inteligencia Nacional.

En los fundamentos de la norma, se justifica la asignación de estos fondos en función de la “profunda transformación del Sistema de Inteligencia Nacional con el objeto de crear los mecanismos necesarios para el funcionamiento coordinado entre los diferentes organismos de inteligencia y con el fin de proteger la soberanía nacional”

El Gobierno nacional asegura que su intención es “preservar el orden constitucional y formular apreciaciones de inteligencia útiles para la consecución de los objetivos nacionales”.

“En virtud de ello, resulta necesario asignar las partidas presupuestarias que permitan solventar, inicialmente, las acciones para la reorganización del Sistema de Inteligencia Nacional y el adecuado funcionamiento de los referidos organismos desconcentrados que lo integran”, se sostiene en el Decreto.

En ese sentido, se remarca que “tales fondos tendrán como principal destino el Sistema de Inteligencia Nacional para garantizar la seguridad, defensa e integridad de la República Argentina".

Mediante los decretos 614/2024 y 615/2024, Milei dispuso hace una semana la disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la creación de un Sistema Nacional de Inteligencia en cuya cúspide se encuentra la SIDE, un organismo que volvió remozado tras haber sido disgregado en 2015, tras una serie de denuncias formuladas contra Jaime Stiuso, un agente que había hecho una larga carrera en el organismo y tuvo un rol destacado en la investigación del atentado contra la AMIA.

Con el regreso de la SIDE, vuelven también los fondos reservados, que habían sido eliminados con la creación de la AFI. Estas partidas espaciales, que a lo largo de la historia de los servicios de informaciones argentinos se utilizaron de forma irregular para financiar operaciones de todo tipo, fueron repuestas por los directores que la AFI tuvo durante el macrismo, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, pero se suprimieron durante el Gobierno de Alberto Fernández.

Con la nueva estructura que conduce Sergio Neiffert, un dirigente político del conurbano bonaerense estrechamente vinculado al asesor presidencial, Santiago Caputo, los fondos reservados retornan para sostener las tareas de la SIDE, que depende de forma directa de la Presidencia y trabaja en coordinación con los Ministerios de Defensa y de Seguridad.

En el Decreto 614/2024, se dispuso que la SIDE tendrá bajo su órbita  cuatro dependencias: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA); la Agencia de Seguridad Nacional (ASN); la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC); y la División de Asuntos Internos (DAI).

En cuanto a su funcionamiento, esa norma indicaba que la SIDE y su nueva estructura serán atendidos con “los créditos presupuestarios previstos para la AFI Presupuesto General de la Administración Nacional vigente”.

En las disposiciones promulgadas por Milei, el Ejecutivo se arroga la potestad de nombrar al titular de la SIDE, que no necesitará acuerdo del Senado, como sucedía con el director de la AFI. Las actividades del organismo deben ser supervisadas por la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Actividades de Inteligencia, que aún no está conformada.

El senador peronista por Entre Ríos, Eduardo Kueider -cuyo respaldo al proyecto de la Ley Bases resultó vital para que el Ejecutivo lograra la aprobación de esta iniciativa en la Cámara alta- es quien suena para ocupar la titularidad de esta Comisión parlamentaria y tendría el aval de Santiago Caputo.