El desafío de la boleta: los liderazgos de Juntos se agrandan y se avecina una fuerte puja interna
El armado de la oposición cada vez suma más dirigentes. Se avizora un conflicto de partes ante la necesidad de la representación interna. Los ejemplos claros de por qué hoy las piezas del rompecabezas no encastran.
Pese a que se muestren unidos o separados, los liderazgos internos en Juntos cada vez son más. La imposibilidad de llegar a un acuerdo político entre las diferentes partes para poder encarar los comicios obligó a expandir la suma de dirigentes y hoy el reposicionamiento hacia adentro es una de las principales peleas que sobrevuelan el universo de una oposición fragmentada.
En Buenos Aires ya no se trata solo de ver quién será la cara principal para las elecciones sino saber cómo será el “pago político” que recibirán aquellos que justamente no queden al frente. El desafío de la boleta. Ser parte y quedar satisfecho. Un drama que expone el armado de un rompecabezas en el que no todas las piezas encastran como deberían.
Es que los dirigentes tienen en claro que la decisión no es propia. “Estamos esperando la definición nacional. Supuestamente en octubre íbamos a tener una orden clara, después se pasó para diciembre; pero por ahora todos seguimos trabajando en la nuestra”, le dice a Data Clave un dirigente que juega para la candidatura a gobernador bonaerense de Diego Santilli.
Por el momento, en la oposición, son 9 los dirigentes que se muestran como candidatos para ir por el sillón de Dardo Rocha. Cinco por dentro del PRO, tres de la UCR y un liberal que coquetea con la idea de ser parte de Juntos justo en el momento en el que parece ya no haber casilleros para complacer ni siquiera a una porción de los que ya forman parte.
La lectura interna para muchos es de bienvenida. Pero no del todo. “Espert nos permite mantener el voto más duro adentro para que no haya una fuga fuerte en favor del candidato que presente Milei. ¿Pero cómo le pagás? Cuando decimos juntarnos pero no amontonarnos no es solo por una cuestión ideológica. Cómo le decís a Espert que no le podés poner ni un candidato diputado en un buen lugar para la Legislatura”, se pregunta en diálogo con este medio un intendente PRO.
Es que la Legislatura es hoy la referencia principal que tienen los dirigentes bonaerenses para saber cómo se irán acomodando las piezas luego de atravesar, ya sea las internas partidarias, o las propias PASO. Y el ejemplo está a la vista con lo que sucede hoy en el Senado provincial. Sobre un total de 23 representantes de la Cámara alta por parte de la oposición, más de 15 responden a distintas terminales internas de Juntos.
En la actualidad, el recinto cuenta con senadores que responden a Diego Santilli, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Jorge Macri, Néstor Grindetti, Daniel Angelici, Miguel Ángel Pichetto, Elisa Carrio, Margarita Stolbizer, Emilio Monzó, Julio Garro, Guillermo Montenegro, Maximiliano Abad, otros intendentes y el propio Joaquín De la Torre, que es precandidato a gobernador. De sumar la Cámara baja la lectura todavía es más amplia.
A todos ellos, claro, hay que sumarles a quienes se fueron agregando de manera más activa por el control de los territorios locales como las patas peronistas de Hacemos y Estamos, la llegada de la ahora funcionaria de CABA, Cynthia Hotton, los representantes del senador nacional Martín Lousteau y los propios del jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse.
El escenario hoy es gigante. Y se sabe que, a la hora de negociar, alguien tiene que ceder. El problema es quién. La respuesta, claro, comenzará a poder verse a partir de que las diferentes mesas nacionales de los partidos manden una orden concreta de hacia dónde ir.