“Se refuerza la estrategia de apertura y debate interno, los miembros formarán parte de las decisiones sobre los temas estratégicos sumando voces en oposición al Gobierno Nacional dando mayor visibilidad a la problemática e intereses de sus provincias en lo que corresponde a la participación política, posición sobre proyectos específicos y la agenda legislativa del Senado de la Nación”, anunciaron los cuatro senadores que después de mucho ruido interno terminaron conformando una bancada por fuera de los bloques que conformaban UP pero sin irse del interbloque.

El nuevo nombre es “Convicción Federal”. La excusa vuelve a ser reforzar “visión federal” como una necesidad “urgente”. La última división del peronismo también tuvo el mismo reclamo y la misma palabra cuando se conformó Unidad Federal con el ahora ex senador Edgardo Kueider y Camau Espinola. “Se viene reclamando fuertemente desde diversos sectores del peronismo y hoy se expresa legislativamente”, afirmaron en el comunicado.

Tal como viene contando Data Clave, las tensiones al interior del bloque UP con la conducción de José Mayans y las cristinistas Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tullio esta desde el primer gran proyecto libertario. En la Ley Bases, con la votación del RIGI había saltado la primera señal. El catamarqueño Guillermo Andrada, hombre del gobernador Raúl Jalil, la tucumana Sandra Mendoza y la jujeña Carolina Moises fueron los responsables de los tres votos afirmativos extras que consiguió el oficialismo. Dos de tres formaron el nuevo bloque. La disputa entre el pragmatismo de la gestión en algunas provincias y las posiciones ideológicas en el recinto eran el fondo de la cuestión.

“La división actual es una cuestión administrativa, si fuera cualitativa no se si no seríamos tres bloque que representen las versiones internas”, había dicho en Radio Con Vos tras la votación de la Ley Bases la propia Moises. Esta semana, la jujeña, que en la última sesión posibilitó con su voto proyectos del Ejecutivo como el “antimafia” de Patricia Bullrich aseguró esta semana que no hay “ningún inconveniente con José Mayans y Juliana Di Tullio” pero “claramente ellos hoy representan una parte del peronismo, que es el cristinismo”. La división quedó expuesta.

La conducción del Partido Justicialista Nacional en manos de Cristina Kirchner, “quedó reducida a los espacios más afines al kirchnerismo” y desde el interior hay una discusión por un “peronismo mucho más amplio que el kirchnerismo”. Por eso al bloque se sumó el senador Jesús Fernando Rejal (La Rioja), del gobernador Ricardo Quintela, que intentó discutir el liderazgo de la ex presidenta en el PJ.

Para Moises, el kirchnerismo es “un pensamiento que tira para el pasado” con “metodologías que ya no funcionan”. La división abre dudas sobre la fuerza del número de UP de cara a temas claves que quedan en el horizonte del Senado. El primero de ellos, los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. El cristinimos necesita de todos los votos peronistas de cara a un intento del gobierno por licuar el quórum de la oposición que busca rechazarlos.