Ya entrado el jueves por la madrugada, el Senado aprobó el ampliamente discutido Régimen para las Grandes Inversiones (RIGI) de la Ley Bases enviada por el Gobierno nacional. El tablero marcó 38 a 32. Lejos del empate en 36 que se sucedió en la votación en general y del empate en 35 en el primer apartado de la facultades de delegadas.

¿Por qué sucedió esto? Tres bancas del bloque Unión por la Patria decidieron por la positiva marcando la primera división del peronismo en el extenso tratamiento en particular de la ley “fundacional” del presidente Javier Milei. El catamarqueño Guillermo Andrada, hombre del gobernador Raúl Jalil, la tucumana Sandra Mendoza y la jujeña Carolina Moises fueron los responsables de los tres votos afirmativos extras que consiguió el oficialismo.

La reprimenda interna llegó en las redes a las 3 de la mañana. La diputada nacional de UxP, Leila Chaher, apuntó contra su comprovinciana y ex compañera de bancada: “¿Cuál es la explicación de Caro Moises de votar en contra en general y a favor en el RIGI? los jujeños no te votamos para que entregues la soberanía de nuestro país por 30 años menos en nombre del peronismo. Lo que queremos saber es a cambio de qué”.

X de Leila Chaher

La respuesta fue contundente y expuso una diferencia interna no sólo en cuanto al RIGI sino a como pararse frente a los proyectos que pueda enviar el Gobierno. “No voy a condenar nuestra provincia a quedar fuera de las grandes inversiones que hoy necesitamos para garantizar el desarrollo, el crecimiento y la generación de empleo genuino para nuestra gente”, sentenció la senadora en un cruce tuitero.

Tres razones explican el ataque contra Moises según su propio entorno. La primera viene de una herida no cicatrizada de la interna de 2023 donde Chaher compitió como referente de La Cámpora contra la actual senadora que obtuvo la banca en esa contienda. La previa a esa elección estuvo marcada con denuncias cruzadas e impugnaciones. “No asumen que perdieron”, aseguran desde el peronismo jujeño.

El segundo de los motivos del estallido de la bronca es que la senadora votó un proyecto que se presume puede ser favorable a los gobernadores de las provincias con recursos mineros. En este caso de Jujuy, que no gobierna UxP sino el radicalismo, un argumento que si pudieron esgrimir Andrada y Mendoza que responden a sus gobernadores. Y el tercero y no menos importante, porque "expuso" frente al resto de la bancada una interna que estaba escondida bajo la alfombra en estos seis meses.

Pero además de estas tres razones, el voto en RIGI de los tres senadores de UxP fue la posibilidad de enviar un mensaje interno. Nada cambiaba si votaban en contra, el artículo hubiese sido aprobado igual con el desempate de la presidencia, al igual que en una gran cantidad de votaciones de la Ley Bases. Fue una manera “de marcar la cancha”.

División interna y debate abierto a futuro

“La división actual es una cuestión administrativa, si fuera cualitativa no se si no seríamos tres bloque que representen las versiones internas”, dijo Carolina Moisés en Radio Con Vos consultada por las distintas visiones que se expusieron tras la sesión por Ley Bases dentro del interbloque Unión por la Patria y el posterior enfrentamiento con un sector de La Cámpora a la que hizo cargo directamente de las agresiones en redes.

La senadora descartó que fuera un preludio de una división del actual interbloque UxP pero sí que de cara a lo que se viene debe discutirse dentro de un armado que adeuda una re configuración. De los 33 senadores que componen el interbloque, la mezcla es una coctelera en donde kirchneristas clásicos, cristinistas y peronistas federales alternan sin un sentido identitario. El único objetivo en su momento del armado en dos bloques fue la disputa por las bancas en el consejo de la magistratura y nunca se volvió a discutir el formato.

Anabel Fernández Sagasti, líder y referente de La Cámpora en el Senado
Anabel Fernández Sagasti, líder y referente de La Cámpora en el Senado

“Tenemos intereses pero sobre todo metodologías distintas”, afirmó la senadora. La clave pasa no solo por las diferencias que puedan aparecer ante las iniciativas del oficialismo sino también como delinear las estrategias en el parlamento. Las líneas que dividen aguas y florecen ahora que paso la Ley Bases en UxP se trazan entre “dogmáticos o pragmáticos”. Aquellos que quieren sostener banderas ideológicas como parámetro para la toma de decisiones o aquellos que creen que debe apostarse al diálogo con otros sectores para acercarse a posibles victorias en el recinto y no a derrotas dignas. “No sirve más decirle que no a todo”, entienden en un sector amplio del peronismo que no tiene una afiliación directa con el kirchnerismo.

Una forma de ordenar el discurso político entre los que hablan del “pasado” vs los que buscan hablar del “futuro”. La salida no es una ruptura por ahora. Creen que se puede convivir con las diferencias pero en un reagrupamiento en donde queden claras cada una de las posturas. 

El puntapié que dio el bloque de senadores ahora puede tener su correlato en Diputados, donde los votos de provincias mineras ya habían expuesto su diferencia en el RIGI pero no suscitaron en su momento un repudio con el nivel de fervor de la militancia peronista. En aquella ocasión la amplitud de la votación no dejaba mucho margen para el reproche. Ahora las miradas están en alerta y el debate con la primera mecha interna encendida.