CFK tomó el control del PJ, Kicillof la felicitó, pero la interna no se detiene: camino minado hacia el 2025
La nueva presidenta del partido deberá seguir lidiando con las diferencias hacia adentro. El armado de listas como principal foco de conflicto. El ataque La Cámpora al intendente identificado con Kicillof. La distancia de los gobernadores y el riesgo de que se quiebre la unidad bajo el mandato de la expresidenta.
La Junta Electoral del PJ proclamó este martes a la dos veces presidenta de la Nación, Cristina Fernández, como titular del Consejo Nacional del partido y, de esa manera, puso fin a la disputa por la conducción del justicialismo. Sin embargo, la llama de la interna todavía está viva. Y, por lo pronto, así seguirá.
El camino hacia el 2025 no será fácil. La ahora presidenta del PJ tendrá por delante la difícil tarea de soportar la presión de aquellos que buscarán formar parte de una mesa chica de discusión que, por lo que muestra su historia, CFK nunca abrió a la hora de tomar decisiones de fuerte peso.
Como primer pelotón de defensa, Cristina contará con todo el armado territorial de La Cámpora. Pero, además, tendrá como principal aliado a su hijo y también presidente del PJ, a nivel bonaerense, Máximo Kirchner. El doble comando le permitirá atar cabos sueltos y cerrar el círculo interno todavía más a su favor.
Pese a que el gobernador riojano, Ricardo Quintela, ya avisó que no apelará la inhabilitación de su lista ante la Cámara Nacional Electoral, dejó en claro su postura: "En el partido es importante la dinámica que le imponga la presidenta para que podamos trabajar en forma conjunta, eso no quiere decir que nosotros no mantengamos nuestro espacio".
En su horizonte político, Cristina enfrentará por primera vez desde un rol institucional una distancia interna marcada. No solo de parte de aquellos que ya decidieron irse del PJ, como pasó con el caso del diputado nacional Florencio Randazzo o como aquellos que militan la tercera vía, como el caso de Juan Schiaretti. Además, tendrá del otro lado a un grupo de dirigentes, entre ellos gobernadores e intendentes que decidieron correrse y posicionarse en otra calle en relación al kirchnerismo.
“Dicen una cosa, luego todos se olvidan y se reacomodan donde mejor les queda, le piden una foto a Cristina y a los pocos días ya están funcionando para la unidad. El funcionamiento siempre fue el mismo”, le dijo a Data Clave un diputado alineado con Cristina Fernández.
Sin embargo, no será tan simple como otras veces. No solo porque Quintela en esta oportunidad mostró su interés de dar la pelea sino también por la postura de otros como el tucumano Osvaldo Jaldo, quien días atrás blanqueó su apoyo al riojano tras asegurar que “yo no soy de La Cámpora”. En la misma línea, el mandatario provincial de Salta, Gustavo Sáenz también sostuvo que "la gente dio un mensaje de que se acabo un ciclo" y dentro de ese ciclo está Cristina".
Distanciados
Como es sabido, el caso del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, no es uno más. Las salutaciones vertidas en las últimas horas por el mandatario no calmaron las aguas. “Felicito a CFK y a todos los compañeros y compañeras de la lista de Primero la Patria por este nuevo desafío al frente del Partido Justicialista”. El mensaje no llegó. Y mantuvo la distancia y la frialdad con la que el mandatario se manejó durante la breve interna por la conducción cuando decidió manifestarse como imparcial.
Contrario a lo esperado desde el Ejecutivo bonaerense, algunos dirigentes se envalentonaron con el nuevo rol de CFK y continuaron con las críticas hacia el mandatario. Este fue el caso de la senadora nacional y vicepresidenta del PJ, Anabel Fernández Sagasti, quien manifestó que "lo personal es político. Nosotros sabemos que es así, no sé qué le pasó por la cabeza" (N.de.R: en relación a Kicillof). Yo le diría ‘hermano, si tenés carroñeros al lado tuyo que se alimentan de esta pelea, porque hay quienes se alimentan de esta pelea, volvé a la esencia, hermano, a la esencia".
El principal apuntado por la legisladora mendocina fue el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Sagasti recordó que “la candidatura de Axel a la provincia de Buenos Aires como gobernador fue anunciada por un tuit de Insaurralde”. Y agregó, a modo de infidencia, que "tenía que ser el de Avellaneda y no quiso, no quiso Ferraresi hacerlo porque Kicillof no era de provincia de Buenos Aires, era un porteño”, aseguró Fernández Sagasti y sumó más espuma a la interna.
Ferraresi no se quedó callado y a través de las redes sociales respondió. “Que nadie se confunda con mentiras. Siempre estuve y voy a estar del mismo lado” y compartió dos capturas de tuits en los que muestra cómo él fue el primero en dar a conocer la noticia antes que Insaurralde. Y redobló la apuesta: “Es tiempo de trabajar y proponer alternativas a Milei. En eso debemos enfocarnos, un peronismo fuerte, unido y con futuro junto a Axel Kicillof".
Más allá de las varias lecturas, una de las cosas más llamativas del caso es que la senadora prefirió no nombrar a Insaurralde, un dirigente que hoy pese a la condena social por el famoso “yategate” todavía forma parte de la política y es un aliado fundamental de La Cámpora en la provincia de Buenos Aires.
Territorio hostil
No fue casualidad que este martes, en la previa de ser proclamada como nueva presidenta del PJ, CFK bajara por tercera vez al conurbano y por segunda vez consecutiva a Avellaneda, donde justamente gobierno Ferraresi, el principal promotor de Kicillof como máximo referente de la oposición nacional y principal candidato a presidente para 2027.
El 17 de octubre, Cristina había visitado la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), que tiene como rector a Jorge Calzoni, antiguo rival interno de Ferraresi, y estuvo acompañada por el senador bonaerense Emmanuel González Santalla, quien desde La Cámpora busca convertirse en jefe comunal.
Ferraresi, claro, tiene su propio objetivo: ser gobernador cuando Kicillof deje su lugar. Pero no está solo. Son varios los jefes comunales que se alinearon para apuntalar al mandatario provincial. Desde Julio Alak (La Plata) a Juan José Mussi (Berazategui) pasando por Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso) o Gustavo Barrera (Villa Gesell).
Lo que está claro es que el camino hacia el 2025 estará minado. Y que el armado de listas traerá más de una complicación. CFK sabe que debe evitar una sangría y también tendrá que ceder porque no querrá quedar como la responsable de un quiebre que hoy aún mantiene una distancia de rescate pero que no se solucionará con entregar solo un par de butacas.
Desde el espacio de quienes promueven al gobernador son categóricos al respecto. Y en diálogo con este medio sintetizan: “Cristina es líder y ahora presidenta del partido, pero Axel es el mejor candidato que tenemos para 2027. Si en 2025 no pensamos en esa línea vamos a entregarle una vez más la Argentina a Milei como ya hicimos cuando lo pusieron a Alberto Fernández al frente del país”.