Desde hace varios meses, el vocero presidencial, Manuel Adorni, viene consolidando una megaestructura dentro del gobierno de Javier Milei. Al mando de la Secretaría de Comunicación y Medios, el portavoz consolidó un equipo de 208 trabajadores, tomando en cuenta los puestos jerárquicos y los empleados rasos, según se desprende del informe de gestión que hizo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el Senado. 

En esa estructura, el personal jerárquico está integrado por un subsecretario, 20 directores y 12 coordinadores, cada uno de ellos con un equipo de colaboradores. 

La Secretaría de Comunicación y Medios cuenta con una nómina que incluye nueve diseñadores de comunicación y contenido institucional, seis camarógrafos, diez redactores, cuatro fotógrafos, 33 asesores, tres responsables de planificación, 16 consultores, seis asistentes administrativos, cuatro referentes de comunicación y contenido institucional, once analistas técnicos y hasta un asesor en sociología.

En septiembre pasado, Adorni quedó a cargo de la Secretaría de Comunicación de Prensa, con rango ministerial, por lo cual pasó a depender directamente del presidente de la Nación, Javier Milei. De esta forma, se elevó a seis las áreas bajó la dirección del primer mandatario, entre ellas la Secretaría General, que comanda Karina Milei; Legal y Técnica, con Javier Herrera Bravo; Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzabal Murphy; Prensa, Eduardo Serenellini, y la SIDE que encabeza Sergio Neiffert. 

En ese momento, Adorni contaba con una planta de 190 empleados, de los cuales más de 100 fueron designados por él cuando asumió el cargo en diciembre pasado. Los sueldos que pagaba el vocero a su staff oscilaban entre los 900 mil pesos para las categorías más bajas hasta los 3,5 millones para los directores generales y nacionales. 

Es decir que, entre septiembre y el reciente informe de gestión que presentó Francos, Adorni sumó otros 18 empleados. 

A la par del vocero presidencial trabaja el subsecretario de prensa, Javier Lanari, quien tiene a su vez 60 personas a su cargo, por fuera de la mega estructura de Adorni. Estos trabajadores forma parte en su mayoría del área que se ocupa de desgrabar los recortes de los discursos de Milei y hacen un resumen de publicaciones en medios que son de interés para la Casa Rosada. 

Dentro del equipo de comunicación digital en el gobierno, se destaca el director nacional de Comunicación Digital, Juan Pablo Carreira, un influencer libertario que era conocido como Juan Doe en las redes, previo a su nombramiento. Según el informe de la Jefatura de Gabinete, la estructura de Carreira, de la que forman parte otros youtubers e influencers oficialistas, cuenta con cuatro cargos jerárquicos: un director nacional, un director operativo y dos coordinadores. 

Toda esta estructura en materia de comunicación, se da en medio de un conflicto del presidente de la Nación con los periodistas y comunicadores. En su último viaje por Estados Unidos para verse con el mandatario electo Donald Trump, Milei brindó una entrevista a Lex Fridman, un reconocido un reconocido podcaster liberal cercano a Elon Musk. Allí, calificó a los periodistas de Argentina como “ensobrados, corruptos” y afirmó que son "torturadores profesionales”.

En la línea de Milei, sus fieles seguidores continúan con su discurso. Por ejemplo, durante la presentación de “Las Fuerzas del Cielo”, Agustín Laje, titular de la Fundación Faro, enfrentó a “los que defendemos la vida y la dignidad humana” versus “los zurdos hijos de puta” (sic). “Lo mínimo (sic) que podemos hacer con ellos es insultarlos”, señaló el politólogo. En otro parte de su discurso, cargó contra el periodista Marcelo Longobardi. “Se han ganado el legítimo odio de toda la sociedad civil”, indicó en referencia a los periodistas que llamó “ensobrados".