Milei cumple su primer mes de gobierno con cacerolazos, piquetes y paro general en contra de su mega reforma

El jueves por la mañana Javier Milei se preparaba para encabezar la segunda reunión de gabinete de 2024, cuando escuchó un comentario radial sobre su relación con el arquero campeón del mundo Ubaldo Matildo Fillol. En Delta 90.3, este cronista comentaba una anécdota sobre el momento en el que ambos guardametas se conocieron personalmente, lo que motivó al primer mandatario a enviar un mensaje de whatsapp al periodista: “Lo que contaste es real, pero la anécdota completa es mucho más rica aún”, escribió.

“¿Estás sólo al aire?”, preguntó Milei, a lo que el conductor contestó afirmativamente y le repreguntó: "¿querés que te llamemos?". La respuesta no se hizo esperar: “si es para hablar de esto sí, pero metele que tengo Gabinete”. Minutos después, cuando el periodista le comentó al aire que muchas personas “están sufriendo” por los aumentos de precios y el ajuste en la economía y le reprochó que haya dicho que las mejoras estructurales se verán en 45 años debido a que muchos argentinos no llegarán a vivirlo, el Presidente le respondió: “Pero te tengo una buena noticia, en los procesos de convergencia, dos tercios de las mejoras se ven en los primeros 15 años”.

Tras el habitual cónclave con sus ministros, Milei mantuvo otra reunión, a puertas cerradas, con el portavoz Manuel Adorni y el subsecretario de Medios Javier Lanari. El objetivo del encuentro fue explicarles a ambos qué había querido decir con su declaración sobre el plazo que deberán esperar los argentinos para vislumbrar las mejoras ocasionadas por el cambio de modelo propuesto por La Libertad Avanza.

La explicación se extendió durante algo más de cuarenta minutos durante los cuales el líder libertario hizo gala de sus dotes docentes para detallar, gráficos caseros de por medio, la curva de crecimiento que establece un modelo matemático-económico como el que tiene en mente ejecutar para la Argentina.

Pero el problema principal dista mucho de ser teórico. En los papeles, cualquier modelo puede cerrar, lo conflictivo es su ejecución, sobre todo cuando hay en el medio decisiones que afectan de modo directo la vida de las personas.

Panorama complicado y teoría conspirativa

Fuera del “Palacio” arrecian las críticas a los primeros pasos de la gestión libertaria. Desde el sector empresarial, que mira con desconfianza las medidas incluidas en las propuestas integradas dentro del paquete llamado “ley ómnibus”; hasta los sindicatos y organizaciones sociales, que ya anunciaron medidas de acción directa para este verano caliente; pasando por los sectores de clase media sin representación, que ganaron las calles durante toda la semana para hacer sentir el ruido de las cacerolas.

“A Milei no solo le falta experiencia de gobierno, le falta calle, no tiene vida, y encima se rodeó de un conjunto de Minions que no le aportan nada", le dijo a Data Clave un exfuncionario de Juntos por el Cambio que hoy ocupa una banca en la cámara Baja. “Además le entregó a un tipo que labura para los bancos el manejo de las finanzas y si no acierta con la fórmula, se la va a pegar”, completó la fuente.

El análisis que efectúa un conjunto importante de parlamentarios opositores es que "la apuesta del gobierno al todo o nada, le puede costar muy caro, porque pretender modificar de un plumazo y en tiempo récord un conjunto de normas que rigen el sistema político y social del país, es un desacierto que está destinado a fracasar”.

Uno de los problemas que se visualizan en el análisis de perspectiva, es que no pareciera aflorar un Plan B y que la suerte del gobierno depende de cómo le salga esta jugada. “Si el plan le sale bien, es la reencarnación de Menem y vamos a tener cinco años de manteca al techo; pero si le sale mal, no hay otro camino que la piña”, agregaron los analistas consultados por este portal.

En medio de este ruido cada vez más fuerte, comenzaron a aparecer los rumores respecto a supuestos “resquebrajamientos internos” del gobierno y el “efecto acelerado” del desgaste que podría desembocar en un “final abrupto” del ciclo mileista. “No llega a marzo”, “no termina el verano”, son frases que se repitieron a lo largo de estas últimas dos semanas en varios corrillos políticos y sindicales.

“Muchos están pasados de rosca, hasta los halcones del PRO nos corren con un supuesto pacto de impunidad, que no es tal, algo que se entendería si estuviéramos en campaña, pero a menos de un mes de haber asumido, es demasiado”, le dijo a Data Clave un funcionario con acceso directo al principal despacho de la Rosada.

En el mismo sentido, se expresó el mencionado Lanari, que a través de un posteo en redes sociales, sentó posición al respecto: "Hablan de gobierno terminado, modelo agotado, fin de ciclo, colapso inminente y crisis terminal. El Club del Helicóptero trabajando 24/7. Los golpistas de siempre apostando al caos para volver".

Por su parte, Juan Grabois lanzó gravísimas acusaciones contra la actual vicepresidente de la Nación Victoria Villarruel, y el líder del PRO Mauricio Macri, a quienes vinculó con un presunto complot para desplazar al presidente. “Los que están conspirando abiertamente y están preparando un golpe son Villarruel y Macri. Se lo digo a los votantes de Milei, porque lo van a ir viendo a lo largo de las semanas. No nos miren a nosotros. Nosotros vamos a combatir las políticas inconstitucionales , ilegales e ilegítimas de Milei pero respetamos al pueblo que lo votó. Los que no respetan al pueblo que lo votó son los que están conspirando”.

Desde el entorno de la titular de la cámara Alta atribuyeron estas “temerarias declaraciones” a una “operación política” para “lastimar el vínculo” de la dupla gobernante. “La verdad es que la relación no pasa por su mejor momento, pero de ahí a pensar que existe una conspiración en marcha, es demasiado”, aportaron desde el entorno presidencial.

Internas piqueteras y cronograma de conflictos

Una vez más, al igual que ocurrió durante el macrismo, existe entre las organizaciones sociales miradas diferenciales sobre la realidad que atraviesa el conjunto de la sociedad, que parten aguas a la hora de tomar posición. Por una lado, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, el Frente Barrial de la CTA y la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) sostienen que “desde el punto de vista ideológico-político es un grave error intentar un acuerdo con el gobierno” porque “sería como intentar un diálogo con Videla no tenemos nada que pactar porque estos nos quieren pasar por encima”.

Mientras que el Movimiento Evita, que conduce Emilio Pérsico, el propio Grabois y la UTEP, ostentan una mirada crítica, pero piensan que es necesario respetar el voto de las mayorías que eligieron a este gobierno y buscar acuerdos para continuar con la coordinación de los programas sociales, como el Potenciar Trabajo, que fortalecen la asistencia de los sectores más vulnerables. 

“Durante el macrismo, nos apretaron mal y nos obligaron a bajar los decibeles, con la amenaza de plata o plomo y eso terminó con Milagro Sala y Luis D´Elía en cana y las cooperativas de Cristian Miño, destruidas, mientras ellos arreglaban”, le dijo a este portal un dirigente de la FTV tras un plenario realizado este sábado.

“La economía popular funcional al modelo liberal-conservador es la concepción de construir un mundo y un espacio para los que están afuera, mientras que la concepción nuestra es construir una sociedad donde quepamos todos y no tengamos que esperar que se les derrame nada a los poderosos”, completó el referente de la organización territorial.

Justamente son estas agrupaciones las que están organizando un nuevo piquete para el próximo jueves 11 de enero en la intersección de la Ruta 3 y las vías del Ferrocarril, a la altura de Isidro Casanova, corte que contará con la colaboración de la intendencia matancera, a cargo de Fernando Espinoza.

El 24 de enero, tanto la FTV como la CCC marcharán junto con las centrales sindicales, en el marco de la jornada de paro general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y las CTA. “Nosotros ponemos la gente y esperamos que los sindicatos pongan los micros”, se esperanzó uno de los dirigentes consultados.

Entre el 27 de enero (se cumplen 22 años del “piquete y cacerola, la lucha es una sola”) y la primera semana de febrero, hay cronogramas de movilizaciones y “se evaluará el corte de ruta por tiempo indeterminado”.

Otra tormenta dentro del Gabinete

Esta semana, el ala dura del Gobierno desplazó al subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau, tras haberlo hecho responsable de una estrategia negociadora con los gremialistas. Ahora, las señales del gabinete están dirigidas a enfrentarse con la CGT, con el diálogo interrumpido frente al paro con movilización del 24 de enero y a tratar de encarrilar la relación con el poder sindical.

El líder mercantil Armando Cavallieri -que maneja el gremio más numeroso del país, con 1.200.000 afiliados- pidió a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, una aclaración sobre las cuotas solidarias, un sistema adicional de recaudación sindical a través de los convenios colectivos, que quedó en jaque porque el DNU estableció la limitación de que podía cobrarse sólo si había un “consentimiento explícito” de los trabajadores.

El acuerdo entre la titular de la cartera social y el secretario general de los empleados de comercio, desató una nueva tormenta en el Gobierno. Primero fue Federico Sturzenegger, el cerebro del plan para desregular la economía, quien le planteó a la ministra su rechazo a la decisión que benefició a Cavalieri para el cobro de las cuotas solidarias.

De una primera charla entre ambos surgió un encuentro encabezado por Posse, acompañado por dos abogados laboralistas de perfil duro que elaboraron la reforma laboral libertaria, Miguel Angel Ponte y Julio Cordero, vinculados al Grupo Techint. La reunión se realizó en el histórico edificio de Carlos Pellegrini y Juncal, donde tiene las oficinas principales la cartera de Capital Humano.

Allí se resolvió  que Pettovello llamara a Yasín para “pedirle la cabeza” de algún responsable del “error” que flexibilizó el pago de las cuotas solidarias porque entendían que había que endurecerse ante el sindicalismo luego de que la CGT avanzara con su ofensiva judicial contra el DNU (que finalmente logró frenar la reforma laboral) y dispuso el paro con movilización al Congreso del 24 de enero. Así fue como “rodó” la sabiola de Pitrau. La gran duda es qué hará Yasin, a quien le echaron a uno de sus hombres de mayor confianza dentro del ministerio. 

Mandatados por Posse y Sturzenegger -el ministro sin cartera al que nadie sabe bien quién banca- Ponte y Cordero pretendían quedarse con el control de los Potenciar Trabajo, pero por razones operativas se postergó este traslado hasta el mes de abril.