En la medida que el mercado cada vez ve más cerca la posibilidad del fin de la política monetaria restrictiva, los activos de riesgo, entre ellos las criptomonedas, han recuperado buena parte de sus pérdidas registradas durante 2022, un año en el que el mercado sufrió una importante corrección y el Banco Central estadounidense optó por subir las tasas a su nivel más alto en más de 20 años.

A su vez, más reciente en el tiempo, la expectativa que existió detrás de la aprobación de los ETFs de Bitcoin y ahora también de Eteherum, han impulsado también a las criptos en la primera parte de este 2024.

Sin embargo, desde marzo en adelante hemos tenido una sana corrección, la cual puede venir más que bien para que un inversor que esté optimista y dispuesto a correr más riesgos, quiera tomar posición en las cripto, antes de que vuelva la euforia y el optimismo.

En este sentido, ¿cuáles son las cinco criptomonedas que se destacan sobre el resto? Para una persona que quiera dar sus primeros pasos con las criptos, y con potencial de crecimiento a largo plazo.

Bitcoin: Al hablar de una cartera de inversión, desde IOL sugerimos sumar un 35% de la misma en esta criptomoneda. Estamos hablando de la cripto más popular de todas, creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, un individuo que se mantiene en el anonimato.

Se caracteriza por ser descentralizada, sin respaldo de bancos o gobiernos, y con una emisión limitada a 21 millones de unidades. Bitcoin es la criptomoneda más grande y con mayor liquidez del mercado.

Desde nuestro punto de vista, agregar BTC a un portafolio puede ayudar a diversificar las inversiones y reducir el riesgo inherente a otros activos financieros como acciones y bonos. Por otro lado, suele ser nombrado popularmente dentro de la comunidad cripto como el “oro digital”, ya que tiene una oferta limitada, lo que lo convierte en un activo escaso. Esto significa que, a medida que aumenta la demanda, en teoría, el precio del Bitcoin tendería a aumentar con el tiempo. 

Por último, otro factor a favor es que, con la existencia de los nuevos ETFs al contado de BTC, esto permitirá que inversores institucionales como fondos de inversión accedan al mundo de las criptomonedas de forma simple y sencilla.

Ethereum: Con un 30% de posesión. Nace a partir de una plataforma digital creada en 2015 por Vitalik Buterin que utiliza la tecnología blockchain para crear aplicaciones descentralizadas y colaborativas, y su criptomoneda nativa, Ether (ETH), se utiliza para pagar las transacciones en la red. Este proyecto también permite crear contratos inteligentes, programas que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Esto elimina la necesidad de intermediarios y reduce costos. Ether es la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, después de Bitcoin.

Desde nuestro punto de vista, consideramos tanto Bitcoin como Ethereum son indispensables para una cartera cripto, teniendo en cuenta que ambas han sobrevivido a varios mercados bajistas y a pesar de ser de las primeras criptos, siguen siendo populares y con tendencia alcista.

Solana: con una posesión del 15% en la cartera. Es un proyecto de código abierto fundado en 2017 por Anatoly Yakovenko y tiene como objetivo superar las limitaciones de escalabilidad de otras plataformas populares. Se destaca por su increíble velocidad de transacción, procesando hasta 60.000 transacciones por segundo. Esto la convierte en una plataforma ideal para aplicaciones descentralizadas (DApps) que requieren alta velocidad y baja latencia, como juegos, mercados y plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi). A su vez, las tarifas de transacción en Solana son extremadamente bajas, lo que la hace atractiva para usuarios que buscan realizar transacciones frecuentes sin incurrir en altos costos. Por último y no menos importante, Solana ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, atrayendo a desarrolladores y usuarios a su plataforma. Su potencial de crecimiento a largo plazo es alto y es por eso que está siendo una de las monedas que más ha resaltado en el último tiempo, ganando bastante popularidad.

Chainlink (LINK): con 10% dentro de la cartera. Se trata de una plataforma creada en 2019 que permite a los contratos inteligentes acceder a información del mundo real de forma segura y confiable. Su objetivo es resolver los problemas que plantean los oráculos centralizados*, programas que recopilan información externa y la agregan a la cadena de bloques. Chainlink utiliza su propia criptomoneda, $LINK, para incentivar a los operadores de nodos a mantener la red funcionando. LINK también puede ser utilizada como cualquier otro token: atesorarla, usarla para transferir valor o reinvertirla en el ecosistema. El éxito de este proyecto está directamente relacionado con la adopción de la tecnología blockchain. A medida que aumenta el uso de contratos inteligentes, también se ampliará el uso de Chainlink y, por lo tanto, de LINK.

Polygon (MATIC): para el 10% restante de la cartera. Se trata de un proyecto creado en 2017 que se presenta como una solución eficaz a los problemas de escalabilidad que enfrenta la red Ethereum, la cual ha experimentado un congestionamiento significativo y tarifas de transacción elevadas. El tráfico en la red Ethereum tiende a congestionarse y Polygon funciona como una red lateral que opera junto a Ethereum, procesando transacciones de manera más rápida y económica, sin comprometer la seguridad de la red principal. De esta manera, ha ganado popularidad rápidamente entre los desarrolladores y usuarios de Ethereum. Su bajo costo y alta velocidad lo convierten en una opción atractiva para aplicaciones como juegos, finanzas descentralizadas (DeFi) y mercados de tokens no fungibles (NFT). Actualmente, Polygon se encuentra entre las 20 criptomonedas más valiosas del mercado. Dentro de los proyectos que existen en el ecosistema cripto, consideramos que es uno de los que vale la pena monitorear.