El conflicto entre los gremios aeronáuticos y Aerolíneas Argentinas se ha intensificado de manera alarmante en las últimas semanas, con los sindicatos manifestando un creciente descontento respecto a la oferta salarial presentada por la empresa. Tras dos reuniones consecutivas fallidas, la última de ellas celebrada el pasado martes en el Aeroparque Jorge Newbery, los sindicatos de pilotos (APLA), aeronavegantes (AAA), personal aeronáutico (APA), y personal superior aeronáutico (UPSA) se mantienen firmes en su rechazo, lo que ha derivado en un estado de tensión cada vez mayor. El único sindicato que ha cerrado un acuerdo es la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA).

La disputa comenzó a gestarse varias semanas atrás cuando los gremios denunciaron que los salarios en el sector habían quedado rezagados frente a la inflación, con una pérdida real que estiman en un 72% desde noviembre del año pasado. En respuesta, Aerolíneas Argentinas propuso un incremento del 3% para agosto, oferta que fue rápidamente catalogada como insuficiente y provocativa por parte de los sindicatos. Desde entonces, las negociaciones se han visto estancadas, sin señales de una resolución cercana.

El malestar entre los gremios es evidente. Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), expresó su indignación tras la última reunión, calificando la oferta como una "falta de respeto" hacia los trabajadores y advirtiendo sobre la inminente implementación de nuevas medidas de fuerza. Estos reclamos podrían materializarse en asambleas o paros, lo que afectaría gravemente el funcionamiento de los vuelos en todo el país, causando un impacto directo en miles de pasajeros.

En agosto, los gremios ya habían realizado cinco asambleas en aeropuertos clave, incluyendo Aeroparque, Ezeiza, Córdoba y Mendoza, lo que resultó en la cancelación de numerosos vuelos y dejó a más de 11.000 pasajeros varados. Con la posibilidad de que estas medidas se repitan o incluso se intensifiquen, los usuarios de Aerolíneas Argentinas se encuentran nuevamente en una situación de incertidumbre, atrapados en un conflicto que parece estar lejos de resolverse.

El trasfondo de esta crisis también pone en tela de juicio la gestión del Secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien ha sido criticado por los gremios por su aparente incapacidad para comprender las complejidades del sector y manejar las negociaciones con la diligencia requerida. Según los sindicatos, el nombramiento de Mogetta responde más a criterios políticos que a la experiencia técnica necesaria para liderar un sector tan crucial.

En este contexto, Aerolíneas Argentinas, bajo la gestión de Fabián Lombardo, ha intentado implementar una serie de medidas para mejorar las cuentas de la empresa, entre ellas, la reducción de la dotación de personal en un 13% respecto a finales de 2023. Lombardo ha informado que, gracias a un segundo retiro voluntario, la plantilla de la aerolínea se ha reducido en 1.500 empleados, lo que ha contribuido a una disminución del déficit operativo en un 70% durante el primer semestre del año.

Lombardo ha señalado que, a pesar de los esfuerzos por estabilizar la empresa, las continuas tensiones con los gremios representan un obstáculo significativo. Ha criticado duramente las acciones de los sindicatos, señalando que sus prácticas están perjudicando tanto a los pasajeros como al futuro de la compañía. Según el presidente de Aerolíneas, el único sindicato que ha mostrado comprensión hacia el contexto actual es APTA, que ha decidido acompañar las propuestas de la empresa.

Finalmente, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó en una conferencia de prensa en la Casa Rosada la reducción de 1.500 empleados en la aerolínea estatal, destacando que la mayoría de ellos se desvinculó de la empresa a través de retiros voluntarios. La situación en Aerolíneas Argentinas sigue siendo crítica, con un conflicto gremial que no muestra señales de resolución y que podría escalar en los próximos días.