El fuego se apoderó de buena parte del centro y norte del país. Según informó este jueves el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, once provincias del registran “focos activos” de incendios: Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, San Luis, Salta, Tucumán, Corrientes, Misiones, La Rioja, Chaco y Catamarca. La tantas veces utilizada expresión "un país prendido fuego" para hablar de las interminables complicaciones sociales, políticas o económicas de la Argentina ahora se transforma en una realidad concreta, literal. 

En su reporte, el SMNF precisó que en la provincia de Córdoba hay siete focos, localizados en La Cumbre, departamento de Punilla, Alta Gracia, Alpa Corral, Falda del Carmen, Calamuchita y en el departamento Santa María en Córdoba. La provincia gobernada por Juan Schiaretti es una de las que atraviesa una situación más delicada y el propio ministro de Medio Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, viajó hasta allá para enfrentar el problema en presencia. 

Los incendios activos siguen en El Morro y Papagayo, en la provincia de San Luis; en Cruz Alta y Lules, en Tucumán; y en el Delta del Paraná que comparten Santa fe y Entre Ríos. Santa Fe también presenta fuegos en la localidad de Los Amores; al igual que en la ciudad de Zárate, provincia de Buenos Aires, aunque el fuego está controlado; y en San Antonio y en Ledesma en Jujuy.

Medio país bajo fuego: once provincias con focos activos y fuera de control

Al mismo tiempo, Salta registra focos registrados en Colonia Santa Rosa, Colonia Ikira Aguaray, Pocitos, en la jurisdicción del departamento General José de San Martín y San Lorenzo, mientras que las llamas están contenidas en Embarcación San Martín, agregaron. En Catamarca persisten fuegos en Andalgala, en el departamento de Pomán, donde registraron 177 incendios activos y 175 circunscritos, y en el distrito Yerba Buena de Ancasti.

Más allá de los problemas específicos que se viven en estos días, con trágica imágenes de familias evacuadas y terrenos arruinados, el daño a mediano y largo plazo es una de las principales preocupaciones del Gobierno. Desde el SMNF explican que el fuego genera una alteración significativa en el sistema natural que produce "la pérdida de estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región".

Agregan además que "se ven afectados los servicios ecosistémicos que brindan los distintos ambientes, como los valiosos servicios que aportan humedales y bosque. El impacto más notorio sobre la fauna se presenta en la pérdida de su hábitat y nichos ecológicos, reduciendo la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto prolongado en el tiempo del fuego", completa la presentación del organismo estatal. 

Por otro lado, la pérdida de nutrientes está en función de la severidad del fuego. En este sentido, la velocidad de liberación de nutrientes por la quema es mucho mayor a la del proceso biológico, y esos nutrientes no pueden ser captados por la comunidad vegetal a la velocidad de liberación.