Un caso de manipulación de imágenes a través de inteligencia artificial genera conmoción en San Martín, provincia de Buenos Aires. Un adolescente de 15 años, estudiante de un colegio privado, es acusado de alterar fotografías de sus compañeras para que parecieran estar desnudas y luego vender esas imágenes en una plataforma digital. El escándalo se desató cuando los padres de las víctimas descubrieron el delito y realizaron las denuncias correspondientes.

El menor habría utilizado fotos que las jóvenes publicaban en redes sociales y, mediante una herramienta de inteligencia artificial, las desnudaba virtualmente. Al principio, las compartía de manera gratuita en Discord, pero luego comenzó a venderlas a cambio de sumas cercanas a los $25.000. Según las primeras investigaciones, el adolescente tenía un grupo llamado "Colegialas", donde publicaba las fotos editadas, el cual contaba con cerca de 8.000 suscriptores.

Tras conocerse la situación, la fiscal Alejandra Novoa, de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil de San Martín, ordenó un allanamiento en la casa del menor. Durante el operativo, la policía secuestró computadoras y teléfonos que serán sometidos a peritajes para determinar cómo se realizaron las alteraciones y quiénes pudieron haber estado involucrados. También se auditará la billetera virtual utilizada por el adolescente para recibir los pagos de las ventas.

Hasta el momento, seis estudiantes afectadas han presentado denuncias formales, aunque se estima que la cantidad de víctimas podría ser mayor, alcanzando las 22. Las jóvenes tienen entre 13 y 17 años. Los padres han expresado su malestar con la respuesta del colegio, que no habría tomado las medidas necesarias para proteger a las alumnas.

Florencia, madre de una de las estudiantes, declaró a los medios: “El colegio no se hizo responsable, nos dijeron que era culpa de las chicas por subir las fotos a las redes sociales”. Además, explicó que uno de los compañeros del acusado logró identificarlo tras hacerse pasar por comprador en Discord, lo que permitió a las familias avanzar con la denuncia.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, el adolescente sigue asistiendo a clases. Las autoridades escolares decidieron que sea acompañado por un preceptor durante la jornada, debido a que algunos alumnos intentaron agredirlo en varias oportunidades. Esta decisión ha generado tensión entre los padres de las víctimas, quienes exigen que el joven sea retirado de la institución.

Los padres del acusado, por su parte, han declarado que su hijo no sería responsable del delito, ya que habría sufrido el robo de su teléfono celular en junio, lo que implicaría que otra persona utilizó su dispositivo para realizar las alteraciones y ventas. No obstante, la fiscalía está investigando todas las pruebas, incluyendo las transacciones financieras vinculadas a su billetera virtual.

La fiscal Novoa ha citado a declarar a la directora del colegio y a una auxiliar para obtener más detalles sobre lo ocurrido y sobre las posibles medidas que la institución podría tomar. Además, se espera que el análisis de los dispositivos secuestrados en el allanamiento permita avanzar en la identificación de todas las víctimas y de cualquier otro involucrado en la venta de las imágenes.

Los padres de las estudiantes afectadas también han solicitado una medida cautelar para evitar que el adolescente acusado tenga contacto con las víctimas dentro del colegio. Se espera que más víctimas formalicen su denuncia.