“Soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo. Tengo un sentimiento genuino de ser inocente, porque soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo -para acceder al beneficio de la libertad condicional”. El sacerdote Julio César Grassi, quien cumple con una condena a 15 años de prisión por abuso sexual infantil se presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Morón con el objetivo de obtener la libertad condicional. El cura está preso desde el 2013 en la Unidad Penitenciaria N°41 de Campana en un pabellón para presos con buena conducta, en donde decidió estudiar derecho, se recibió de abogado y ahora se representa a sí mismo.  

No obstante, el tribunal rechazó su petición. La jueza Mariana Maldonado junto con sus colegas Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade denegaron el pedido del sacerdote y darán a conocer los fundamentos el próximo lunes 2 de septiembre. Grassi siguió todo desde la Unidad Penitenciaria N°41 de Campana. También estaban el fiscal de ejecución Mario Ravizzini, el abogado de la víctima conocido como Gabriel, Sergio Piri, y el querellante Juan Pablo Gallego, representante del Comité de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en Argentina (Casacidn).

El padre Grassi fue condenado en 2009 por hechos ocurridos en 1996, cuando dirigía la “Fundación Felices Los Niños”, ubicada en la localidad bonaerense de William Morris, partido de Hurlingham. Los casos se dieron a conocer seis años después, a raíz de una revelación de Telenoche Investiga. El cura nunca admitió su culpabilidad y no solo negó los hechos, sino que cuestionó a las víctimas que lo habían denunciado

Cuando se dieron a conocer los hechos, en 2002, Grassi fue detenido menos de un mes, entre octubre y noviembre de ese año. Luego quedó en libertad y estuvo en prisión domiciliaria recién entre marzo y mayo del 2012, cuando fue condenado a 15 años de prisión. Finalmente, fue detenido el 23 de septiembre del 2013 y continúa en prisión desde entonces en el penal bonaerense de Campana. 

Grassi seguirá en prisión: rechazaron su pedido para ser liberado de forma anticipada

La situación judicial

Según su condena, Julio César Grassi cumpliría su pena el 30 de mayo de 2028. El cura contaba con que saldría en libertad en agosto del 2026, debido al derogado beneficio denominado como “2x1”, pero en 2022, la Cámara de Apelaciones de Morón extendió por dos años su condena tras una apelación presentada por la querella, a raíz de un mal cálculo de la pena y inaplicabilidad de dicho beneficio. 

Durante la pandemia de Covid-19, en el 2020, Grassi volvió a ser noticia porque solicitó que le otorguen la domiciliaria, pero su pedido fracasó debido a que consideraron que no formaba parte de la llamaba “población de riesgo”, que eran los más propensos a desarrollar una enfermedad grave si se contagiaba de coronavirus. 

La denuncia pública fue recibida inicialmente con escepticismo, y durante años, Grassi contó con el apoyo de poderosos sectores que cuestionaron la veracidad de las acusaciones. No obstante, el peso de las pruebas y los testimonios presentados en su contra llevaron a que, el 10 de junio del 2009, el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón condenase al clérigo a la pena de 15 años de prisión por los delitos de “abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima”. Esto es “reiterado en dos hechos, en concurso real entre sí, que, a su vez, concurrieron formalmente con corrupción de menores agravada por su condición de encargado de la educación y de la guarda”, por los hechos cometidos en su fundación. 

Grassi seguirá en prisión: rechazaron su pedido para ser liberado de forma anticipada

Cuál es el pedido de Grassi

En septiembre del año pasado, a través de sus abogados, el cura había hecho la última solicitud para quedar en libertad condicional, pero fue rechazada. Tras eso, decidió desplazar a su equipo de defensores y se puso al frente de su propia representación, recordando que se recibió de abogado en prisión. 

En mayo pasado, el cura cumplió 10 años en prisión, por lo que ahora solicitó la libertad condicional, tras haber cumplido más de dos tercios de la pena. El pedido del Grassi se basa en el artículo 13 del Código Penal, que permite a los condenados a más de tres años de prisión solicitar la libertad condicional tras cumplir dos tercios de su pena, siempre que los informes penitenciarios y periciales sean favorables a su reinserción social. Sin embargo, en este momento hay una normativa que excluye este beneficio para quienes han cometido delitos contra la integridad sexual.

Por su parte, Juan Pablo Gallego, abogado que representa a la víctimas, manifestó su preocupación por la solicitud de Grassi y planteó su postura en contra ante los jueces del Tribunal. “Voy a exponer y alegar los motivos por los cuales Grassi no puede salir. En primer lugar porque el propio Código Penal establece que no es un beneficio que puedan pedir los delincuentes sexuales, por otro lado, el acusado hizo ese pedido por escrito y el tribunal de alguna manera abrió el incidente a prueba, se le pidió una pericia psicológica a la cual él se opuso y por último, hubo mucho cabildeo con el informe carcelario”, le había adelantado a la agencia Noticias Argentinas.