El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) aumentó durante enero un 6%, a partir de la muy baja base de comparación que dejó el escenario post-electoral del 2023, y el ajuste cambiario y fiscal que comenzó desde diciembre de ese año y se extendió a lo largo de todo el primer cuatrimestre del 2024.

Además, el índice, que reúne a varios de los indicadores que integran el Producto Bruto Interno (PBI), subió durante enero 0,6% en relación a diciembre.

“Si el PBI crece un 4,5% este año, Argentina podría retornar al nivel que supo tener en 2017”, destacó un informe de la Fundación Mediterránea, que advirtió que el estancamiento económico lleva "casi una década y media", más allá de los altibajos de la actividad.

En tanto, las consultoras que participaron del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Banco Central estimaron que el crecimiento este año rondará el 4,8%, contra la caída del 1,8% que tuvo el año pasado.

Como sea, las variaciones mostraron que la recuperación no es pareja para todos los rubros, y que incluso, algunos pierden dinamismo. Por ejemplo, Agricultura y Ganadería, que en enero del año pasado crecía a una tasa del 11% interanual, porque se comparaba contra la sequía del 2023, ahora, con una cosecha “normal” aumenta solo el 0,8% interanual.

Por su parte, la pesca, afectada por los altos precios internos, cayó 3,8%, y otro tanto pasó con Hoteles y restaurante, que bajaron 2,8%

Por contrapartida, la explotación de minas y canteras, alentadas por el petróleo y el litio, aumentó 8,3%, el sector industrial, con su propia heterogeneidad, 6%, el consumo mayorista y minorista, aumentó 11,3 %, y unido a ellos, la distribución de agua, electricidad y gas, subió 6,6%.