Tomala vos, dámela a mi: cómo sigue la historia en Diputados por el acuerdo con el FMI
Tras la reunión de la mesa nacional, Juntos por el Cambio unificó posición y aseguró que acompañará lo firmado con el Fondo. Una vez más, la pelota quedó del lado de la cancha del Frente de Todos, que todavía tiene asperezas que limar en este tema. Los bloques independientes se mantienen expectantes y esperarán la letra chica.
Pocas veces ocurre que un proyecto que impulsa el oficialismo cosecha más adhesiones en la oposición que el oficialismo. Más bien, nunca sucede. Menos con un tema tan sensible y crítico para el futuro de la Argentina como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, toda regla tiene su excepción y esa frase calza a medida de la situación que atraviesa el gobierno nacional, con serios cuestionamientos en la coalición de gobierno.
La salida intempestiva de la presidencia del bloque del Frente de Todos de Máximo Kirchner sembró un manto de dudas en torno a la votación final. La jugada indescifrable del líder de La Cámpora y el silencio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no colabora con las especulaciones.
Y claro, da la sensación de un libre albedrío en cuanto a qué posición tomar respecto del acuerdo. Pero no más que eso, ya que como dio cuenta Data Clave días atrás, las declaraciones de Itaí Hagman respecto de votar en contra o abstenerse por parte de un grupo de más de 30 legisladores generaron un tirón de orejas por parte del hijo de la vice.
Tras este incidente, los dirigentes peronistas bajaron considerablemente su perfil. Lejos de las declaraciones estridentes de los últimos días, se llamaron a silencio en su mayoría o se limitaron a sostener la bandera de la unidad y a defender la postura de Máximo, sin quitar los pies del plato del Frente de Todos. Incluso Hagman se mostró conciliador y evitó hablar con la prensa, a pesar de los intentos de este medio por contactarlo.
Pero otros sí se animaron a hablar. “El acuerdo no está cerrado todavía. Estamos buscando interiorizarnos más. Queremos saber qué dice y recién ahí vamos a elaborar alguna postura”, explicó el diputado nacional santacruceño Gustavo "Kaki" González, en diálogo con La Tecla Patagonia. Y advirtió: “No queremos más ajuste. Venimos de muchos años de sufrimiento con el gobierno de Macri y después con la pandemia. Lo vamos a leer y estudiar detenidamente. En caso de que no estemos de acuerdo, no lo votaré”
Si le faltaba algún condimento al plato caliente del oficialismo, en las últimas horas Juntos por el Cambio volvió a dar un golpe sobre la mesa y aseguró que el interbloque en su totalidad -a pesar de sus diferencias- acompañará el acuerdo con el FMI. Esa declaración pública luego de una reunión de la mesa chica nacional volvió a exponer al gobierno y le devolvió la pelota a su costado de la cancha.
La Coalición Cívica y la UCR ya habían adelantado que acompañarían, pero el PRO no había confirmado su postura. Todavía hay algunos sectores que sostienen que quieren conocer el detalle del acuerdo, pero no influirá en la decisión final como interbloque. Además, la jugada de volver a concentrar la atención en el oficialismo requería de un consenso general.
Desde las filas del Presidente Alberto Fernández sostienen que no habrá inconvenientes para aprobar el convenio y depositan su confianza en el flamante jefe de bancada Germán Martínez, un tapado que viene con el mote de conciliador. Un laburante de la unidad, dicen. Y vaya si necesitarán de sus servicios, ya que si se cumple el vaticinio de la abstención del ala díscola, podría ser un signo de debilidad hacia afuera difícil de sobrellevar, aún con luz verde en la votación final.
Pero claro, también jugarán su partido los interbloques independientes y provinciales, que son los que hasta la fecha no han definido su voluntad. La izquierda y los liberales ya anunciaron su negativa al respecto, por lo que su accionar escapa al terreno del análisis y las elucubraciones. Aquellas fuerzas regionales e independientes, tendrán su chance de hacer valer sus votos, aunque ya no con tanta incidencia luego del respaldo de JxC.
De allí que no sorprende que sostengan el argumento de días atrás. “Seguimos esperando la letra chica del acuerdo”, señalaron desde el Interbloque Federal a Data Clave. “Lo peor que podría hacer el gobierno es replicar la lógica del proyecto de Presupuesto 2022, una suerte de arreo a las patadas para que el Congreso se expida sin tiempo para discutir con el Ejecutivo. En este caso (Acuerdo #FMI) sería más grave aún, porque no hay información”, apuntó el jefe de bancada del espacio en Diputados, Alejandro “Topo” Rodríguez, desde su cuenta de Twitter.
En la misma sintonía, el referente de Consenso Federal agregó: “el Ejecutivo debería abrirse -con humildad- a propuestas razonables en defensa de los argentinos. Por ejemplo, no incluir ningún bono en dólares para los especuladores extranjeros que, con posiciones en pesos, vinieron a hacer carry-trade durante el gobierno de Macri”.
En cualquier caso, la oposición logró inclinar la cancha y le tiró la presión al oficialismo, que a pesar de haber alcanzado un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, todavía debe defenderlo y exponerlo ante propios y ajenos. Mientras tanto, el tiempo corre y no a su favor. Las diferencias internas transformaron lo que pudo haber sido un punto a favor o al menos el mal menor, en un problema central y de gobernabilidad.
Ahora, mueven las blancas porque las negras ya jugaron. La pericia del Ejecutivo nacional y sus delfines en el Congreso será fundamental para convertir este contratiempo en un hito que los haga debatir y reagruparse. Reconstruirse desde la crisis, que nunca deja de ser una oportunidad. Quien la sepa aprovechar, se quedará con la sortija al final de la vuelta.