Se discute todo menos el ataque: los insólitos pedidos en el juicio por el intento de asesinato a CFK
En una audiencia llena de momentos inverosímiles, la defensa de Brenda Uliarte sorprendió al solicitar que la expresidenta declare para confirmar su identidad de género. El tribunal rechazó la propuesta, mientras las querellas pidieron sanciones por revictimización. El juicio avanza entre testimonios y planteos cada vez más desconcertantes.
En una nueva jornada del juicio por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, el foco pareció alejarse una vez más del hecho concreto. Esta vez, el abogado defensor de Brenda Uliarte, Alejandro Cipolla, buscó que la expresidenta sea citada a declarar para responder si "se considera o no mujer". El tribunal, claramente sorprendido, rechazó el pedido. En sus palabras, Cipolla argumentó: “Más allá de que biológicamente podría ser considerada una mujer, no podemos tener con certeza esta cuestión, la que sería indispensable para la tipificación por la fiscalía en razón de violencia de género”.
El planteo insólito de Cipolla ocurrió en respuesta a la solicitud de la fiscalía para incluir el agravante de violencia de género en el caso. “La doctora Fernández fue la propulsora de las cuestiones de género y, aunque biológicamente pueda parecer mujer, esta parte necesita una confirmación directa de su percepción”, continuó el abogado. La presidenta del tribunal, Sabrina Namer, interrumpió, visiblemente molesta: “¿No se está determinando que la víctima sea una mujer?”
La defensa de la querella, encabezada por el abogado Marcos Aldazabal, no tardó en responder. Aldazabal criticó duramente el pedido de Cipolla y lo calificó como una estrategia de “revictimización”. “Lo que acaba de suceder es netamente una forma de revictimización, sin ningún sustento empírico ni teórico. Nos parece un ejercicio de violencia que solo busca generar un impacto mediático, recordemos que aquí hubo una víctima de un intento de magnicidio y femicidio”, expresó Aldazabal. Namer coincidió con la querella y subrayó que, si bien respetaba el derecho de defensa, había límites que no debían cruzarse en este tipo de juicios.
A la defensa de Sabag Montiel, a cargo de la abogada María Fernanda López Puleio, tampoco le pasó desapercibida la situación. La defensora oficial se sumó a las críticas: “Quiero manifestar absoluta coincidencia con lo dicho por la querella. Creo que hay límites que no se pueden pasar”.
Este juicio ha tenido episodios extraños desde sus primeras audiencias, con testimonios que oscilan entre lo dramático y lo bizarro. Durante la jornada, la testigo Agustina Díaz, excompañera de Uliarte, declaró que el día del ataque, Uliarte publicó en redes sociales que deseaba casarse con el hombre que intentó asesinar a la exmandataria. La joven también relató detalles sobre su amistad con Uliarte y afirmó que la acusada solía mentir y manipulaba a quienes la rodeaban. En sus declaraciones, Díaz se describió como alguien desinteresada en la política, pero admitió que en algún momento le comentó a Uliarte “pegarle un tiro a la vieja chorra”, en alusión a Cristina Kirchner, aunque aclaró que lo hizo “por ignorancia”.
Uliarte, presente en el recinto, se mostró visiblemente afectada al escuchar estos testimonios, e incluso fue autorizada a retirarse de la sala en medio de la audiencia cuando rompió en llanto. Según Díaz, Uliarte se mostró entusiasmada con el atentado y habló del fallido disparo de Fernando Sabag Montiel. “Ella me había contado que intentaron matar a la ex vicepresidenta, y después guardé el chip de mi celular porque me dio miedo”, relató Díaz.
Cipolla, conocido por representar a figuras mediáticas como L-Gante y Alex Caniggia, intenta con sus pedidos impactantes ganar visibilidad en un juicio que mantiene expectante a gran parte del país. En una audiencia previa, Uliarte protagonizó un episodio de violencia física contra su propio abogado, que confundió una de sus respuestas.
La fiscalía aún busca ampliar la acusación a Uliarte, Sabag Montiel y Gabriel Carrizo, los tres detenidos, para incluir el agravante de violencia de género, y el tribunal deberá decidir si se acepta este pedido. La ex vicepresidenta, sin embargo, no será citada para definir su identidad de género, como pretendía Cipolla.