En plena definición de la interna del Partido Justicialista (PJ), Cristina Fernández de Kirchner sumó un nuevo capítulo a la disputa con Axel Kicillof. La ex presidenta volvió a Avellaneda, bastión que gobierna Jorge Ferraresi, para reunirse con empresarios PyMEs y lanzar dardos hacia la actual gestión nacional.Este modelo es como un yogurt, todos sabemos que se vencen”, soltó Cristina en un comentario que resonó tanto en el ámbito político como en el sector empresarial.

La cita, segunda en menos de un mes, refuerza el respaldo de Cristina Kirchner a la región del conurbano bonaerense en un contexto de alta tensión con el gobernador Kicillof, quien ha evitado pronunciarse públicamente sobre la conducción del PJ. El intento fallido de Ricardo Quintela para anular en la Justicia la decisión de la Junta Electoral partidaria, que dejó a la ex mandataria con la presidencia del PJ nacional, avivó las tensiones en territorio bonaerense, donde la figura de Kicillof emerge como un actor clave en esta batalla.

Durante la reunión, la expresidenta se refirió a la situación económica y los desafíos que enfrentan las PyMEs, apuntando directamente al actual modelo de gestión de Javier Milei. Con tono crítico, resaltó los efectos de la apertura indiscriminada y la falta de industrialización, diciendo que el verdadero problema es la “deshumanización” que atraviesa la política económica. “Tenemos una industria que está sufriendo un proceso de desindustrialización, y esto es evidente en el deterioro de nuestras empresas nacionales y en la pérdida de empleo”, añadió Cristina ante un auditorio atento a sus palabras.

Cabe recordar que el pasado 17 de octubre, en la Universidad Nacional de Avellaneda, Cristina también había protagonizado un acto junto al senador camporista Emmanuel González Santalla, consolidando su vínculo con sectores políticos y sociales del conurbano en apoyo a su liderazgo dentro del PJ. En aquella ocasión, su presencia se interpretó como un guiño político de cara a las elecciones internas, gesto que ahora se redobla con esta nueva visita a Avellaneda, justo en un momento clave para el futuro del partido.

La irrupción de Cristina en el conurbano es vista como un movimiento para marcar territorio y fortalecer su base de apoyo en la región, sobre todo en un contexto de interna que, aunque resuelta, sigue generando fricciones. Si bien la conducción del PJ ya es prácticamente un hecho, el silencio de Kicillof es percibido como una señal de distanciamiento que aún persiste.

La relación entre Cristina y el PJ está ahora en un punto de inflexión, en especial con la proclamación oficial de su liderazgo inminente. Mientras tanto, la situación económica y el rol del empresariado PyME continúan siendo temas de primera línea en la agenda política. Cristina, al referirse al modelo como un “yogurt que se vence”, dejó claro su pronóstico sobre el proyecto de Milei, enviando un mensaje contundente que seguramente resonará en el escenario político.