Presupuesto y ficha limpia: los dos grandes desafíos que tiene LLA antes del fin de las sesiones ordinarias
Con el cierre de las sesiones ordinarias a la vuelta de la esquina, La Libertad Avanza enfrenta dos retos cruciales. Ambas iniciativas no solo pondrán a prueba la capacidad de articulación política del oficialismo, sino también el reordenamiento del Congreso en medio de tensas negociaciones.
La Libertad Avanza (LLA) se enfrenta a un tramo final de sesiones ordinarias cargado de desafíos políticos, donde dos temas se perfilan como ejes clave para cerrar el año legislativo: el Presupuesto 2025 y el proyecto de ley de ficha limpia. La aprobación de estas iniciativas se ha vuelto fundamental para el gobierno de Javier Milei, que busca consolidar su agenda económica y reformista en un Congreso cada vez más polarizado.
El primero de estos desafíos es el Presupuesto 2025, cuyo debate ha sido marcado por la citación del ministro de Economía, Luis Caputo, a defender el proyecto ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Esta convocatoria, propuesta por el bloque de Unión por la Patria (UxP) y respaldada por sectores de la oposición dialoguista, como la UCR y la Coalición Cívica, ha generado expectativa sobre las prioridades económicas del oficialismo para el próximo año. Caputo, quien previamente había rechazado asistir al Congreso, será clave para explicar cómo el gobierno planea enfrentar una economía golpeada por la inflación y la crisis financiera.
El Presupuesto 2025 no solo incluye las metas de gasto público y recaudación, sino que también aborda áreas sensibles como la seguridad y el sistema previsional. En este sentido, el proyecto prevé un aumento de los fondos destinados a la seguridad, en línea con la postura del gobierno de Milei de “priorizar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”. También será debatido el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que actualiza las jubilaciones, en medio de presiones de la oposición para incorporar una cláusula de aumento adicional del 8%, que Milei había vetado previamente.
Mientras tanto, en el terreno de las reformas políticas, el proyecto de ficha limpia ha logrado avanzar en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia de la Cámara de Diputados. Esta iniciativa, que impediría a los condenados en segunda instancia por delitos de corrupción postularse a cargos públicos, es uno de los principales caballos de batalla de sectores opositores como el PRO, UCR y la Coalición Cívica. Impulsada fervorosamente por figuras como Silvia Lospennato y respaldada por el Movimiento Ficha Limpia, la ley ya cuenta con el apoyo necesario para obtener media sanción antes del cierre de sesiones.
La ficha limpia, sin embargo, enfrenta obstáculos dentro del propio Congreso. El bloque de Unión por la Patria ha presentado un dictamen alternativo que busca limitar las restricciones a quienes tienen condenas firmes, ampliando además la normativa a otros delitos económicos. Los debates dentro de la Cámara reflejan las tensiones entre aquellos que buscan ampliar el alcance de la ley y quienes temen que su implementación se convierta en una herramienta de judicialización política.
Con este panorama, LLA no solo tiene la tarea de negociar con los bloques opositores para asegurar la aprobación de su agenda, sino que también debe sortear las tensiones internas que podrían dificultar la consolidación de acuerdos. El cierre de las sesiones ordinarias se perfila como un momento decisivo para el futuro del oficialismo, que necesita demostrar su capacidad de maniobra legislativa en un Congreso fragmentado.
El debate sobre el Presupuesto y la ficha limpia también pone de relieve el reordenamiento del mapa político en Argentina, donde las alianzas transversales y los acuerdos entre bloques minoritarios juegan un papel cada vez más relevante. LLA, aunque cuenta con una bancada fuerte, debe equilibrar su discurso reformista con las concesiones necesarias para sacar adelante su programa de gobierno.
A pocas semanas del cierre legislativo, tanto el Presupuesto como la ficha limpia se presentan como las pruebas definitivas para la gestión de Milei en el Congreso. Ambos proyectos serán clave para definir el rumbo económico y político del país en 2025, y sus avances o retrocesos marcarán el tono de los próximos meses.
El dictamen de ficha limpia aún debe ser discutido en el recinto antes de fin de año, mientras que la convocatoria del ministro Caputo y el tratamiento del Presupuesto 2025 se espera que ocupen el centro del debate parlamentario en las próximas semanas, en un clima de alta tensión política.