Presupuesto 2025: inflación del 139%, dólar a $1.016 y áreas desfinanciadas que afectan a la clase media
El Gobierno envió un avance de lo que será la hoja de ruta en materia económica para el próximo año y que debe entrar en septiembre. Señala que la recaudación se elevará en un 54,4% con respecto a 2024 y que habrá un descenso de la presión tributaria. Las 10 funciones presupuestarias sensibles que no se ejecutarán y que golpearán de lleno a la producción nacional.
El Gobierno envió al Congreso un adelanto del proyecto de Presupuesto 2025 con los lineamientos económicos para el próximo año: proyecta para ese entonces tener una inflación anualizada del 139,7% y un dólar oficial a $1.016.
Se trata de una primera lectura de la iniciativa que deberá presentar Luis Caputo, ministro de Economía de la gestión de Javier Milei. El archivo al que accedió Data Clave aún no ingresó en el sistema de la Cámara de Diputados, por lo que los legisladores se enteraron de su existencia a través de los medios.
Además de una inflación anualizada de casi el 140% y un dólar que se proyecta para $1.016, el Presupuesto también anticipa una caída del 3,5% del PBI para las proyecciones de 2024. Esta dura cifra económica se da aún con el incremento de las exportaciones en un 14,4% y una reducción de casi el 21% en importaciones, arrojando un superávit comercial de más de U$S 21.918 millones.
La iniciativa del oficialismo también contiene que se elevará casi un 55% la recaudación para este año y que habrá un descenso de la presión tributaria, pasando del 21,61% anual al 21,16%. Esa disminución está vinculada a que perderá vigencia el Impuesto PAÍS a fin de año, medida creada a fines del 2019 y que tendrá validez hasta el 31 de diciembre de este año.
También señala que "la suba estimada de la recaudación nominal se explica por los aumentos proyectados de la actividad económica, los volúmenes del comercio exterior, la remuneración imponible y los puestos de trabajo, los precios y el tipo de cambio. En el mismo sentido incidirán los mayores ingresos esperados correspondientes a los regímenes de facilidades de pago".
En el análisis, el Gobierno se plantea mantener "las condiciones de estabilidad macroeconómica que permitan el despegue definitivo de las potencialidades productivas del país, generando un ambiente favorable para el incremento de la inversión privada, una mejora de la productividad, y el crecimiento de la actividad, del empleo y los ingresos".
Una preocupación que se despertó en la oposición es por las partidas presupuestarias de algunas áreas clave que sufrirán un fuerte desfinanciamiento con respecto al año anterior, algo que afectará de lleno a la clase media y a los sectores productivos.
Las funciones presupuestarias más desfinanciadas son aquellas que impactan directamente en el corazón de la clase media trabajadora, como el transporte, la vivienda y el agua potable; o que afectan al crecimiento económico, como la industria, la actividad agropecuaria, el comercio y la propia función del trabajo.
Alejandro “Topo” Rodríguez, exdiputado nacional y director del Instituto Consenso Federal, hizo un análisis exclusivo para Data Clave en el que advierte que de las 10 funciones presupuestarias que tienen una ejecución del gasto menor al 35% (desde enero hasta mayo), 7 de ellas son sensiblemente esenciales para las familias trabajadoras y para la producción nacional.
Entre ellas aparece la industria como una de las más castigadas, con apenas un 14,9% de ejecución presupuestaria. Esto va en línea con la idea de Javier Milei de la apertura de las importaciones y la “competitividad” que busca darle al sector.
A las áreas afectadas por este nuevo Presupuesto, que deberá ser aprobado en ambas cámaras, se suman Comercio (15%); Vivienda y urbanismo (21,1%); Agricultura, Ganadería y Pesca (24,6%); Agua potable y alcantarillado (31,8%); Trabajo (32,4%) y Transporte (32,6%).