El gobierno de Javier Milei oficializó la designación de Nahuel Sotelo como nuevo secretario de Culto y Civilización, una posición clave que busca reencauzar la relación con la Iglesia Católica, especialmente con el Papa Francisco, en un momento de tensiones latentes. El nombramiento de Sotelo fue formalizado a través del Decreto 768/2024, publicado en el Boletín Oficial, y le otorga también el rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario, subrayando la importancia de la misión que deberá llevar a cabo.

El cambio en la Secretaría de Culto, ahora renombrada Secretaría de Culto y Civilización, se produce apenas dos semanas después de la salida de Francisco Sánchez, quien dejó su cargo en medio de fuertes cuestionamientos por su postura crítica hacia el Papa. Con este movimiento, el gobierno busca una figura más moderada y diplomática que pueda tender puentes con la Iglesia, algo que Sánchez no logró. Sotelo, conocido por su perfil ultra conservador y su ferviente catolicismo, asume esta responsabilidad con el aval del presidente Javier Milei y la canciller Diana Mondino.

Sotelo, de 29 años, ha sido un actor relevante dentro del espacio de La Libertad Avanza (LLA) y es considerado una de las figuras más cercanas al presidente Milei. En su primer discurso como secretario, expresó su gratitud hacia el presidente y la canciller, destacando la importancia de su nuevo rol en el gobierno: "Es una enorme alegría que viene cargada de mucha responsabilidad en la cual trabajaré para estar a la altura de este gobierno, que ya es histórico", manifestó a través de su perfil en X, la red social antes conocida como Twitter.

X de Nahuel Sotelo

El flamante funcionario también subrayó su compromiso con la agenda de la presidencia, afirmando que será "un mero instrumento" para expandir y fortalecer los vínculos entre el gobierno y los diferentes cultos del país. Sotelo destacó la importancia de la espiritualidad del presidente Milei como un factor que podría facilitar la relación con los líderes religiosos. En este sentido, la designación de Sotelo también se interpreta como un intento de suavizar las relaciones con la Iglesia, en un momento en que la visita del Papa Francisco a Argentina parece cada vez más incierta.

El nuevo secretario de Culto y Civilización no solo tendrá la tarea de recomponer las relaciones con la Iglesia Católica, sino que también será responsable de representar al gobierno en temas de derechos humanos a nivel internacional, un ámbito que ha generado controversia dentro del gobierno. En este sentido, Sotelo ha dejado claro que su posición será firme respecto a la Agenda 2030 de la ONU, una iniciativa que el presidente ha rechazado públicamente. "Mi tarea es dejar en claro cuáles son estas ideas en el ámbito internacional y de Derechos Humanos, causas que han sido muchas veces tergiversadas y llevadas a lugares en los que no creemos", subrayó.

La llegada de Sotelo al gabinete ocurre en un contexto de cambios significativos en la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por Diana Mondino. La reciente modificación de la Ley de Ministerios incluyó la creación de la Secretaría de Culto y Civilización, que ahora estará dividida en dos subsecretarías: una dedicada al culto y otra a asuntos internacionales en derechos humanos y civilización. Esta reorganización responde a la estrategia del gobierno de Milei de darle mayor relevancia a estos temas en el escenario internacional.

A pesar de su juventud, Sotelo trae consigo un bagaje ideológico y político que lo ha colocado en el centro de las discusiones más sensibles dentro del gobierno. Autor del libro "Cartas de los ‘70, el dolor de la otra parte", donde intenta revivir la teoría de los "dos demonios" de la última dictadura, el nuevo mandamás es visto como un defensor de las ideas más conservadoras dentro del espacio libertario. Su designación, aunque alineada con la ideología del gobierno, no está exenta de desafíos, especialmente en lo que respecta a su relación con la Iglesia y su capacidad para gestionar las delicadas relaciones internacionales en materia de derechos humanos.

El debut oficial de Sotelo en su nuevo rol se espera para el próximo 7 de septiembre, cuando asistiría a la celebración del traslado de la sede primada de Buenos Aires a Santiago del Estero. Este evento contará con la presencia de la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina y obispos de todo el país, así como de altas autoridades del gobierno, incluyendo al presidente Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel, y la canciller Mondino.