Milei recargado en Rosario: fulminó legisladores, crticó a economistas y se burló de Alberto Fernández
El Presidente cuestionó duramente a los diputados y senadores que aprobaron la reforma jubilatoria. También le apuntó a los especialistas en economía por los pronósticos sobre la actualidad del país. Por último, hizo un chiste en torno al Sillón de Rivadavia y a las visitas que recibía el exjefe de Estado.
El presidente de la Nación, Javier Milei, brindó un enérgico discurso en la Bolsa de Comercio de Rosario y fustigó contra los legisladores que aprobaron la reforma jubilatoria. También criticó a economistas y hasta se burló de Alberto Fernández por las visitas que recibía en Casa Rosada.
Milei, quien criticó a la oposición por lo que implicaría el aumento de las jubilaciones, también cargó contra los políticos a quienes también “debería importarles llegar a grado de inversión” en lo que respecta a la calificaciones de riesgo crediticio.
"Medidas como las de ayer exterminan a los jóvenes", aseguró el jefe de Estado, además de ratificar que vetó el proyecto de reforma jubilatoria. "Mi palabra no se negocia y no les voy a dejar pasar un milímetro a los degenerados fiscales", agregó.
"¿Me quieren decir qué carajo hicieron todos votando a favor de quebrar el sistema previsional y arruinarle la vida a los argentinos?", profundizó.
El mandatario también criticó al Fondo Monetario Internacional (FMI) con el que va a renegociar un nuevo acuerdo al recordar que les permitió “generar los puts” la deuda que el Banco Central mantenía con los bancos.
También advirtió que “el plan ‘platita’ para ganar una elección (que impulsó el kirchnerismo) no saben el problema que ha dejado”, advirtió.
A su vez, le apuntó a los economistas: "También acusó a los que denomino “econochantas” que erraron con sus estimaciones de inflación a comienzos de año, y a quienes especularon con que el dólar iba a llegar a $ 2.000 quienes ahora “están como los mandriles”.
Por último, le mandó un mensaje a Alberto Fernández y hasta se burló de él con el público presente por las denuncias que se siguen dando por las visitas que recibía en la Casa Rosada. “Por suerte el Sillón de Rivadavia mucho no lo uso… No se me pegan costumbres raras”.