Milei avanza con su "plan motosierra": presión a los gobernadores y críticas a diputados opositores
El Presidente quiere imponer su plan desregulador de la economía por dos vías: la ratificación del DNU en el Congreso y la aprobación de la "ley ómnibus". En el medio, extorsiona a los mandatarios provinciales con revertir el impuesto a las Ganancias a cambio de sus votos. También le apunta a legisladores opositores: "El problema no son las formas. Es el fondo. Quieren seguir manteniendo este modelo empobrecedor", lanzó. La dura respuesta de un Lilito.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, busca avanzar con su “plan motosierra” y ataca a la política nacional por dos vías: presiona a los gobernadores con revertir el Impuesto a las Ganancias a cambio de sus votos en el Congreso y le apunta a los diputados que cuestionaron el último proyecto de ley que presentó con centenares de reformas y pedido de facultades delegadas por al menos dos años.
El jefe de Estado quiere avanzar sí o sí con las últimas dos acciones que llevó adelante en sus primeros días como Presidente. La primera es la ratificación del Decreto de Necesidad de Urgencia que ya rige en el país, que a su vez debe ser analizado por la Comisión Bicameral Permanente de Tramite Legislativo. Y por otra parte, le pide al Parlamento que se apruebe el último proyecto de su autoría que Guillermo Francos, ministro del Interior le entregó en manos a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.
El proyecto, como adelantó Data Clave, tiene centenares de reformas tributarias y de otro tipo que van en consonancia con los lineamientos del DNU que apuntan a desregular la economía. A su vez, el proyecto, en su artículo 3, pide declarar la “emergencia pública” en materia económica, tributaria, monetaria y fiscal, entre otros ítems y se solicita que el Poder Ejecutivo tenga facultades para tomar decisiones sobre estos temas hasta diciembre de 2025 sin tener que pasar por el Congreso.
Los diputados opositores de todos los bloques rechazaron este último pedido y le apuntaron al Gobierno. “Ni Menem tuvo todas esas facultades que exige el proyecto”, le dijo un senador importante del radicalismo a Data Clave. Vale recordar que Milei, en una entrevista con La Nación, criticó a los legisladores y acusó a muchos de ellos de “cobrar coimas” para sancionar leyes.
El Presidente, lejos de retractarse, volvió a marcar la cancha y le apuntó sin pelos en la lengua a los miembros del Congreso: “Mientras algunos de la oposición al kirchnerismo arrastran los pies con nuestras reformas (Ley “Bases”), le acaban de votar a favor a Kiciloff aumento de impuestos y endeudamiento. El problema no son las formas. Es el fondo. Quieren seguir manteniendo este modelo empobrecedor. Háganse cargo y dejen de mentirle a la gente”.
La primera respuesta a esa publicación en “X” vino del lado de la Coalición Cívica. Juan Manuel López, un alfil de Elisa Carrió, le advirtió: "Presidente, no hay una sóla comisión conformada en el Congreso, la ley "bases" ni siquiera está habilitada en el temario de extraordinarias. No es una ley de reforma del Estado es un mboyeré que mezcla desde retenciones a juicio por jurados. ORGANICENSÉ y marquen prioridades".
No es el único conflicto en puerta. Además de las críticas a los diputados, Milei insiste con presionar a los gobernadores con un tributo que es clave para el financiamiento de sus provincias: el impuesto a las ganancias. Había sido recortado durante la gestión de Sergio Massa, lo que fue un pilar de su campaña para aliviar el bolsillo de millones de trabajadores formales.
Por instrucción de Milei, Guillermo Francos es quien lleva adelante las negociaciones con los mandatarios provinciales. Hoy tuvo un encuentro con el cacique de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, con quien además dialogó sobre la agenda de trabajo entre el Gobierno nacional y provincial.
Milei, en su última reunión con los gobernadores, se comprometió a “asumir el costo político” de revertir el impuesto a las ganancias a cambio de que sis diputados se comprometieran a votar a favor del último proyecto legislativo que refuerza la desregulación de la economía vigente en el DNU.