Mientras busca negociar con la CGT, el gobierno sigue en conflicto con gremios del transporte
La medida de fuerza del próximo 10 de abril pone en apuros al Ejecutivo, que busca reabrir canales de diálogo con la central obrera. En el medio, colectiveros y maquinistas de trenes complican los enfrentamientos.
El paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) reabrió el conflicto del gobierno con los gremios de transporte. Los colectiveros reclaman un aumento salarial, que no es bien visto por la Secretaría de Trabajo. Tras no alcanzar un acuerdo, el gobierno dictó la conciliación obligatoria por 15 días y evitó la medida de fuerza prevista para este viernes. En el medio, buscan negociar con la Confederación General de Trabajo (CGT) para desactivar el paro general del próximo 10 de abril, al que se plegaron desde distintos sectores.
“Los funcionarios de transporte se esconden, y nos llevan a un conflicto, sin resolver la estructura de costos y con ella, el incremento salarial, proyectando la adecuada recomposición que los trabajadores merecen", expresaron desde el sindicato de colectiveros previo a la reunión del miércoles y agregaron: “La medida de acción sindical se realiza ante la intransigencia empresaria expresada, a quienes no les interesa dejar a 9.000.000 de pasajeros varados. Nuestros empleadores no pueden ni deben desentenderse de su responsabilidad”.
La medida que tomó el sindicato que conduce Roberto Fernández para este viernes se dio en rechazo a la Resolución 8/2025 de la Secretaría de Transporte, que conduce Franco Mogetta, la cual proyectó que los trabajadores representados no perciban incrementos salariales hasta el mes de junio de 2025.
Tras la audiencia del jueves, en donde no se llegó a un acuerdo, la UTA ratificó el paro e inmediatamente el Ministerio de Capital Humano dictó la conciliación obligatoria por 15 días, por lo que el gremio dio marcha atrás y tuvo que suspender la medida.
El mes pasado, el gobierno tuvo que negociar con La Fraternidad para levantar la medida de fuerza convocada para el 1 de marzo, en el marco del Día del Ferroviario. El gremio de maquinistas de trenes expresó que las autoridades mostraron una mayor apertura en la negociación, lo que consideraron una “respuesta” a su firmeza en la defensa de los derechos de los trabajadores.
A pesar de esto, tanto La Fraternidad como la UTA decidieron plegarse al paro general de la CGT, que se llevará a cabo el próximo 10 de abril. A ellos se sumaron Metrodelegados, Camioneros, la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa) y gremios aeronáuticos, entre otros.
Con la conciliación obligatoria, se supuso en duda si la UTA podría formar parte del paro general de la central obrera. Según Jorge Duarte, periodista especializado en temas gremiales, la conciliación es “estrictamente” por el conflicto salarial del gremio, por lo que no afectaría el apoyo a una medida nacional.
Frente a este complejo panorama, con la tercera medida nacional que convoca la central obrera en la gestión libertaria, el gobierno de Javier Milei intenta reabrir los canales de diálogo con el cúpula cegetista. Desde el sector sindical tomaron la medida bajo el argumento de que el Ejecutivo "no permite acuerdos en las paritarias y tampoco busca soluciones para los trabajadores".
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó que buscan conversar con la CGT para que den de baja el paro, aunque fuentes del sector señalan que hasta el momento todavía no tuvieron contacto con las autoridades. Esta semana, el titular de UPCN y dirigente cegestista, Andrés Rodríguez, afirmó en El Destape que el paro es “inamovible” al tiempo que puntualizó que los estatales “estamos perdiendo un 20% de nuestros ingresos desde que comenzó este gobierno”.
A su vez, desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convocaron a una huelga de 36 horas para el 9 de abril y la madrugada del 10, en consonancia con la marcha de jubilados de los miércoles, y el paro de la CGT de ese jueves. “Tenemos que aceptar que en nuestro país el Estado ha sido colonizado por los empresarios y que ya casi no quedan rastros de institucionalidad. El único lenguaje que entiende esta gente es la fuerza. Tenemos que seguir aumentando la conflictividad, desgastando antes que dejen en la Argentina sólo tierra arrasada”, señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Nacional.