Los reclamos por la restitución del impuesto a las Ganancias por parte del personal diplomático constituyen otro frente de conflicto más para la desdibujada gestión que Diana Mondino lleva a cabo en la Cancillería del gobierno libertario. La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (ASPEN) publicó ayer un comunicado en el cual se expresó el malestar del sector que deberán pagar este gravamen aprobado por el Congreso como parte del paquete fiscal.

La titular del Palacio San Martín procuró bajar el tono a las quejas del personal del servicio exterior y consideró que el regreso de Ganancias no puede analizarse como “un tema nacional”.

"Es un tema que afecta a un grupo de personas, no es un tema nacional. Lamentablemente, si un país tuviera que tener un único impuesto debería ser el de Ganancias. Es antipático decirlo, pero es así", señaló Mondino durante una visita que realizó ayer a la sede del Rotary Club de Buenos Aires, donde además se refirió a los Kelpers –los habitantes británicos que usurpan las Islas Malvinas— como “inquilinos”.

En la reglamentación de Ganancias, el Gobierno no exceptúo al servicio diplomático ese ítem ni los premios, horas extras, aguinaldo, viáticos de ninguna actividad. El decreto 652 con el que se reglamentó solo exceptuó del pago del tributo a los obreros petroleros y el personal de la Antártida, tal como se sancionó en el parlamento.  

“La normativa resulta claramente confiscatoria e impacta severamente en los ingresos de los trabajadores de rangos más bajos que a partir de la reglamentación pueden llegar a perder más del 20 % de sus ingresos", reclamaron los integrantes del servicio diplomático. A su vez, la entidad afirma que el gravamen provocará dificultades en el pago de viviendas, comida y otros gastos que se tienen cuando se vive en el exterior.

La restitución de Ganancias comprende a 400 diplomáticos, entre embajadores, secretarios o agregados, que desde 1973 estaban exceptuados de pagar por ese plus en dólares ya que la vida es más cara que en la Argentina. Otra de las dudas es que como se aplicará el tributo por ese ítem, ya que se cobra en dólares y se cambia en la moneda local del país donde cumplen sus funciones. Además, la APSEN dejó en claro que irá a la Justicia. 

De esta forma, la asociación seguirá el camino de iniciar demandas en los tribunales contra Ganancias, como ya hicieron los judiciales, los médicos y los bancarios.  

En la exposición que brindó ayer en el Rotary Club, Mondino volvió a exhibir la errática política que el Gobierno de Javier Milei sigue en cuanto al reclamo de soberanía por las islas Malvinas, un objetivo diplomático de Argentina contemplado en la Constitución nacional.

“En los últimos años hubo hasta agresividad. Si una empresa opera en las islas no puede operar en Argentina y así un montón de temas donde hemos presentado quejas a países vecinos por permitir que aterrice un avión que luego siguió a Malvinas. Eso con nosotros se terminó. Queremos tener una relación razonable, donde consideramos que nosotros somos los legítimos dueños del departamento, del departamento llamado Malvinas, y ellos, con suerte, son inquilinos, aunque algunos pensarán que son okupas. Pero nosotros somos los dueños de ese lugar y lo que queremos hacer es mantener una relación en donde podamos trabajar en conjunto”, sostuvo la jefa de la diplomacia argentina.

El comentario de la canciller refleja la baja intensidad que el Ejecutivo de Milei parece otorgarle a la cuestión Malvinas. En la última Cumbre de Jefes de Estado que se desarrolló en Asunción -de la cual se ausentó Milei para no encontrarse con su par brasileño, Lula Da Silva- se emitió un comunicado final en el cual por primera vez en la historia del bloque regional no se incluyó el reclamo argentino sobre las islas del Atlántico Sur.

Mondino fue en ese cónclave la autoridad argentina más importante y la responsable de esa omisión, inédita en la historia reciente de la diplomacia del país. La titular del Palacio San Martín viene siendo cuestionada con fuerza por el sector del oficialismo que encabeza la secretaria general de la Presidencia y hermana del jefe de Estado, Karina Milei.

El conflicto originado con Francia por el tuit de la vicepresidenta Victoria Villarruel en el que intentó contrarrestar las críticas galas a los cánticos racistas de los jugadores de la selección reprodujeron en un video, tuvo a la hermana presidencial como gestora de una resolución que debió encausarse por las vías diplomáticas que administra Cancillería.

Karina se encargó de concurrir personalmente a la Embajada francesa en Buenos Aires, donde ofreció disculpas con tal de no empañar la visita que encabezará Milei a París, con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos que se desarrollará el sábado en la “ciudad luz”.

Mondino quedó  totalmente al margen de estas gestiones que emprendió la Secretaria de la Presidencia para asegurar la reunión bilateral que Milei planea tener en París con el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron. “Ella es el Jefe, está por encima de todos y no tiene que darle explicaciones a nadie”, justifican desde Casa Rosada ante las atribuciones diplomáticas que asumió Karina en este escándalo con Francia.        

Los cuestionamientos a Mondino tiene su arrastre. En mayo fue apuntada tras una inspección del gobierno en una base espacial china en la provincia de Neuquén, en donde, según la canciller, no se pudo establecer que incluyera militares ya que “son chinos, son todos iguales”. Luego, negó que hubiera intención discriminatoria en sus palabras y que se refería a que eran “todos iguales los que participaban, todos civiles”.

Lo cierto es que, más allá de las desprolijidades diplomáticas y las declaraciones erráticas que suele pronunciar, Mondino está desde hace semanas con las acciones en baja en el gobierno libertario. El malestar que Milei guarda hacia su canciller se inició tras una reunión con representantes de la Liga Árabe y el Centro de Cooperación Islámica que organizó Mondino y a la que debía asistir el mandatario, con el propósito de bajar tensiones con las naciones que mayoritariamente profesan las enseñanzas del Corán.

De camino a este encuentro, Milei se enteró que asistiría el representante de Palestina en Buenos Aires. El Presidente, alienado políticamente con Israel, decidió bajarse de esta reunión cuando se encontraba a metros del lugar donde iba a producirse el cónclave. Desde entonces, la relación del líder libertario con Mondino está más que enfriada.            

Poco después, Milei viajó a Italia para asistir a la cumbre del G-7, y Mondino fue excluida de la comitiva por “problemas de cupo”. Sin embargo, hubo lugar en la comitiva para el diputado nacional y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, Fernando Iglesias.

Por esos días, la Cancillería perdió el control en ese momento de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, que pasó a manos de la Secretaría General de Presidencia.