Manuel Adorni, vocero presidencial, confirmó este viernes por la mañana algo que era un eco en los pasillos del Senado desde que se firmó el dictamen de la Ley Bases y el paquete de medidas fiscales. La fecha elegida por el oficialismo para llevar al tema al recinto no será la próxima semana, a pesar de que estarán los plazos necesarios, sino que apunta al 12 de junio.

El tiempo es fundamental. Pero hasta el viernes por la tarde, dos versiones corrían por los pasillos del Congreso sobre los motivos del extenso plazo para la sanción. Una indicaba que la demora sirve para darle tiempo al senador Martín Lousteau a que llegue a presentar el dictamen que comprometió en el debate. La otra, en la que había mayores coincidencias, es que había algunos senadores con viajes programados que no iban a estar disponibles para la primera semana de junio. Fuentes parlamentarias consultadas por este portal aseguran que los inclinan por esta versión estaban firmes en que ninguno es del bloque oficialista y posan sus miradas en los aliados.

Lo cierto es que, con el cierre de los dos dictámenes anunciados por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, un día después de los festejos anticipados de otros funcionarios del gobierno, comienza la rosca para tener los votos en el recinto. No solo en general sino en los aspectos cuestionados en el debate en comisión. 

Pero la firma del dictamen, por más que se celebre, no garantiza una ley. Imponderable que ya tuvo que sortear La Libertad Avanza en Diputados con una sesión frustrada cuando ya se había lanzado la votación en particular. Del total de firmas, en la Cámara baja conseguidas en el primer tratamiento, 61% fueron con disidencias. Por eso en el segundo paso por comisión, el oficialismo se convenció de llegar con acuerdos más sólidos al recinto, algo que finalmente le significó la media sanción.

En el Senado, el Gobierno tuvo que exprimir cada firma. De las 28 integrantes de las tres comisiones, 21 senadores porque algunos integran más de una comisión, 48% acompañó el texto del oficialismo con disidencia. El escenario es similar al primer tratamiento en Diputados donde el recinto fue una carnicería en la votación en particular.

Los números no estaban al finalizar el último plenario del día miércoles en la Cámara alta. La llegada del jefe de gabinete Guillermo Francos y algunos compromisos puntuales asumidos con senadores nacionales acercaron las últimas firmas “en disidencia” para tener esta semana el dictamen tan esperado por el Gobierno. La mayoría de esas últimas firmas aparecieron para darle “gobernabilidad” al ejecutivo y que tuviera allanado el camino para llegar al recinto. Pero la aprobación de todo el paquete de leyes, y de todos sus capítulos, aún tiene mucho recorrido pendiente.

Los artículos en peligro 

“Necesitaban una firma para destrabar el dictamen”, dijo el  transparente senador por Santa Cruz, José María Carambia, el hombre clave para que el Gobierno tuviera el dictamen de Ley Bases en la comisión de Legislación General donde el oficialismo tenía más complicado el número.

En una entrevista con El Mediador TV (elmediadortv.com.ar), confirmó que consiguió incluir un cambio clave para su provincia. Que las provincias pueden cobrar hasta un 5% de regalías mineras, en lugar del tope actual fijado en 3%. “Es poco”, agregó el legislador que pedía un topo mucho mayor pero aseguró que “esto repercute en casi 20 mil millones de pesos anuales” extra para Santa Cruz. 

“Firmamos de disidencia el dictamen de ley Bases, para que se pueda tratar, pero estoy en contra de mucho de lo que dice la ley”, sentenció Carambia y alertó al oficialismo: “Estamos en contra en varios puntos de la ley de Bases, por lo que ahora vamos a intentar de generar bloqueo, no queremos que se privatice Aerolíneas, ese es el trabajo que estamos”. En la misma línea está su compañera de bancada, Natalia Gadano, que mantiene críticas similares.

La otra firma que apareció para destrabar el dictamen fue la senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri, que tuvo un perfil alto en el debate pidiendo varias modificaciones. "En particular hay cosas que voy a revisar", sostuvo en el canal de noticias IP. Otro de los votos claves que esta en duda para algunos pasajes del proyecto.

El tercer senador que puso el gancho para que LLA tenga dictamen fue el peronista federal, Edgardo Kueider, también con disidencias. El entrerriano enfrenta un cuestionamiento del Partido Justicialista de su provincia luego de estampar la firma en la ley del gobierno y guarda silencio desde el jueves sobre su voto y los cambios que pedirá en una posible sesión por los proyectos.

Algo parecido sucedió en UxP con las bancas de Tucumán de Juan Manzur y Sandra Mendoza. Las únicas expectativas concretas que tiene hoy el oficialismo de conseguir algún voto peronista. Desde la bancada opositora enviaron una señal esta semana con una foto de ambos senadores por Tucumán con el presidente de bancada José Mayans. Desde la gobernación que conduce Osvaldo Jaldo, respondieron con un comunicado de todos los intendentes pidiendo acompañar la Ley Bases. En UxP repiten que “están bien los 33” y que no habrá votos afirmativos.

En el bloque oficialista son conscientes de la fragilidad de algunos capítulos en una posible votación en particular. Tienen un semáforo con los artículos en riesgo de caer en el recinto. Allí, se destacan las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas y el Correo Argentino, que reciben rechazo de senadores y senadoras con cercanía ideológica al oficialismo. De no haber cambios, podrían caer los bloques tal cual están redactados. Completan la nomina de artículos en riesgo de rechazo, el blanqueo, el capítulo del Impuesto a las Ganancias y algunas cuestiones puntuales en el RIGI.

Reunión interna en LLA para ordenarse y estrategias posibles

Por estos artículos en “rojo” que en el oficialismo creen que se pueden caer en la votación del recinto, el bloque de La Libertad Avanza y las autoridades de la Cámara alta tienen que resolver cuestiones instrumentales que no fueron menores en el tratamiento de Diputados

El mecanismo de la votación es el primero de ellos. En la sesión frustrada de Diputados, la votación fue por artículos y naufragó. El éxito fue dado en la votación por capítulos pero en el Senado, cerrar por capítulos puede obligar a senadores en contra al voto negativo. El timing en la estrategia será fundamental. 

De eso se habló en la última reunión de bloque que tuvieron los siete senadores libertarios antes desearse un buen fin de semana. La bancada que conduce el jujeño Ezequiel Atauche tuvo un encuentro cara a cara post tratamiento en comisión para repensar lo que se viene en el recinto con un dato a corregir hacia adentro: nunca estuvieron los siete senadores de LLA juntos en ninguno de los plenarios de comisión.

La reflexión del cónclave interno dejó la seguridad de tener los votos atados para la aprobación en general de ambos proyectos. La autocrítica alcanzó y coincidió en un pedido de “estar más ordenados”, según consignaron fuentes parlamentarias con acceso a los despachos libertarios. Acto seguido, se dividieron los temas a defender en los discursos para no hablar todos de lo mismo.

La prueba de fuego para el bloque oficialista en el Senado esta cerca. Será la primera vez que vayan al recinto para un proyecto de ley de envergadura.