La bicameral de DNU: la comisión clave donde el PRO puede devolver el desaire de Javier Milei
La comisión permanente de Trámite Legislativo es un enclave de especial atención para los oficialismos. La debilidad numérica de La Libertad Avanza y la protección que garantizaba el PRO cruje tras la designación de Martín Menem como presidente de Diputados. “Francos va a pagar la jugada”, sentenció una fuente muy importante del partido amarillo.
La comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, es el nombre que figura oficialmente en la cartelera del Congreso, sin embargo es conocida como la Bicameral de DNU, uno de los nichos parlamentarios que los oficialismo deben prestar especial atención en controlar.
Por allí pasa cada Decreto Necesidad y Urgencia que dicta el Poder Ejecutivo. Del manejo de los tiempos de esta comisión dependen decisiones que pueda tomar el presidente para intentar saltar el Congreso, algo que en la estrategia de La Libertad Avanza no ocultan.
La canciller Diana Mondino aseguró en una convención industrial que si no consiguen éxito en la sanción de leyes desde el Congreso podrán hacer lo que hizo Alberto Fernández, “puro decreto”. En referencia a los tiempos de pandemia donde el gobierno del Frente de Todos se inclinó por esa metodología.
En ese contexto, la comisión de DNU se vuelve un organismo parlamentario clave para la gobernabilidad. El mecanismo implica que con la sola aprobación de un DNU en alguno de los dos recintos el decreto queda aprobado. Para voltearlo, tienen que votar un rechazo en ambos recintos. Sin embargo, la estrategia más común es que nunca se traten y queden válidos por el simple hecho de no haber sido rechazados.
La particularidad del tiempo que se viene es que el bloque La Libertad Avanza tendrá 37 diputados y 7 senadores. Los lugares en las comisiones se reparten en relación al tamaño de cada bancada. La Bicameral de DNU consta de 16 lugares, 8 diputados y 8 senadores. En este contexto, el bloque La Libertad Avanza estará en absoluta desventaja y necesitará que protejan los decretos otras fuerzas.
La designación de un posible presidente de la Cámara de Diputados de otro color político, todos apuntaban a Cristian Ritondo, jefe del PRO como posible postulante, acercaba aliados. El nombre del bonaerense era auspiciado por Mauricio Macri y todo el entorno halcón seguía de cerca para definir su postura en el recinto. Finalmente, el presidente electo Javíer Milei se inclinó por uno propio y designó al riojano Martín Menem para ese lugar. Desde el partido amarillo ya advirtieron: “ahora habrá que negociar tema por tema”.
Al interior de la bancada PRO el enojo no se oculta. Acusan al futuro ministro del Interior, Guillermo Francos de haber sido el artífice del veto a Ritondo. “Francos va a pagar la jugada”, advirtieron y apuntaron directo a uno de los puntos medulares de la discusión de la gobernabilidad en el Congreso: “En la Bicameral de DNU tienen una sola silla, un diputado y ninguno del Senado”.
El enojo del PRO le puede costar caro a La Libertad Avanza si quiere gobernar por decreto.