Kicillof en modo Papá Noel: colaboración interprovincial, fondos para intendentes y cierre interno en Varela

El gobernador bonaerense Axel Kicillof ya no esconde sus intenciones de ir por todo. Y su sueño presidencialista cada vez toma más forma. Pese a que el mandatario provincial se muestra abocado a resolver las diferentes problemáticas que lo encadenan a una de las jurisdicciones más complejas de todo el país, sus movimientos exponen mucho más de lo que dice. 

En otras palabras, Kicillof ya inicio el camino para convertirse en uno de los principales candidatos del peronismo para disputar por no solo la presidencia sino también para poder tomar voz y mando adentro de un partido convulsionado que, como ya anunció el año pasado Cristina Fernández, necesita de alguien que tome el bastón de mariscal.

Y en ese plan anda el gobernador. Con una estrategia que lo diferencia del kirchnerismo tradicional y que lo acerca a la intención de poder ser visto como un dirigente capaz de dejar las diferencias ideológicas de lado para salir a concretar acciones interprovinciales e interpartidarias. Una foto que hoy habla más del futuro y que lo pone, sin duda, en el primer tramo de una larga carrera por el sillón de Rivadavia.

El encuentro con su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, servirá para sumar una nueva foto al álbum luego de verse las caras en San Nicolás en marzo pasado cuando el dirigente radical viajó a la ciudad bonaerense para acompañar la presentación de una unidad especial destinada a combatir el narcotráfico.

Semanas antes, el gobernador bonaerense le había facilitado a Pullaro 80 patrulleros con llave en mano además de tres minibuses para patrullaje en un intento de sumar volumen en materia de seguridad para una provincia complicada. “Esta unidad nos da la energía para continuar la senda para devolver la paz a los vecinos”, sostuvo el radical en su momento tras agradecer el gesto de Kicillof.

Ahora, mantendrán una reunión de trabajo este viernes al mediodia en la central de procesamiento de información para la prevención del delito y luego firmarán un convenio de cooperación y asistencia recíproca para la persecución de delitos complejos y el crimen organizado, haciendo hincapié en el narcotráfico. Más tarde, realizarán una conferencia de prensa conjunta.

Con esta acción, Kicillof completa una semana de clara presencia nacional luego de un encuentro con el gobernador de Chubut, Nacho Torres, a quien le cedió 15 ambulancias. "Estamos demostrando que no todo tiene que ser agresión y ataque por las redes sociales: podemos trabajar en conjunto y de forma solidaria", dijo Kicillof. Y su par tomó la posta para manifestar que hay que "levantar la cabeza para salir de la grieta tuitera y dar respuestas a la gente".

Sin embargo, esta acción no cayó bien entre los intendentes del PRO, quienes justamente recurrieron a Twitter para expresar su descontento. “Ya que estás tan generoso con los del PRO, si podés cumplir la ley y transferir los recursos a los municipios. Grax”, publicó Soledad Martínez, a cargo de Vicente López. 

Mientras que el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, también aprovechó la situación para preguntarse: “¿Nos sobran recursos a los bonaerenses que estamos haciendo donaciones varias por el país, o alguien solo piensa en su posicionamiento político en contra del gobierno nacional?”.

Críticas a fondo

El enojo de los intendentes PRO se da en el marco de otro movimiento presidencialista en la semana de Kicillof cuando el pasado lunes convocó a todos los jefes comunales de los 135 distritos de la Provincia para anunciar el segundo desembolso del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal. Los dirigentes amarillos, quienes tomaron la decisión de no dar el presente en el Teatro Argentino de La Plata, denuncian que el mandatario provincial los castigó por el “faltazo” y todavía no les giró los recursos.

Agustín Forchieri, jefe del bloque del PRO en la Cámara baja de la Legislatura, cuestionó al gobernador: “Kicillof juega a ser Papa Noel con los recursos de todos los bonaerenses. Si de verdad quiere un Estado presente, tiene que dejar de subirse al ring todas las semanas para pelearse con el gobierno nacional y dejar de pasear por las provincias dándoles los recursos de los bonaerenses a otras provincias”.

Por el contrario, la comitiva radical dijo presente y se diferenció de sus pares del PRO. No es casual. Hoy cerca del gobernador ven analizan un escenario futuro donde los amarillos cada vez se muestran más cerca del gobierno nacional que lidera Javier Milei mientras que los radicales, se sabe, no comulgan con la idea de formar parte de un frente electoral donde también estén los libertarios. De ahí la necesidad de meter una cuña.

Elecciones y cierre

Kicillof tampoco esquiva la dinámica partidaria. Sabe que el 2027 solo es posible con una línea cercana en las presidencias del PJ nacional y provincial. El llamado a elecciones para el 17 de noviembre movió el avispero interno y generó cruces entre La Cámpora y aquellos dirigentes que se muestran como antikirchneristas, como Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juanchi Zabaleta y Facundo Moyano, entre otros.

Sin embargo, la cúpula de intendentes que acompaña a Kicillof evitó meterse en medio y se corrió de la pelea pese a que también tienen claras intenciones de pelear por el control provincial del partido. En ese camino se encuentra Jorge Ferraresi (Avellaneda), uno de los principales armadores en pos de poner a Kicillof como principal referente de la oposición nacional.

Lo cierto es que, a modo de cierre, para una semana en la que el gobernador confirmó su salto nacional, con rechazo al Pacto de Mayo incluido, Kicillof se presentará en Florencio Varela, donde encabezará un acto en la Universidad Nacional Arturo Jauretche bajo la consigna “La patria no se vende”. Será una oportunidad clara para exponer la fuerza de un movimiento interno que cada vez cuenta con mayor apoyo de parte de los jefes comunales.

Una muestra explícita de cuáles son las intenciones claras del gobernador de cara a lo que se viene y, también, la oportunidad para posicionarse hacia adentro en relación a la interna del justicialismo. Sin dudas, un momento clave.