En plena tormenta dentro del Partido Justicialista por las elecciones internas, Javier Milei decidió moverse rápido y reafirmar sus alianzas. Este lunes por la noche en la antesala de su cumpleaños, mientras el peronismo se trenzaba en una disputa de poder, el presidente libertario se sentó a la mesa con cuatro gobernadores que en algún momento de sus carreras estuvieron vinculados al PJ, pero que ahora coquetean con el oficialismo de turno.

Raúl Jalil, gobernador de Catamarca; Osvaldo Jaldo de Tucumán; Hugo Passalacqua de Misiones; y Gustavo Sáenz de Salta, fueron los invitados a una cena en la Quinta de Olivos, donde Milei quiso mostrar gratitud por el respaldo que estos mandatarios dieron a algunos proyectos impulsados desde el Poder Ejecutivo en el Congreso. La cena arrancó a las 21:00 y, a diferencia de otras reuniones, todo ocurrió en un ambiente de total hermetismo, sin fotos oficiales ni grandes titulares. Incluso, a diferencia de la reunión anterior con diputados que votaron el veto a las jubilaciones, esta vez los comensales no tuvieron que pagar la cuenta.

El encuentro también coincidió con la víspera del cumpleaños de Milei, lo que sumó un toque más distendido a la noche, pero no dejó de ser un acto político estratégico. El presidente estuvo acompañado por su hermana Karina Milei, quien recientemente regresó de un viaje a Francia, junto a su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y otros funcionarios cercanos. Sin embargo, no estuvieron presentes figuras como Patricia Bullrich o Manuel Adorni, quienes sí habían participado en otros eventos políticos.

Los cuatro mandatarios provinciales han sabido mantener una relación ambigua con el gobierno nacional, siendo opositores para nada duros, sino mas bien alineados. Por ejemplo, Osvaldo Jaldo impulsó en su provincia el llamado Pacto de Mayo y promovió un bloque propio en Diputados, el Bloque Independencia, que votó a favor de varias leyes propuestas por el gobierno, entre ellas, los dos vetos de Javier Milei.

En el caso de Raúl Jalil, el catamarqueño mantiene su cargo como vicepresidente del PJ en su provincia, pero ha preferido un rol más dialoguista, lo que lo llevó a visitar la Casa Rosada en varias ocasiones para discutir medidas junto a Guillermo Francos.

Por otro lado, Gustavo Sáenz y Hugo Passalacqua, que llegaron a Buenos Aires este mismo lunes para la cena, juegan un papel más neutral, sin expresar abiertamente su apoyo ni su rechazo al gobierno nacional, aunque han acompañado algunas iniciativas, como el presupuesto nacional.

Este encuentro no se produjo en el vacío. Ocurrió justo en medio de la feroz interna del PJ, que enfrenta a dos pesos pesados: Cristina Kirchner y Ricardo Quintela. La lucha por la presidencia del partido es feroz, al punto de que algunos rumores indicaban que incluso podrían no realizarse las elecciones por problemas logísticos y de financiación. 

Pero más allá de las chicanas políticas, la cena de este lunes reafirma que Milei sigue apostando fuerte a construir alianzas directas, conversando en persona con aquellos que considera sus aliados estratégicos, sin intermediarios de por medio. Esta movida, que ya lleva algunos meses, se consolidó después de que el oficialismo sufriera algunas derrotas legislativas y Milei decidiera tomar las riendas de las negociaciones.

Mientras tanto, el PJ sigue sumergido en su propia interna, con la sombra de Cristina Kirchner y su enfrentamiento con Quintela como telón de fondo. Con elecciones inciertas, Milei aprovecha cada momento para fortalecer sus lazos y, al mismo tiempo, poner presión sobre sus oponentes políticos.