Interna en Ciudad: Larreta, el equilibrista de un partido que se juega por derecha
El jefe de Gobierno porteño mantuvo encuentros y recorridas de campaña con Jorge Macri y Martín Lousteau. La discusión de Juntos por el Cambio en la Ciudad pasan por medidas anti-piquetes y el uso de las pistolas taser. En el medio, un pedido que prepara Coletta para desplazar al mediático Franco Rinaldi.
El todavía jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, forma parte de la campaña porteña por la sucesión y trata de mantener un equilibrio para no herir susceptibilidades.
Es claro que el alcalde porteño tiene un vínculo más que estrecho con el senador nacional Martín Lousteau, quien además es precandidato a jefe de Gobierno. El acuerdo entre ambos trasciende a la Ciudad y es un pacto nacional en el que también juega el propio Gerardo Morales, su precandidato a vicepresidente.
La buena relación de Larreta con los radicales afectó de lleno al PRO, ya que le jefe de Gobierno determinó que se hagan elecciones concurrentes en la Ciudad, es decir que los candidatos no vayan pegados en la boleta nacional y que los propios porteños elijan a su próximo alcalde. La decisión, claro está, pone en igualdad de condiciones a Lousteau con el ministro de Gobierno, Jorge Macri.
La relación del primo de Mauricio Macri con Larreta tiene altibajos. Hay momentos de tensión y otros de mera cordialidad política. “Son dos profesionales de la política y tienen la relación que tienen que tener”, le graficó a Data Clave una persona que trabaja en el equipo del intendente de Vicente López en uso de licencia.
La última semana hubo un gesto del precandidato a presidente con su hipotético precandidato en la Ciudad. O al menos eso es en cuanto a la conformación del partido. El martes compartieron una recorrida por el barrio porteño de Caballito en donde charlaron y conversaron con los vecinos pensando en el futuro de la Ciudad.
Y los pasos de Jorge Macri vienen siendo sostenidos en cuanto a la gestión. Al día siguiente encabezó una capacitación a policías de la Ciudad para el uso de las pistolas Taser, una política que impulsó mediáticamente y también en el Parlamento y que fue validad por el arco político de Juntos por el Cambio. Lo acompañó el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Eugenio Burzaco.
“Un dato que es importante. El 85% de los delincuentes que se enfrentan a un policía que porta una Taser se entregan antes de que el arma sea utilizada. Ante la voz de alto y el sonido del arco voltaico, que no lo toca y sólo le avisa que está siendo apuntado con los láser, el 85% de los atacantes deponen su actitud y se entregan”, dijo un Jorge Macri que endurece su campaña y la perfila a la seguridad.
La derechización del discurso en la lista de Macri es un hecho. El gesto más claro fue al incorporar a Franco Rinaldi a su espacio, un politólogo que logró hacerse conocido por hacer programas de streaming opinando de la coyuntura. Sus argumentos, en muchos casos, tiene un componente elevado de misoginia y discriminación.
De hecho, la llegada de Rinaldi provocó una grieta en Juntos por el Cambio. Mariela Coletta, auditora general de la Ciudad, militante del radicalismo y precandidata a diputada nacional por la lista de Larreta y Morales, adelantó que va a presentar un pedido ante la Junta Electoral de JxC para pedir la renuncia de Rinaldi a legislador porteño.
El reclamo de Coletta tuvo el aval de Lousteau: “Sorprendido por los videos que aparecieron los últimos días. No podemos permitir que @juntoscambioar lleve en sus listas a personas que fomenten el odio y la discriminación. Nuestro espacio debe trabajar por la libertad, el respeto y la inclusión. Este nivel de violencia lastima profundamente a nuestra sociedad. Tenemos la responsabilidad de ser mejores”, dijo.
Horacio Rodríguez Larreta juega a hacer equilibrio en toda esta fuerte interna que se traslada en los medios de comunicación. Lousteau, además de cuestionar la incorporación de Rinaldi al espacio de Macri, también viene reclamando falta de “ética” de Macri al presentar una candidatura en Ciudad luego de haber ejercido su último cargo en la provincia de Buenos Aires.
La última foto que compartieron juntos Larreta, Macri y Lousteau fue el 31 de mayo y también involucró a la diputada nacional y precandidata a legisladora porteña, Graciela Ocaña y el legislador porteño y precandidato a jefe de Gobierno, Roberto García Moritán.
Más allá de los cruces mediáticos entre Macri y Lousteau, también existieron puntos de acercamiento y, a grandes rasgos, comparten una visión de modelo de Ciudad. El ejemplo más claro es en la aplicación de las pistolas Taser y en las sanciones económicas contra las agrupaciones que promuevan piquetes e impidan el libre tránsito en la Ciudad.
“En un gobierno nuevo hay que ser más firme y entender que en la Argentina se está agotando la prepotencia de unos pocos sobre la mayoría silenciosa que no tiene tiempo de quejarse porque labura y mucho”, dijo Jorge Macri.
“Vamos a sancionar a quienes cobren planes sociales y traigan a sus hijos a las protestas, porque todos como Estado hacemos un gran esfuerzo para pagar planes con el objetivo que los chicos estén en la escuela no en manifestaciones llevados por sus padres”, aportó Lousteau.
Larreta tiene en claro que la disputa interna en la Ciudad es de intereses y no ideológica. También sabe que la candidatura de Jorge Macri es una disputa indirecta con el propio Mauricio Macri que en cada paso que da deja en claro su apoyo explícito a la precandidatura de Patricia Bullrich. En tiempos de guerra electoral, el alcalde porteño apuesta por el equilibrio.