Fin: le bajaron la persiana a la exCiccone y subastarán el edificio en donde se imprimían billetes
La planta de Don Torcuato pertenecía a la Casa de Moneda tras haber sido expropiado a la familia Ciccone en 2012. El Estado ahorrará $5.000 millones anuales con la decisión y quedarán 270 trabajadores “dispensados de trabajar” hasta que se defina su futuro.
El Gobierno anunció que cerró uno de sus principales inmuebles: la planta impresora de billetes ubicada en Don Torcuato que perteneciera a la familia Ciccone y que había sido expropiada en 2012 tras el escándalo de corrupción que involucró al ex vicepresidente Amado Boudou.
“Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, publicó esta tarde el ministro de Economía, Luis Caputo, en su cuenta oficial de la red social X.
“La Agencia de Administración de Bienes del Estado dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta. El mismo actualmente posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). A partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes. En la misma línea, se retirará toda la maquinaria importada utilizada para la producción de billetes. La producción de los mismos se encuentra sin operar desde el 31 de octubre, cuando el BCRA decidió rescindir el contrato vigente y dar por terminada la producción de billetes por parte del Estado Nacional”, describió el ministro en su larga publicación.
La empresa “había sido expropiada por el Estado Nacional el 22 de agosto de 2012 durante la gestión de Amado Boudou cuando cumplía funciones de Vicepresidente. Debido a que esta operación fue un caso de corrupción de público conocimiento, y a que hoy resulta menos oneroso que la producción de billetes se compre a distintos proveedores internacionales, no existe ninguna necesidad de que la compañía continúe en manos estatales. El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $ 5.040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir”.