El reencuentro entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof en el acto por los 47 años de Abuelas de Plaza de Mayo, realizado en el Teatro Argentino de La Plata, dejó en evidencia la distancia que existe entre ambos referentes del peronismo. Lo que podría haber sido una ocasión para limar asperezas, terminó por confirmar lo que muchos ya sospechaban: la relación entre la ex presidenta y el gobernador está más fría que nunca.

Aunque el evento tenía como objetivo rendir homenaje a la lucha incansable de las Abuelas, la presencia conjunta de Cristina y Kicillof acaparó todas las miradas. Sentados uno al lado del otro, pero con Estela de Carlotto en el medio, los dos dirigentes apenas cruzaron miradas. La presidenta de Abuelas no pasó por alto esta tensión y, con su característico humor, describió la situación: "No hablaban entre ellos. Parecían chicos, unos niños. Yo era como la vieja loca en el medio", bromeó en declaraciones radiales.

El clima no solo fue frío en lo personal, sino también en lo político. Mientras una parte del público coreaba cánticos a favor de una nueva candidatura presidencial de Cristina, Carlotto no ocultó su incomodidad. “Estábamos con el gobernador, que también tiene aspiraciones, y los gritos de ‘Cristina presidenta’ no eran oportunos. No estábamos ahí para elegir candidatos, sino para recordar y celebrar lo que hemos logrado”, señaló la referente de derechos humanos.

A pesar de las fricciones, la presidenta de Abuelas sostuvo que "salió todo bien" y restó importancia a la falta de diálogo entre los dos líderes políticos, calificando la tensión como parte de “las leyes políticas”. Sin embargo, el hecho de que este haya sido su primer encuentro desde que la interna en el Partido Justicialista se desató no pasó desapercibido.

El distanciamiento entre Cristina y Kicillof se ha profundizado en los últimos meses. Mientras la ex presidenta parece enfocarse en consolidar su legado y mantener influencia dentro del kirchnerismo, el gobernador de Buenos Aires ha comenzado a perfilarse como uno de los posibles candidatos a liderar el PJ en un futuro cercano, lo que podría estar alimentando esta fría relación.

Durante el acto, también se destacó la presencia de otras figuras como el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, quienes evitaron entrar en la dinámica de la tensión entre Cristina y Kicillof, aunque el ambiente general dejaba entrever que el distanciamiento era un tema del que todos eran conscientes.

Por otro lado, Estela de Carlotto no perdió la oportunidad de hablar sobre la relación de Abuelas de Plaza de Mayo con el gobierno de Javier Milei. En sus declaraciones, señaló que la hostilidad del presidente libertario no tiene precedentes, incluso recordando que lograron tener un diálogo más constructivo con Carlos Menem y Mauricio Macri, a pesar de las diferencias políticas. “Menem era un caballero, nos recibió y fue atento. Milei, en cambio, nos ofende y nos insulta”, declaró la líder de derechos humanos, marcando una clara distancia con la administración actual.

El panorama dentro del PJ sigue siendo incierto. Mientras algunos piden por la unidad, la falta de diálogo entre dos de sus principales referentes genera dudas sobre el futuro del espacio. Por ahora, tanto Cristina como Kicillof mantienen posturas firmes, y aunque Estela de Carlotto confía en que "ya van a hablar", la tensión está lejos de resolverse.