En concilio peronista, doce gobernadores acordaron pedirle a Alberto un cambio de equipo económico
Aumenta la molestia de gobernadores por los pronósticos optimistas de Kulfas y Guzmán, que muestran datos sobre la economía argentina donde afirman que crecerá en 2022 más de un 3% y otro 3% en 2023. Los mandatarios provinciales se reunieron en secreto y afirman que en el Palacio de Hacienda no comprenden que crecimiento del PBI no se traduce en una mejora en los bolsillos de la gente. Sostienen que se llegará al 2023 con una pérdida del salario real cercano al 20% producto de la inflación y con mas pobres. El cónclave de doce gobernadores acrecentó las versiones de la llegada de Agustin Rossi a la Casa Rosada.
En una reunión secreta realizada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), doce gobernadores peronistas acordaron presentar una solución posible al Presidente para que el gobierno del Frente de Todos retome la iniciativa, cambie el gabinete y les firme un DNU asegurando los fondos para las provincias. La razón del apuro es que muchos creen que en los próximos días se publicara un DNU acordado entre Martín Guzmán y los técnicos del FMI para ajustar parte del dinero que se gira a las provincias.
Los mandatarios provinciales, entre los que estuvieron el bonaerense Axel Kicillof, el chaqueño Jorge Capitanich, el sanjuanino Sergio Uñac, el pampeano Sergio Ziliotto, el chubutense Mariano Arcioni, la santacruceña Alicia Kircher, el santiagueño Gerardo Zamora, el santafesino Omar Perotti, el riojano Ricardo Quintela y el formoseño Gildo Insfrán, se mostraron preocupados por la situación económica de los más pobres.
Kicillof recordó la debilidad del conurbano en materia, y habló más de la problemática social que su par chaqueño, Capitanich, quien se explayo sobre el posible DNU de Guzmán. El dato político más fuerte es que el encuentro se hizo a espaldas del tucumano Juan Manzur, lo que impulsó aún más lo rumores sobre su posible reemplazo en la Jefatura de Gabinete. El candidato que más suena por estas horas para ese cargo es el del santafesino Agustin Rossi.
En rigor de verdad, muchos gobernadores creen que las proyecciones que le dan al presidente son falsas, y en especial las contenidas en el Acuerdo con el FMI y aceptadas por Guzman, que proyectan el crecimiento del PBI en el rango de 3,5-4,5% para este año y 2,5-3,5% para el que viene.
Pero también son falsas las que vienen del asesor del presidente Gustavo Beliz, quien confía en lo hecho por el Banco Mundial -el Global Economic Prospects- que contiene una previsión de 2,6% y 2,1% para 2022-23. Números que para los gobernadores son dignos de una película de Disney.
De hecho, varios jefes provinciales creen que si se llega al 2023 creciendo, el PBI será similar al de 2017, pero 5% menor en términos per cápita y todavía ubicándose 11 % por debajo del máximo alcanzado en 2011. Es decir que aún creciendo y con empleo, los argentinos serán un 11% mas pobres que en el mejor año de CFK.
Las cifras que manejan los mandatarios es que los salarios en blanco serán 20 % inferior al de 2017 (el mejor año de Macri). Desde 2017 a 2021 los trabajadores en negro perdieron un 32% de su salario, y el consumo privado -que es casi el 70% del PBI- habrá caído un 7 %, lo que podría consolidar la pobreza en niveles del 39 % hasta fines de 2023. Un escenario preocupante para los gobernadores, que de no ser escuchados por el presidente ya planean desdoblar sus elecciones.