La Ley de Etiquetado Frontal, que entró en vigencia en marzo de 2022, podría tener los días contados si prospera el proyecto impulsado por los diputados del PRO Alejandro Bongiovanni y Daiana Fernández Molero. Según anunciaron en un video, proponen su derogación al considerarla "paternalista" y "confusa" para los consumidores.

La iniciativa, que cuenta con apenas dos artículos, busca eliminar no solo la Ley N° 27.642, sino también los decretos y normativas relacionadas. En el texto del proyecto se argumenta que los objetivos de la ley podrían cumplirse "de manera más eficaz" con las regulaciones ya contempladas en el Código Alimentario Argentino.

En el video compartido en sus redes, Bongiovanni, también director de la Fundación Libertad, disparó sin filtros: Vamos a derogar la Ley de Etiquetado Frontal. Es una mala ley, excesivamente paternalista. Este es el Estado tratando al consumidor no solo como un niño, sino como un niño medio idiota”.

Por su parte, Fernández Molero argumentó que la ley “no sirve, no te informa, porque si todo tiene sello, es como si nada tuviera sello”. Ambos legisladores también criticaron los octógonos negros de advertencia, calificándolos como "alarmistas y ridículos", y señalaron que desincentivan a las empresas a mejorar la calidad nutricional de sus productos.

X de Alejandro Bongiovanni

La norma, que fue aprobada en 2021 con amplio apoyo en el Congreso, obliga a los fabricantes de alimentos y bebidas a incluir etiquetas negras que adviertan sobre excesos de azúcares, sodio, grasas y calorías. Fue reconocida por organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que la considera una herramienta clave para combatir enfermedades crónicas no transmisibles.

Sin embargo, el proyecto del PRO apunta también al impacto económico y comercial de la ley. Según los legisladores, las regulaciones argentinas dificultan la exportación de productos locales debido a diferencias con las normativas de otros mercados internacionales. “Si queremos ser el supermercado del mundo, no podemos tener reglas tan diferentes a las de nuestros socios comerciales”, señalaron.

Contexto regional y de salud

En América Latina, sistemas de etiquetado como el argentino ya se implementaron en países como Chile, México y Uruguay, donde demostraron ser efectivos para reducir el consumo de alimentos con altos niveles de nutrientes críticos. Según datos de la OPS, en Argentina el sobrepeso afecta a 7 de cada 10 adultos y a 4 de cada 10 niños, cifras que están en aumento. Además, las enfermedades no transmisibles relacionadas con la mala alimentación provocan más de 140.000 muertes al año.

Mientras se discute el futuro de la ley en el Congreso, la OPS sostiene que las etiquetas frontales en forma de octógonos negros son la forma más clara de informar a los consumidores y prevenir enfermedades. En caso de derogarse, se abrirá un debate sobre cómo garantizar una alimentación saludable sin las herramientas vigentes.