En línea con la estrategia de Axel Kicillof, Cristina Kirchner también tomó distancia de los graves incidentes registrados el miércoles pasado en la marcha frente al Congreso. Lo hizo a través de un comunicado del Partido Justicialista, espacio que preside, donde rechazó cualquier vínculo con los barrabravas que participaron de los enfrentamientos y apuntó contra el Grupo Clarín, a quien acusó de orquestar "una campaña de desinformación".

El texto del PJ sostiene que se busca encubrir la responsabilidad del Gobierno nacional y, en particular, de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la "represión ilegal" contra los manifestantes, entre los que menciona a jubilados, reporteros gráficos y ciudadanos comúnes. Sin embargo, las imágenes y los informes periodísticos revelaron la presencia de sectores vinculados a la barra brava de distintos clubes.

"El Partido Justicialista alerta sobre la desvergonzada campaña de desinformación y mentiras que en los últimos días lleva adelante el monopolio Clarín contra sectores del peronismo", sostiene el comunicado, difundido este lunes por la mañana. Además, insiste en que la cobertura mediática busca "tapar" el accionar represivo de las fuerzas de seguridad durante la protesta.

X de Partido Justicialista

En paralelo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, salió a bancar el operativo y advirtió que, de repetirse hechos de violencia, la respuesta será la misma. "Si hay una situación de violencia para apoyar una marcha que ha sido siempre pacífica, por supuesto se utilizará la represión de acuerdo a los cánones legales", sostuvo en declaraciones a Urbana Play.

Francos también vinculó los disturbios con intentos de desestabilización y remarcó que situaciones similares provocaron la caída de Fernando de la Rúa en el 2001. "Claramente, lo que pretenden es generar caos, que en otras oportunidades significó la caída de un presidente", afirmó.

Consultado sobre la situación del fotógrafo Pablo Grillo, quien sigue internado en grave estado tras ser herido durante la represión, el funcionario desestimó responsabilidades: "Fue un accidente, la consecuencia de algo que no fue impulsado". Sin embargo, ratificó que las fuerzas seguirán interviniendo en futuros hechos de violencia.

El enfrentamiento entre el peronismo y el oficialismo se suma a la creciente tensión por las protestas callejeras y la respuesta del Gobierno. En este contexto, la próxima marcha del miércoles ya genera preocupación, con advertencias de ambas partes sobre lo que pueda ocurrir.